lunes, 5 de junio de 2017

Indagación Auténtica


¿Qué es realmente la indagación? Ésta es una buena pregunta. Y como la mayoría de las buenas preguntas, es muy básica. La auténtica indagación es permitirte a ti mismo interesarte, aceptar esa carga ingrávida del interés. Todos sabemos lo que es indagar motivados por un interés intelectual ― preguntar por preguntar o porque piensas que deberías preguntar. Esto no es interesarse. Cuando algo te interesa, se mete dentro de ti. Se mete dentro del caparazón que impide que seas afectado o molestado, el caparazón que impide que sucedan cosas nuevas.

Entonces, al principio, para indagar profundamente acerca de algo, te tiene que interesar. Te tiene que interesar lo suficiente como para dejarlo entrar dentro del caparazón ¿Qué te interesa realmente? ¿Qué te atrae hacia el aquí y ahora, hacia este instante? ¿Qué es lo más importante para ti? Para que haya verdadera indagación, es importante preguntar acerca de algo que sinceramente te interese. La pregunta necesita ser personal, no acerca de una enseñanza espiritual o de algo que esté fuera de tu experiencia. Necesita ser algo que venga de tu interior.

Cuando algo te interesa, te interesa desde el interior. Muchas personas se imponen sobre ellas mismas ideas desde el exterior, pero esto no es indagación. Cuando te interesas verdaderamente, entras en una aventura amorosa con aquello que te interesa. A veces te lleva a la alegría, a veces a la confusión. No sabes qué hacer. No sabes hacia dónde estás yendo. Te sientes un poco fuera de control; estás dejando que este interés se meta bajo tu piel. Darse cuenta que te interesa tanto es lo más importante; de otra manera, puedes pasarte toda tu vida poniendo tu interés en lo que otra persona te dice que deberías.

Como mucha gente, tal vez temas averiguar cuán grande es tu interés porque ese interés podría despojarte de ti mismo ¿Cuál es la única cosa que importará al final de tu vida? Sin ella, dirías: "De eso se trataba todo y me lo perdí". Si tuvieses el mejor trabajo, muchísimo dinero, el/la amante perfecto/a, o cualquiera que sea tu ideal y de repente tu vida se acabase. ¿Qué quedaría todavía por hacer? De eso se trata todo.

Cuando encuentras ese tipo de interés, la indagación tiene cierto poder detrás de él. También encuentras tu propia integridad interior. Encuentras algo dentro de ti que es estable. Hay un lugar en tu interior que está dispuesto a ser un poco loco ― lo suficientemente loco para tomarse la indagación en serio y no considerar nada como sagrado. No considerar nada como sagrado significa que nada se asume como verdadero y que todas tus suposiciones son cuestionables. Cuanto más espirituales sean, más cuestionables son. En última instancia tus suposiciones más sagradas e indiscutidas acerca de ti, de otros y de la vida, son las que más hay que cuestionar.

Muchas personas encuentran que su espiritualidad los lleva hacia afuera. Piensan que están yendo hacia dentro porque han oído la enseñanza espiritual: "Indaga y mira en tu interior". Mientras tanto, están en las nubes buscando la experiencia espiritual de otro, buscando la experiencia correcta o buscando la experiencia que ellos creen que tienen que tener. Esto es ir por una dirección totalmente equivocada espiritualmente. Indagar es un medio para llevarte de vuelta a ti mismo, de vuelta a tu experiencia.

Cuando la indagación es auténtica, te trae a la experiencia del aquí y ahora, a lo más profundo de ella, empujándote dentro de ella. La pregunta te lleva de vuelta dentro del misterio de tu experiencia. "¿Que soy yo?"
te lleva directamente al misterio nuevamente. Si tu mente es honesta, sabe que no tiene la respuesta. Te preguntas "¿Qué soy yo?" e instantáneamente, aparece el silencio. Tu mente no sabe. Y cuando no sabe, hay una experiencia que está viva aquí mismo, ahora mismo. Te chocas contra la nada que hay en el interior ― esa nada, esa nada absoluta que tu mente no puede conocer.

La respuesta no viene en la forma de una descripción o de una frase; es una experiencia directa. Y esta experiencia, tu vivencia, siempre trasciende cualquier palabra o respuesta intelectual. De hecho, la verdad de tu Ser está trascendiéndose eternamente. Tan pronto como se proyecta a sí misma como una cosa, incluso como una profunda revelación, ya se ha trascendido. Así que, eventualmente, la indagación se agota. Tú te agotas a ti mismo. Tu ego se agota. Tu yo espiritual se agota. Lo agotas todo. Te has indagado fuera de todo esto y estás desapareciendo más rápido de lo que puedes reponerte.

Como dijo Nisargadatta Maharaj tan brillante y hermosamente: "La comprensión última es que no hay comprensión última". Cuando está en la cabeza es un increíble pedazo de comprensión; cuando está en el corazón, como dijo Buda, se extingue. Encuentras una experiencia viva del Ser, vacía de contenido, vacía de ti. Aquí es donde el despertar espiritual comienza. Esta es la respuesta viva de la indagación auténtica.


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