Se nos hace mucho más sencillo procesar información que recibimos de manera explícita, a tener que interpretar esos mensajes que se leen entre líneas, que se derivan de acciones o se relacionan a ausencias.
Muchas veces no queremos ver lo que en realidad ocurre y nos ponemos de barrera el hecho de no haber escuchado ciertas palabras, de no haber leído un mensaje determinado y terminamos restándonos la posibilidad de dar significado a aquello que ya sabemos, pero que nos cuesta aceptar, aquello que se nos ha dicho a través de eso contrario a lo que esperamos, a esas palabras que no escucharemos, ni leeremos, a esa presencia que jamás será tal.
No siempre obtendremos de los demás lo que queremos, pero siempre vamos a recibir una lección, siempre vamos a ganar una experiencia, así que si nos entristece la ausencia de alguien y no cabe por algún motivo que nosotros generemos un acercamiento, o al menos no como nos gustaría, aprendamos a aceptar y a rescatar de lo que no nos gusta, lo mejor.
La vida actúa de manera curiosa y muchas veces no logramos percibir que el no estar cerca de quienes nos gustaría, resulta en una verdadera ganancia, algunas veces se trata encontraremos el beneficio reflejado en uno o varios de estos resultados:
Nos enfocamos en cosas mucho más provechosas para nosotros.
Aprendemos a valorar la presencia de quienes queremos.
Con el tiempo nos preparamos para estar juntos de una manera más armónica, sana o conveniente.
Nos ahorramos tiempo de recorrer un camino que no nos llevará al lugar donde queremos estar.
Maduramos y aprendemos a darnos el lugar que nos corresponde.
Aceptamos que las cosas no siempre resultan como las esperamos.
Y de alguna forma, quizás no de forma inmediata, terminamos agradeciendo a la vida por lo que fue y por lo que dejó de ser en nuestras vidas.
En algunas oportunidades nos daremos cuenta de que podemos interpretar un mensaje como una negativa cuando es solo una invitación a esperar, pero como esto no lo sabremos en el momento, debemos soltar aquello que nos ancla y seguir nuestro camino ligeros de equipaje, confiando en que vamos en la dirección correcta y que lo que tenga que estar en nuestra vida, para hacernos crecer, para alinearnos con nuestra felicidad, para permanecer para siempre o por poco tiempo, estará y sin forzarlo.
Por: Sara Espejo
http://rincondeltibet.com/blog/p-si-estas-esperando-un-mensaje-que-no-llega-eso-tambien-es-un-mensaje-26431
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