jueves, 8 de junio de 2017

El Origen del Miedo


El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera.

Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.

Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto.

El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida.

Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones.

Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente.



OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA

que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo?: una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia.

Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora.

La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista.

Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo?
DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida.

Di siempre «sí» al momento presente.


ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO 

La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla.

Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.

Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser.

¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto?

Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.

La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

(Autor: Eckhart Tolle)




miércoles, 7 de junio de 2017

¿Te enfadan... o te enfadas?



Siempre he sentido la fuerza e importancia del poder de la mirada...

Si miramos con la mente... vemos lo que "sabemos"...

Si miramos con el corazón, vemos más allá de lo que en un principio parece...
Esta mente se puede ver como limitante y quedarnos ahí... o seguir y abrazarla como una herramienta para llegar a la activación del estado de "atención y/o observación" sin juicios y, por consiguiente, invitar a esas "verdades" de la mente a que "visiten el país de los paréntesis"...

Es aquí donde nace el respeto a lo que ES...a lo que cada cual es, ve, siente, vive, habla, piensa... etcétera... y, por supuesto, cómo lo vive...

Siento que cuando el enojo o la ofensa se cruza en el camino en realidad es la oportunidad de "pasarnos un antivirus" y hacer un acto de observación... Y también es el momento de ser consciente de que podemos TOMAR EL MANDO, elegir entrar en el juego o no, tomarnos las cosas como algo personal o no...

Veo que en la medida de la frecuencia de estos "cabreos u ofensas" podré ver en que estado estoy...

Si vivo enfado tras enfado (o sea, lo que se dice “amargao”), ¿no tendría más lógica pensar que es posible que la que tiene el problema sea yo?!!... Y lo más a tener en cuenta es que esto puede crecer hasta el punto de que te moleste hasta al viento que corre.

Es como cuando tienes la piel irritada y un pequeño roce te duele una barbaridad y simplemente "reaccionas"... Pues bien, creo que es en esa reacción donde puedes ver desde donde y como reaccionas... PUEDO VER COMO Y EN QUE PUNTO ESTOY YO!!, al igual que puedo ver como estas tú... Y a partir de aquí ocurren dos cosas:

1- Es a partir de este "daño" que TE DAS CUENTA de que esa parte de tu piel (esa parte de ti o de mí) esta en un estado alterado ("mal")... y es dándote cuenta como puedes identificar la "zona" a tratar.

2- El hecho de que alguien se manifieste en tu realidad en este estado de irritación no tiene nada que ver contigo!!!!... y que tu "roce" no es el culpable de absolutamente nada (roce que en muchas ocasiones ni se da, pues son interpretaciones de nuestra mente como ya he dicho antes).

Cuando pienso esto de las ofensas y enfados viene a mi cabeza un gran maestro, al menos para mí, me refiero a Jesús Cristo. 

El vivió lo que vivió en su camino a la Cruz, e incluso lo mataron... y no se tomó nada como algo personal!!!!... 

El veía más allá de lo que miraba... y aunque recibía insultos, desprecios y agresiones no se quedaba ahí...

La importancia de la simplicidad


Una vida más simple es una vida más feliz  


La felicidad no depende de las circunstancias externas; más bien, se la puede hallar en los placeres más simples de la vida y, sobre todo, en la dicha siempre renovada de la meditación profunda. […]

Sé feliz aferrándote a los sencillos, genuinos e imperecederos gozos del alma, que nacen de la reflexión profunda, la introspección, la inspiración espiritual y la meditación.


La vida moderna se está volviendo muy insatisfactoria; no depara felicidad. Existen demasiadas cosas, demasiados deseos. Más automóviles, vestidos y entretenimientos… ¡y más preocupaciones! Libérate de esas supuestas «necesidades» y consagra más tiempo a Dios. Simplifica tu vida. Sé feliz en la soledad de tu propio Ser.


El hombre moderno basa su placer en obtener cada vez más posesiones, y lo que pueda ocurrirle a los demás no le importa. Pero ¿no sería mejor vivir con sencillez, es decir, sin mucho lujo y con menos preocupaciones? No existe placer en trabajar demasiado hasta el punto de que no puedas disfrutar de lo que tienes. [...] El día llegará en que la humanidad comenzará a alejarse de la conciencia de que son necesarias tantas cosas materiales. Se obtendrá mayor seguridad y paz en una forma sencilla de vivir.


Simplifica tu vida para reducir el estrés y las preocupaciones financieras


Una vida material compleja sólo complace a los ojos y a la obsesión del ego por ostentar un rango social, pero pocos comprenden el alto precio que se paga por esas comodidades materiales. La esclavitud económica, el nerviosismo, las preocupaciones empresariales, la competencia desleal, la discordia, la falta de libertad, la enfermedad, el sufrimiento, la vejez y la muerte son la cosecha de una existencia centrada sólo en lo material. Mucho es lo que se pierde cuando no se dispone de tiempo para apreciar la belleza, la naturaleza y las numerosas expresiones de Dios en la vida.


Elige una vivienda adecuada, pero no mayor de la que realmente ne­cesitas y, si fuese posible, que se encuentre situada en alguna localidad donde los impuestos y el costo de la vida sean razonables. […] Vive en forma sencilla; disfruta de lo que Dios te ha concedido, y no busques los vanos o costosos placeres. En la naturaleza oculta de Dios existen numerosas cosas que pueden fascinar la mente del ser humano. Emplea el tiempo libre para leer libros que valgan la pena, meditar y disfrutar de una vida carente de complicaciones. ¿No es preferible, acaso, vivir con sencillez, tener menos preocupaciones y dis­po­ner de tiempo para buscar a Dios, en lugar de poseer una enorme casa, dos automóviles, deudas por cubrir a plazos y una hipoteca que eres incapaz de pagar?


En su infinita misericordia, Dios nos concede —a través de las diversas experiencias que se nos presentan en la vida— su gozo e inspiración, la vida y la sabiduría verdaderas, la auténtica felicidad y el genuino entendimiento. Pero la gloria de Dios se revela únicamente en la quietud del alma, en la intensidad del esfuerzo interior que realiza la mente para comulgar con Él. Es allí donde hallamos la verdad. En el exterior, el engaño es muy fuerte; muy pocas personas logran sustraerse a las influencias del ambiente exterior. El mundo sigue adelante con sus infinitas complejidades y sus variadas experiencias. Cada vida es diferente de las demás y debe ser vivida de manera distinta. No obstante, en todas las expresiones de la vida subyace la silenciosa voz de Dios, que nos llama incesantemente a través de las flores, de las escrituras sagradas, de nuestra conciencia, es decir, a través de todas las cosas hermosas que hacen que valga la pena vivir.


Dedícale tiempo a lo que es importante 

martes, 6 de junio de 2017

La creación del “yo observador”



Oír y ver cosas que están fuera de lo que nuestros sentidos captan está empezando a ser algo más que común para una gran parte de la población humana, desde aquellos que sienten la presencia de sus familiares fallecidos con total nitidez y claridad, hasta aquellos que perciben solapamiento entre realidades y cosas que están sucediendo que no tienen demasiada lógica para la mente racional. Es importante darse cuenta que son procesos que están yendo in crescendo, y que seguirán así, al mismo tiempo que rompen las estructuras rígidas de los sistemas de creencias de muchas personas que, hasta ahora, no habían contemplado nunca la posibilidad de que algo más allá de lo que sus sentidos físicos captan, pudiera tener una realidad objetiva.

El sistema de control está entrando en modo pánico, aunque suene exagerado, porque no pueden abarcar con los métodos tradicionales todo lo que se les está yendo de las manos. El solo hecho de que cada vez más personas busquen alternativas saludables para mantener su sistema físico y energético en buen estado, el solo hecho de que menos gente (pero aun mucha) crea en lo que sale en las noticias, el solo hecho de que empiece a ser normal cuestionarse todo lo que nos han explicado, son pasos hacia un cambio inevitable en las estructuras de la realidad, que aun avanzando a ritmo de caracol, avanza sin parar.



Abriendo brechas a la consciencia

A nosotros, mientras esto sucede gracias a los cambios que se dan en todas y cada una de las personas a nivel individual, nos toca seguir desmontando lo que tenemos “aquí dentro”, que impide tomar el control de lo que proyectamos “ahí fuera”. Para desmontar lo que tenemos en nosotros mismos, a nivel de programación, de patrones limitadores, de creencias falsas, y un largo etc. de componentes imbuidos en nuestra psique, hemos de seguir comprendiendo cómo funciona esta, y sacando a la luz aquello que, de alguna manera, abrirá alguna pequeña brecha para que flashes de consciencia pura, puedan alcanzar la psique y nuestra mente, y encontrar pequeños huecos para manifestarse e ir tomando el control del piloto automático que representa el programa ego, sus múltiples facetas y Yoes, y los componentes de la personalidad que de estos dependen.

Si en la entrada anterior habíamos hablado de que nuestra esfera de consciencia fue completamente revertida para obligarnos a desconectar la conexión interior con aquello que somos realmente, lo que no habíamos dicho es que esta conexión se ha mantenido siempre latente, pero inactiva, simplemente porque no se puede eliminar al 100%, sino es sesgando por completo el enlace entre ser y cuerpo físico, algo que solo ocurre al momento de la muerte.

Así, a pesar de no ser consciente de ello, siempre hay una forma que, desde el interior de nuestra propia esfera de consciencia, nuestro Yo Superior establezca un punto de conexión con uno de nuestros Yos, el Yo que usualmente llamamos el “yo observador”, según la terminología de Gurdjieff, que no era más que aquella parte de nuestra consciencia artificial, la que se genera en la superficie de la esfera de consciencia y que da lugar a nuestra “personalidad”, que es capaz de darse cuenta del caos y de los diferentes Yos y subpersonalidades que existen en uno mismo, y, además,  es capaz de darse cuenta de la otra parte latente que espera ser conectada: el Yo Superior.

Así, cuando este “yo observador” está listo para poder hacer de puente entre el ser y el resto de la personalidad, esta última parte de nosotros empieza a recibir, a veces de forma esporádica, a veces tras haberlo trabajado con técnicas de meditación, de introspección, o cosas por el estilo, esa energía desde nuestro ser que empieza a formar un enlace que proporciona un primer canal de conexión consciente entre la personalidad y el Yo Superior.



Construyendo al yo observador

Repaso al proceso de cambio evolutivo 2: realidades paralelas que convergen


Se dice que cuando una persona llega a la convicción de que las respuestas que busca están en su interior, y no fuera, ha llegado a descubrir uno de los secretos más anhelados y mejor guardados de todos los tiempos, pues, efectivamente, la conexión de nuestra personalidad con nuestro propio ser es la que nos proporciona el acceso a ese conocimiento, información y respuestas que, en general, todos intentamos buscar por todos los medios posibles en muchos otros sitios.

 Esto es así, como ya sabemos, por naturaleza, por programación, por diseño, ya que, cuando se modificó genéticamente el vehículo físico que usamos, el cuerpo humano, se modificaron también las estructuras mentales para orientar nuestra esfera de consciencia hacia el exterior, hacia el mundo material por completo, desconectando la parte que “miraba hacia el interior”, hacia nuestro ser, nuestro Yo Superior, y que permitía que fluyera la información y conocimiento necesario para poder gestionar la realidad y el camino de cada uno sin tener que recurrir a fuentes externas.

Luego, como todos sabéis, estas fuentes de información fueron copadas y usurpadas por las estructuras de poder que entonces limitaron, encerraron y forjaron los dogmas, sistemas de creencias, religiones y todo aquello que, a partir de entonces, daría al ser humano las respuestas que buscaba, aunque fueran distorsionadas respecto a la “verdad” interior que todo el mundo posee.


Un proceso de reversión a gran escala

Puesto que el acceso a nuestro ser se convirtió en algo que requería un esfuerzo y una cantidad de desprogramación enorme para que volviera a ser algo natural y fluido, pocas personas a lo largo de la historia llegaron a revertir por completo su esfera de consciencia y volver al estado “original” de conexión interna total mientras gestionaban su realidad exterior. Escuelas de misterios y esotéricas de la antigüedad guardaron este conocimiento y la forma de hacerlo, y solo lo transmitían a unos pocos que eran capaces de demostrar el tesón, la paciencia y la voluntad para deshacer en ellos lo que aquellos “dioses de la antigüedad” hicieron con todos.

Fast forward unos cuantos milenios y llegamos a la situación actual, donde se está volviendo a hacer imperativo que el ser humano recupere el control de su realidad y la conexión con aquello que realmente es, antes de que los ciclos que rigen las octavas macro de los procesos evolutivos separen por completo las dos realidades principales que existen ahora y que ya explicamos hace un par de artículos.



Realidades y sub-realidades paralelas

Si habíamos hablado de que actualmente co-existen dos macro realidades que habíamos llamado la “matrix 7.8Hz” y la “matrix 15,6Hz”, nos faltaba por ahondar e hilar más fino en el contenido de cada una de esas dos realidades, para explicar las subdivisiones o “sub-realidades” paralelas que existen en ellas y que también están cambiando.

Sabemos que existimos plenamente en una de esas dos “matrix”, vamos a poner la 7,8Hz (aunque su frecuencia base ahora sea 12, 13 o la que esté). Esta realidad tiene a su vez muchas sub-realidades coexistiendo dentro de ella misma, así, no solo estamos dentro de una estructura holográfica que nos une a todos en una misma matrix, sino que múltiples realidades paralelas también forman parte de ella. En un entramado de 4 dimensiones (tres espaciales y una temporal), existen 16 realidades paralelas principales, dentro de las cuales co-existen otras múltiples sub-sub-realidades.

Esto es complejo, pero un entendimiento básico de la idea bastará para comprender que no solo se están dando cambios en la matrix 7,8Hz en general, sino que muchas de sus realidades interiores están también “colapsando” y convergiendo entre si.



Unión y colapso entre realidades

Visualizad muchas pompas de jabón entrelazadas entre si, y todas metidas dentro de una pompa mucho más grande que las une a todas. La pompa grande y global es la realidad común consensuada para todos, y que tiene el término genérico de “matrix 7,8Hz” o “matrix 15,6Hz”, mientras que las pompas menores e interiores son las diferentes sub-realidades que conviven dentro de cada matrix.

En términos cuánticos, o en términos de las teorías que nos tratan de explicar el porqué de la existencia de estas realidades adyacentes con la nuestra, decimos que vivimos en un multiverso, pero para no liarnos, vamos a simplemente entender que esas pompas de jabón, están uniéndose, colapsando unas con otras, fundiéndose y convergiendo, para intentar dar como resultado una única macro-realidad para cada matrix, de forma que, luego, con una solo realidad macro por matrix, a nivel “global”, podamos saltar de la matrix “inferior” (la de menor frecuencia) a la superior (la mayor) de forma conjunta.



Soy consciente de que esta explicación es compleja, pero es lo que necesitamos para completar las piezas del rompecabezas sobre lo que está actualmente sucediendo respecto los cambios que estamos viviendo.



¿Y esto a que viene?

lunes, 5 de junio de 2017

5 formas de desarrollar tu intuición


Aunque creas que desarrollar tu intuición es algo muy difícil de conseguir, lo cierto es que como toda habilidad puede potenciarse y perfeccionarse. Es cierto que hay muchas personas que tienen un instinto muy poderoso de una manera aparentemente innata. Sin embargo, más que con una intuición acertada, en este sentido va a ser más importante la facilidad que tengamos para dejarnos llevar .

Desarrollar tu intuición te permitirá obtener determinados beneficios, ya que esta habilidad te ayuda a tomar buenas decisiones, resolver problemas, tener más éxito y advertirte de determinados peligros de manera rápida. Para ello, te presentamos 5 maneras con las que puedes empezar hoy mismo a impulsar tu capacidad intuitiva. ¿A qué esperas para ponerlas en práctica?


“La intuición es la lucidez que el corazón conoce y la mente ignora”.
-Anónimo-


1. Confía en tus corazonadas

Confiar en tus corazonadas es importante para terminar con una situación que no te agrada o tomar una decisión importante. ¿Cuántas veces has estado con alguien con quien solo discutías y sufrías? ¿Has estado alguna vez en un trabajo que no te gustaba y tu instinto te decía “déjalo”?

Las llamadas corazonadas cuentan con una ventaja muy importante. Al contrario de la toma de decisiones racional y consciente, no se ven paralizadas o saturadas por el exceso de información. En este sentido se da una paradoja y es que, al no trabajar solamente en el plano consciente o ser solamente un producto de este plano, sus designios pueden haber tenido en cuenta mucha más información. En este sentido, si tienes que tomar una decisión rápida, confía en ella antes que en el azar.



2. Cuidado con los prejuicios que empañan tu intuición

En ocasiones, desarrollar tu intuición no es fácil: una vez que crees estar poniéndola en práctica esta no ofrece los resultados que esperas. Esto puede suceder porque estás confundiendo los prejuicios que tienes con tu propia intuición. Los prejuicios son ideas preconcebidas sobre algo que están tan profundamente instaladas en ti que no sabes diferenciar si son tuyas o las has aprendido. ¿Cómo puedes dispersar esa niebla que provoca en ti esta confusión?


“Dos ojos vendados ven mucho más claro que una mente ciega”.
-Anónimo-.


Cada vez que ante una decisión tu corazonada te diga, por ejemplo, “esa persona no te conviene” tienes que pararte a analizar y reflexionar hasta qué punto se encuentra esto interferido por tus prejuicios o no. Incluso, fíjate si tus experiencias pasadas están provocando esa visión que ahora tienes sobre esa persona.

3. El Mindfulness puede ser un gran aliado

Seguro que has escuchado algo sobre Mindfulness y meditación, ambas técnicas que te permiten centrarte en el momento presente, calmar tu mente de pensamientos que no sirven más que para ofrecerte malestar y para prestar atención a matices de tu entorno que antes pasabas por alto.

El Mindfulness y la meditación te ayudan a conectar contigo mismo, a ser consciente de todos esos prejuicios de los que hablábamos antes y que no forman parte de ti, pero que has asimilado de acuerdo a la sociedad y la cultura en la que has crecido. Con paciencia y practicando todos los días, aunque sean solo 5 minutos, conseguirás liberarte de la ansiedad y el estrés, conectarás con el ahora, observarás tus pensamientos sin juzgarlos y serás capaz de escuchar tu voz interior, tu intuición.



4. Aprende a ser más empático

Indagación Auténtica


¿Qué es realmente la indagación? Ésta es una buena pregunta. Y como la mayoría de las buenas preguntas, es muy básica. La auténtica indagación es permitirte a ti mismo interesarte, aceptar esa carga ingrávida del interés. Todos sabemos lo que es indagar motivados por un interés intelectual ― preguntar por preguntar o porque piensas que deberías preguntar. Esto no es interesarse. Cuando algo te interesa, se mete dentro de ti. Se mete dentro del caparazón que impide que seas afectado o molestado, el caparazón que impide que sucedan cosas nuevas.

Entonces, al principio, para indagar profundamente acerca de algo, te tiene que interesar. Te tiene que interesar lo suficiente como para dejarlo entrar dentro del caparazón ¿Qué te interesa realmente? ¿Qué te atrae hacia el aquí y ahora, hacia este instante? ¿Qué es lo más importante para ti? Para que haya verdadera indagación, es importante preguntar acerca de algo que sinceramente te interese. La pregunta necesita ser personal, no acerca de una enseñanza espiritual o de algo que esté fuera de tu experiencia. Necesita ser algo que venga de tu interior.

Cuando algo te interesa, te interesa desde el interior. Muchas personas se imponen sobre ellas mismas ideas desde el exterior, pero esto no es indagación. Cuando te interesas verdaderamente, entras en una aventura amorosa con aquello que te interesa. A veces te lleva a la alegría, a veces a la confusión. No sabes qué hacer. No sabes hacia dónde estás yendo. Te sientes un poco fuera de control; estás dejando que este interés se meta bajo tu piel. Darse cuenta que te interesa tanto es lo más importante; de otra manera, puedes pasarte toda tu vida poniendo tu interés en lo que otra persona te dice que deberías.

Como mucha gente, tal vez temas averiguar cuán grande es tu interés porque ese interés podría despojarte de ti mismo ¿Cuál es la única cosa que importará al final de tu vida? Sin ella, dirías: "De eso se trataba todo y me lo perdí". Si tuvieses el mejor trabajo, muchísimo dinero, el/la amante perfecto/a, o cualquiera que sea tu ideal y de repente tu vida se acabase. ¿Qué quedaría todavía por hacer? De eso se trata todo.

Cuando encuentras ese tipo de interés, la indagación tiene cierto poder detrás de él. También encuentras tu propia integridad interior. Encuentras algo dentro de ti que es estable. Hay un lugar en tu interior que está dispuesto a ser un poco loco ― lo suficientemente loco para tomarse la indagación en serio y no considerar nada como sagrado. No considerar nada como sagrado significa que nada se asume como verdadero y que todas tus suposiciones son cuestionables. Cuanto más espirituales sean, más cuestionables son. En última instancia tus suposiciones más sagradas e indiscutidas acerca de ti, de otros y de la vida, son las que más hay que cuestionar.

Muchas personas encuentran que su espiritualidad los lleva hacia afuera. Piensan que están yendo hacia dentro porque han oído la enseñanza espiritual: "Indaga y mira en tu interior". Mientras tanto, están en las nubes buscando la experiencia espiritual de otro, buscando la experiencia correcta o buscando la experiencia que ellos creen que tienen que tener. Esto es ir por una dirección totalmente equivocada espiritualmente. Indagar es un medio para llevarte de vuelta a ti mismo, de vuelta a tu experiencia.

Cuando la indagación es auténtica, te trae a la experiencia del aquí y ahora, a lo más profundo de ella, empujándote dentro de ella. La pregunta te lleva de vuelta dentro del misterio de tu experiencia. "¿Que soy yo?"

sábado, 3 de junio de 2017

Yo Soy, el Yo Soy (DESAFÍO A LO EXTERNO)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS SIRVA.

DESAFÍO A LO EXTERNO.

A los amados estudiantes de la Luz les digo que consagrarse al Servicio Divino no es cosa vana. Ello quiere decir que han tirado el guante y desafiado al ser externo, lo cual hay que hacer en algún momento; cuanto más pronto y mejor se haga, tanto más pronto acabará. 

Pero el que la forma externa caiga al tropezar con un cable secreto puesto allí por el ser externo, no es excusa para no volverse a poner de pie y continuar serenamente.





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