jueves, 1 de junio de 2017

Científicos demuestran que la energía liberada por las manos puede curar


Un estudio realizado recientemente por la USP (Universidad de São Paulo), en conjunción con la Unifesp (Universidad Federal de São Paulo), demuestra que la energía liberada por las manos tiene el poder de curar cualquier tipo de malestar. El trabajo fue elaborado a partir de las técnicas manuales ya conocidas en la sociedad, como el caso de Johrei, utilizado por la Iglesia mesiánica de Brasil y al mismo tiempo similar a la que el espiritismo llama "pase" o también Reequilibrio. 


El desarrollo de esta investigación nació en el año 2000, por el profesor e investigador Monezi Ricardo de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo. Él tomó la iniciativa de investigar cuáles serían los posibles efectos de la práctica de la imposición de manos o reequilibrio a partir de su propia experiencia en la adolescencia, “en donde el Reiki le ayudó a salir de una crisis de depresión”, dijo Monezi, quien ahora es un investigador de la Unifesp. 

Según el científico, durante sus estudios fueron investigados los efectos de la imposición de manos en ratones, siendo posible observar una notable mejoría potencial de las defensas contra los tumores. "Ahora, en mi doctorado que está siendo finalizado en la Unifesp, he estudiando, no sólo los efectos fisiológicos, sino también los psicológicos, -agregó. 

El hallazgo del estudio que la imposición de manos libera energía capaz de producir bienestar fue posible porque la ciencia actual aún no tiene una precisión exacta de este efecto. "La Ciencia llama a estas energías "energías sutiles"y consideran que se se ubican cerca de de las frecuencias electromagnéticas de bajo nivel. 

miércoles, 31 de mayo de 2017

Tu Presencia Ilimitada


Ni la cabeza ni el corazón pueden entender lo que realmente somos. La verdad nunca se puede encontrar dentro de un marco, ya sea físico, intelectual o emocional. Ni tampoco puede la verdad ser descubierta en las ideas sobre lo informe, ya que (las ideas) son meras formas más sutiles.

El cuerpo, que en realidad es una percepción, es sin duda una aparición efímera.

Cuando estamos observando o experimentando el cuerpo, es el concepto que tenemos de él lo que en realidad estamos experimentando. Ese concepto está tratando de decirnos que tenemos 25, 50 ó 75 años de edad. El cuerpo no es un concepto en ese sentido; es una impresión instantánea de la facultad de percibir en la que, a través de un truco de la memoria, agregamos una imagen ya hecha.

Por lo general, nuestra experiencia se refiere tan sólo a una pequeña parte del cuerpo: los pies en el suelo o un picazón en la cabeza. Y cuando estamos enfermos la atención nos lleva a donde percibimos el dolor y el malestar. A pesar de que llamamos a estas impresiones "yo" y "mi cuerpo" son en realidad percepciones instantáneas de sensaciones más o menos intensas.

En otras palabras, son sensaciones de algo que aparece en la conciencia. Lo que aparece en la conciencia es un objeto o un concepto. El cuerpo se percibe como un "algo", ya se trate de un sentimiento, una imagen o un pensamiento. Todo es producido por la memoria.

Lo mismo puede decirse acerca de las percepciones sensoriales; son también formas mentales, y la historia que creamos como resultado de estas percepciones —también basadas en la memoria— es lo que llamamos "el mundo".

Cada pensamiento, incluyendo las facultades de percepción que proyectamos unos sobre otros y que posteriormente llamamos "el mundo" —yo, mío, una persona, tú, un árbol o lo que sea— es limitado.

Cuanto más diligentemente observas, más limitaciones se descubrirán. Una sola observación dura quizás una milésima de segundo.

Percibimos conceptos, nunca un mundo.

Antes de una experiencia, que es el resultado de conceptos, puede parecer que tú estás ahí como presencia consciente antes del pensamiento, durante el pensamiento y después del pensamiento. Ya sea que veamos un pensamiento como limitado por el tiempo, o limitado por el espacio y el tiempo, en cualquier caso es limitado y no se puede experimentar lo ilimitado.

Por otro lado, lo ilimitado no puede limitarse — no puede descender al nivel de una "cosa" con el fin de ser conocido. Para el espacio infinito no hay objetos finitos. Visto desde el punto de vista de lo ilimitado (si en realidad hay un punto de vista en absoluto), no hay pensamientos, no hay pensador, no hay estado de vigilia y no hay estado de sueño. Tú —como conciencia ilimitada— que estás ahí antes, durante y después de un pensamiento o percepción, y por lo tanto sin límites, nunca puedes estar delimitado por ninguna creación, así como el espacio no estaría delimitado por el viento.

Una idea o concepto, que dura sólo una fracción de segundo, nunca puede conocer lo ilimitado.

El miedo se nutre de la ignorancia


El miedo es una emoción básica y positiva, en tanto forma parte de nuestro equipo de herramientas para la supervivencia. Aunque experimentarlo es desagradable, su aparición es una señal de salud mental. Eso sí, siempre y cuando responda a un peligro real. En cambio, cuando surge a partir de una amenaza imaginaria corresponde a un síntoma neurótico y adopta principalmente la forma de angustia.

Como otras emociones, el miedo también puede alcanzar diferentes niveles de intensidad. Va desde un simple recelo hasta el pánico. En los temores de menor nivel la situación se sortea con relativa facilidad, mientras que cuando esta emoción tiene una alta intensidad puede llegar a anular la autonomía de un ser humano. De hecho, hay casos de parálisis totales por miedo. Son casos en los que la emoción deja literalmente paralizado al individuo.


Los miedos neuróticos a veces llegan a ser bastante complejos y enrevesados, e incluso se mantienen una vez que ha desaparecido el estímulo que los ha despertado. Además hay formas de ser y planes de vida que se construyen totalmente en torno al miedo. Se actúa o se deja de actuar, siempre en función del temor a algo o a alguien. Y existen también los miedos inculcados socialmente para quebrar la libertad de las personas y hacerlas más manipulables.

El miedo a lo desconocido

Uno de los miedos fundamentales, que está presente en todos los seres humanos, es el temor a lo desconocido. Si un objeto o una situación son demasiado extraños para nosotros, le tememos, aunque no sea una amenaza para nosotros. Si en este momento te topas con una persona que tiene cuatro brazos, y además lo hace de repente, seguro que pegas un salto hacia atrás. Si no tienes ningún conocimiento de biología, el miedo puede ser mucho mayor. En últimas, más que el desconocimiento, lo que alimenta el temor es la imposibilidad de entender.


Lo familiar nos genera tranquilidad y lo exótico nos asusta en diferentes grados. Lo que entendemos nos aproxima al sentimiento de familiaridad, mientras que lo raro, lo extraño, pero especialmente lo que vemos como incomprensible, nos asusta.



Si nos enfrentamos a una situación nueva, pero en ella hay elementos que podemos reconocer, nos sentimos más tranquilos. Por ejemplo, cuando visitamos una ciudad que no conocemos, pero también tiene casas, edificios y calles como la ciudad en la que vivimos. En cambio, si vamos hacia un paisaje completamente distinto y desconocido, la situación puede ser diferente. Por ejemplo, estamos en la Antártida y aparece un animal que nunca hemos visto. Una de las reacciones naturales será el miedo.

La ignorancia y el miedo

martes, 30 de mayo de 2017

8 Consejos para alimentar el Alma


Todos necesitamos crecer como personas. De nuestro desarrollo personal dependerá nuestra felicidad y plenitud en el mundo. Por eso hoy nos gustaría ofrecer una serie de consejos para alimentar el alma.


Consejos para alimentar el alma

Nos enfocamos ya en una serie de consejos para alimentar el alma. Si está equilibrada, todo nuestro ser también logrará descubrir ese punto de plenitud que tanto necesita cada individuo. Por eso con esta información que te ofrecemos lograrás un espíritu fuerte capaz de hacer frente a toda vicisitud que se presente. ¡Tú puedes lograrlo!


Enfócate en los resultados

Medita o busca el medio para encontrar tu camino. No saber hacia donde te diriges es agotador. La sociedad te bamboleará de aquí para allá sin que tú sepas muy bien cuál es tu dirección. Acabarás haciendo lo que los demás quieren o esperan de ti. Sin embargo, en ese estado es imposible que te enfoques en los resultados. Y si no puedes, no dejas de ser una especie de rama mecida por el viento.

A veces puede ser una leve brisa agradable, otra un ciclón atroz. Sea como fuere, tú no tendrás potestad sobre tu propio cuerpo y mente. Así que planta tus poderosos pies en el suelo, busca tu camino con ahínco y camina en la dirección correcta. Enfócate en los resultados con todas tus fuerzas.



Bailar reconforta tu alma

La música armoniosa es capaz de relajar tu cuerpo y hacerlo mecerse al ritmo de sonidos agradables y llevaderos. Sin duda, la actividad física agradable es perfecta para salir de la apatía. La danza, los métodos movidos de meditación y el movimiento rítmico estimularán tu ánimo y tu confianza logrando convertir tu alma en un punto fuerte y vigoroso de tu ser.


Di que tú puedes

No solo sirve con que te enfoques en los resultados y la dirección correcta. Puede ser que veas el camino a seguir, pero igual te faltan las fuerzas para tomarlo. Así que di bien fuerte “YO PUEDO”. Porque tú eres una persona buena, válida y poderosa. Tu alma es bella y puede con todo. No desesperes, usa la paciencia y el sentido común. Pero no olvides que aquello que deseas, si lo enfocas bien, será tuyo. TÚ PUEDES.



El Yoga

Ya sea un yoga más o menos movido, es una técnica excelente para enfocarte y alimentar tu alma. Los movimientos, las posturas y la respiración harán que sueltes tensiones y dejes salir cuanto llevas dentro. Tras unas sesiones, notarás tu alma más vital, fortalecida y energética.
Nunca pierdas la fe en ti

Como ya hemos dicho, eres una persona válida, buena y valerosa, así que jamás pierdas la fe en ti. En este sentido, la meditación es una técnica ideal para reencontrar nuestro verdadero yo y seguir el camino que solo nosotros marcamos.


Guarda siempre una zona de seguridad

La Verdad que no cambia


Empecé buscando activamente (como yo la llamaba entonces) la "Iluminación", la "Auto-Realización" o el "Verdadero Conocimiento" en torno a los 16 años. Era impulsado por un intenso deseo de conocer la fuente de la vida, hasta el punto donde eso fuera humanamente posible.

Un día me imaginé que todo esto que danzaba alrededor de lo que estaba haciendo, todas estas cosas que a diario perseguía y exploraba, no tenían sentido ni fuerza si no conocía el verdadero significado de la vida en mi propia experiencia directa. Tenía este impulso instintivo de llegar a la fuente de todo, de conseguir algún tipo de dominio sobre mí y todas mis habilidades, de adquirir un profundo conocimiento con el cual todo lo demás sería comprendido inmediatamente y en su lugar apropiado.

En otras palabras: deseaba encontrar "la verdad que no cambia", para poder dar sentido a todo lo demás desde ese espacio de claridad.

Antes de este momento de querer realmente conocer la fuente de mi ser, yo ya había estado jugando un poco con el descubrimiento de las capacidades ocultas de la mente. Cuando era niño mis padres me ofrecieron seguir un curso de Control Mental Silva, que era básicamente una introducción a la meditación y el uso de todo el potencial de la mente. A lo largo de la escuela secundaria me olvidé un poco acerca de la pasión que sentía por ese misterio de la vida, pero en algún momento, tal como he descrito más arriba, estaba harto de la inutilidad de aprender y hacer cosas comunes que en realidad no parecían aportarme nada o proporcionarme más sentido a mi vida.

Todo el mundo parecía seguir ciegamente los caminos trazados por el sistema social. Nadie parecía hacer preguntas que tuvieran verdadero sentido. Yo deseaba liberarme de ese ciclo y descubrir la verdad, o al menos algo de sentido existencial para mí mismo.



El viaje y el deseo de compartir

No estoy seguro de por dónde empezar sin convertir esto en un libro difuso, así que voy a tratar de ser conciso y extraer de mi "historia de búsqueda" aquello que parece haber conducido más claramente hacia el desarrollo de la Conciencia Libre.

Yo era muy intenso en mi búsqueda. A pesar de que me faltaba la disciplina para concentrarme realmente en prácticas con las que no me sentía cómodo, era impetuoso y persistente en encontrar una vía eficaz hacia lo que fuera que estaba buscando. Quería conocer la verdad directamente, lo más rápidamente posible, sin necesidad de ornamentos adicionales.

Así que probé meditación, yoga, reiki, PNL, EFT, desarrollo personal, auto-hipnosis, afirmaciones, transformaciones, leí un montón de libros "espirituales", sobre cómo hacer el camino, cómo despertar, cómo estar en el ahora, etc. Continué la búsqueda y el descubrimiento de mí mismo en la India, conocí a muchos maestros y enseñanzas allí también, descubrí que tenía la capacidad de estar completamente deprimido, asustado como un niño desesperado en un estanque lleno de cocodrilos, completamente sin vida, sin motivación para hacer nada en absoluto, "porque, ¿qué razón hay para hacer algo? Nada funciona de todos modos".

Desde el principio y a lo largo de toda esta búsqueda y de las experiencias que venían con esa búsqueda, surgió y se desarrolló un deseo de crear algo eficaz para el resto del mundo. Algo que en realidad tuviera sentido y fuera accesible a todos, independientemente de su origen o interés. Me di cuenta de que mi mente comenzó a diseccionar y "ordenar" todo lo que pudiera obtener con el fin de elaborar una "estructura" más eficaz.

Cada libro, curso, enseñanza y maestro con el que me ponía en contacto, lo analizaba, comparaba con el resto de mi conocimiento, y lo probaba por un tiempo. Mi mente feroz estaba terriblemente activa en tratar de averiguar "la mejor vía" y qué era verdad y qué era falso. Estaba intelectualmente "asignándolo" todo y tratando de encajar todas las piezas del puzzle en su lugar correcto. Quería tener el cuadro completo, y encontrar una forma que realmente funcionara directamente, de forma rápida, eficiente. ¡Preferiblemente para todos!

Después de un tiempo se convirtió en una increíblemente compleja comprensión mental, conceptualmente precisa, pero intensamente sobrecargada. Al mismo tiempo, sin embargo, había una profundidad natural que podría intuir. Algo que se mantuvo estable a lo largo de toda mi búsqueda y todas las experiencias. Había algún conocimiento innato ocurriendo todo el tiempo. A veces esto se hacía más evidente que en otras ocasiones, pero siempre estaba allí "en el fondo".

Recuerdo vívidamente darme cuenta un día que siempre me sentía mucho más en sintonía con este profundo sentido de paz antes de entrar en una clase de meditación o de enseñanza, que cuando estaba sentado en el cojín o escuchando teorías complejas de diferentes niveles de evolución espiritual o desarrollo personal.

Gradualmente me di cuenta de que no importaba lo que hiciera, escuchara o lograra, siempre regresaba a donde siempre estaba de todos modos. Como dice el famoso refrán : "Donde quiera que vayas, ahí estás."

Este comenzó a ser más palpable y por un tiempo dio lugar a un estado de conflicto: "¿Debo confiar en esta presencia natural, o debo confiar en estos maestros y en esta demente comprensión conceptual que he reunido en mi mente que me dice que logre todo tipo de estados y experiencias?"


Un cambio de lealtad

lunes, 29 de mayo de 2017

Distracción y atención


Por norma general, se suele decir que el ser humano tiene un tiempo limitado de atención, y qué, inmediatamente después, su mente divaga y salta de una cosa a otra, impidiendo mantenerla más allá de unos pocos minutos de forma natural. La Wikipedia define este intervalo de atención como la capacidad que un individuo tiene para mantener su concentración en una sola tarea o estímulo, sin ser distraído por otros en su entorno, y se enfatiza en que la capacidad de enfocarse en un objetivo es muy necesaria para el aprendizaje, y para completar satisfactoriamente cualquier proyecto.

 En general, el intervalo de atención de una persona, por supuesto, será distinto para diferentes estímulos, ya que es más fácil, por ejemplo, que un niño preste atención por un largo intervalo a la televisión que a un discurso político. También se suele explicar, que, en general, un intervalo de atención demasiado corto reviste un problema, y, en casos extremos, puede ser parte de una patología o un trastorno del aprendizaje.

El caso es que, el hecho de que todos tengamos generalmente poca capacidad y poder de concentración, de nuevo, y por mucho que suene reiterativo, es producto de la manera en la que estamos hechos y programados.


Un potencial mental impresionante

La mente humana tiene un potencial increíble, enorme, inimaginable para nosotros, y la concentración y la focalización son herramientas que la vuelven poderosa y potencialmente inigualable a la hora de mover energía, de crear y manifestar, etc. La atención como herramienta es la capacidad de focalizar y mantener la concentración en algo, la distracción es la habilidad de los mecanismos de limitación humana de evitar que eso ocurra.

Así, la distracción está basada en una constante puesta en marcha de los programas de la psique para irse de un lado a otro, de una cosa a otra, de saltar de un escenario al de más allá, para mantenernos, esencialmente, sin poder focalizar toda nuestra energía y capacidades de forma natural en una sola cosa al mismo tiempo, algo que facilitaría enormemente la cristalización y materialización de los objetivos de cada uno, al menos en el aspecto práctico de la atención a una acción que estemos ejecutando. Esto es debido a que, donde pones tu atención, allá va tu energía, y dónde pones tu energía, allá va tu realidad, de forma que, estando dispersos en múltiples cosas y aspectos, y saltando regularmente en la mente de uno a otro, se dispersa esa energía, y, por lo tanto, se dificulta y ralentiza la consecución o finalización de cualquier cosa que tengamos entre manos.


El esfuerzo de mantenerse atento

¿Porqué nos cuesta tanto mantenernos atentos? Porque la mente y el ego, se “aburren” si no reciben estímulos constantes que le permitan mantener un alto estado de actividad y ajetreo, ya que mantener la atención en algo es como ponerlos en stand-by temporalmente, domando, dirigiendo y “estancando” estos procesos, y obligando parcialmente a acallar el ruido interior para estar por lo que hacemos, y eso, como todo, sigue yendo en contra de las rutinas básicas del ego, ya que cuando estamos atentos y focalizados hacemos que entre la consciencia necesaria para estar presentes “en algo”.

Y es que para estar atento realmente, hay que estar “presente”, para estar presente hay que forzar la existencia en el “aquí y ahora”, y eso es algo que la mayoría de mecanismos automáticos que tenemos no pueden o saben gestionar.


El poder de la voluntad para mantener la atención

El gran secreto


Voy a contarte una pequeña historia.
Historia que trata sobre ti.
La de tú vida.
Hace mucho tiempo decidiste experimentar la separación de ti mismo.
Eras Totalidad Perfecta y Serena
Dicha y Gozo sin nombre ni forma.
Por AMOR te mostraste como forma
Y a esa forma le concediste nombre.
Pero para que fuese más completa esta experiencia,
Decidiste olvidarte de quien eras realmente.
Y te diste apariencia de separación creándote un ego.
Este se encargaría de sumergirte en la dualidad,
De crear diferencias y que apareciera la sensación de individualidad.
Y creaste un tiempo y espacio para que este desarrollara todo su potencial.
Y así se dio la gran ilusión de la separación individual.
De que existían entidades separadas.
Cada cual con su propio ego y vida ajena.
Desarrollaste todo esto en Ti y a través de Ti.
Y realmente lo conseguiste,
Lo llevaste acabo de manera perfecta.
Pero dejaste una semilla de Ti,
Un leve y lejano recuerdo,
Como una fragancia que viene a tu pensamiento.

viernes, 26 de mayo de 2017

El Poder del Sonido y las Palabras



La cosmogonía de las diversas tradiciones religiosas y espirituales de la humanidad relatan el proceso creativo que se dió a partir del sonido. En oriente con la sílaba sagrada AUM (OM), en occidente con la orden que emitió Dios cuando dijo "hágase la luz, y la luz se hizo" descrito en el Génesis. 

Y así, nuestros antepasados utilizaron el sonido para comunicarse mucho antes del desarrollo de un lenguaje. Tambores, huesos, semillas, el trueno, el cielo, etc. Eran elementos importantes en la comunicación que tras siglos de evolución los vemos manifestado en nuestras palabras, la música y los medios de comunicación.

No hay duda del poder creativo del sonido, lo que decimos crea todo lo que se manifiesta en nuestras vidas.