Seguramente habréis escuchado en alguna ocasión que existe la posibilidad de controlar los sueños, y aunque es posible que alguna vez hayamos intentado hacerlo, lo más probable es que no lo hayamos conseguido. Lo cierto es que se puede llegar a conseguir, y aunque no todo el mundo tiene la capacidad, os vamos a explicar cómo controlar los sueños y de esta forma ayudaros a poder gestionarlos y disfrutar de una experiencia asombrosa y diferente que nunca antes habíais imaginado.
¿Se pueden controlar los sueños?
Esta ha sido una duda que ha intrigado a la humanidad durante mucho tiempo, y es que es cierto que hay personas que comentan que han conseguido dominarlos, pero lo cierto es que, por mucho que lo intentamos, en realidad no sabemos cómo hacerlo, y eso hace que al no poder comprobarlo directamente pensemos que esas personas no están siendo totalmente sinceras.
No ya sólo que no sean sinceras, sino que quizás piensan que lo están consiguiendo cuando en realidad tan solo es una ilusión y parte de un sueño, pero la realidad llega mucho más allá, y está demostrado que sí es cierto que se pueden controlar los sueños, y el cómo hacerlo dependerá de la persona y de su capacidad para poder entrar en un estado de conciencia durante el sueño.
Aprende cómo controlar los sueños siguiendo estos pasos
Como decíamos al principio del artículo, no todo el mundo tiene la capacidad de controlar sus propios sueños, pero incluso las personas que pueden hacerlo, si no llevan a cabo una serie de pasos como los que vamos a indicar a continuación, tampoco lo conseguirían, por lo que no os resistáis y probad estos consejos que os vamos a indicar a continuación, ya que sólo así conseguiréis saber si realmente el control de los sueños es una habilidad que tenéis o dejáis de tener.
Crea un registro con todos tus sueños
En más de una ocasión habréis estado soñando y, de repente, por cualquier razón os dais cuenta de que es un sueño, pero justo en ese instante, cuando empezáis a ser conscientes de que en realidad estáis soñando, os despertáis y ya no podéis hacer nada por volver de nuevo a soñar con el mismo sueño pero esta vez manteniendo la consciencia.
En ese instante volvemos a dormirnos pensando que podremos recordar lo que hemos soñado cuando nos despertemos del todo y empecemos el nuevo día, pero cuando llega la hora nos damos cuenta de que tenemos el sueño en la punta de la lengua pero no conseguimos acordarnos exactamente de lo que ocurría en él.
Por eso nuestra recomendación es que tengáis siempre a mano al lado de la cama un trozo de papel y un bolígrafo, de manera que, cada vez que experimentéis su sueño de este tipo, en el momento en que despertéis apuntéis los detalles necesarios que os permitan recordarlo. Cuando veamos las anotaciones por la mañana, lo que deberemos hacer es especificar mejor el sueño y de esta forma conseguiremos recordarlo y empezar a retenerlo en nuestra mente.
Si os da mucha pereza poneros a escribir estos detalles cuando estéis durmiendo, también existe la posibilidad de poner una grabadora y así no tendremos que preocuparnos de ponernos a escribir, evitando perder por completo las ganas de dormir.
Aprende a distinguir entre sueño y realidad
Cuando estamos despiertos es bastante extraño que nos encontremos en una situación en la que podamos saber si estamos despiertos o no, pero esto no ocurre así precisamente en los sueños, y es que, en el momento en el que empezamos a ser conscientes durante el sueño, lo primero que hacemos es plantearnos si de verdad estamos soñando o estamos despiertos, de manera que es el momento perfecto para realizar lo que se denomina “Prueba de realidad”, que básicamente se centra en una serie de trucos que nos permitirán saber si realmente se trata de una fantasía o de una realidad.
El truco más popular y quizás más utilizado es darnos un pellizco por ejemplo en el brazo, y en el caso de que no lo notemos, evidentemente estaremos sumidos en un sueño, aunque cabe destacar que este truco puede llegar a fallar, ya que nuestra mente puede incluso hacer que sintamos el pellizco aunque en realidad no nos estemos pellizcando.
Por ello, si el truco del pellizco no ha funcionado, también podemos recurrir a otros que se basarán en la observación de cualquier elemento que se encuentre a nuestro alcance. En la vida real podemos ver formas muy definidas y concretas y analizarlas sin ningún tipo de problema, pero en los sueños las cosas pueden distorsionarse e incluso llegar a cambiar de forma.
Esto significa que fijaremos nuestra vista por ejemplo en un jarrón, en una pantalla, un libro o cualquier otro objeto concreto y miraremos si con el paso del tiempo permanece totalmente inmóvil o se aprecian cambios de algún tipo que no son para nada realistas.
Otro truco es el de la lectura, y es que, si tenemos un texto a mano, en el caso de los sueños observaremos que nos cuesta leer el contenido o directamente se trata de un texto completamente incoherente.
De igual manera podremos realizar otras comprobaciones como mirarnos en un espejo en el caso de que haya uno cerca, abrir o cerrar grifos, intentar cambiar algo del entorno con nuestra mente, es decir, desde mover un objeto a hacer por ejemplo que aparezca algo determinado como un animal o una alfombra, etcétera.
Eso sí, hay que tener en cuenta que todos estos detalles pueden variar en función de la persona, es decir, de la misma forma que un determinado truco puede servir a alguien, quizás para otros no tengan utilidad alguna y viceversa, por lo que os recomendamos preparar una lista con todos estos comprobantes y los posibles variantes de manera que vayáis probando uno a uno para averiguar cuál de ellos es efectivo en vuestro caso.
Intenta volver al mismo sueño
Seguramente en alguna ocasión os habéis despertado y os habéis encontrado con que salís de un sueño fabuloso al que os gustaría volver, y en ese instante intentáis volver a dormiros para regresar de nuevo y seguir por donde lo habíais dejado.
En la mayor parte de los casos no lo conseguimos, pero en algunos sí es cierto que podemos volver a continuar el sueño, pero habitualmente cambia a otro de forma gradual y prácticamente sin que nos demos cuenta, lo que significa que realmente no lo controlamos y no hemos logrado realmente adaptarnos a esa recuperación.
Entonces, esto lo que demuestra es que sí se puede volver a un sueño que hemos tenido antes, pero deberemos aprender a controlarlo y mantener una cierta lucidez con el objetivo de evitar que pase a otro sueño diferente y, de esta manera, seguir disfrutando de la experiencia.
Para esto vamos a recurrir sobre todo al listado de sueños que habíamos escrito en el primer paso, de manera que localizaremos aquel que más nos guste y no sólo lo leeremos, sino que intentaremos volver a recordarlo con la mayor exactitud posible. Por ello es importante que, al transcribir el sueño cuando nos despertemos por la mañana, no sólo añadamos datos que nos ayuden a recordarlo, sino que intentaremos ser lo más específicos y explicar cada paso y cada detalle que haya podido suceder, incluyendo por ejemplo ese libro de color rojo que había en la parte derecha de una ventana, aunque a priori parezca que no tiene ningún tipo de significado ni relevancia en el sueño, pero son detalles importantes que nos van a ser de mucha utilidad para poder recordar cada detalle del entorno y, por tanto, del propio sueño.
El objetivo será leer todos los días ese texto e intentar recordar el sueño lo mejor posible justo antes de dormirnos, y una vez que cerremos nuestros ojos intentaremos recordar ese sueño, pero esta vez de una forma más gráfica, a la vez que haremos todo lo posible por movernos por lo que recordemos de ese escenario, consiguiendo así crear un dominio sobre el sueño aunque todavía no haya tenido lugar.
En estos casos puede ser de mucha utilidad recurrir a técnicas de relajación, ya que nos ayudarán a sentirnos más equilibrados e incluso a mantener la lucidez durante el sueño, de manera que evitaremos que nuestra mente se duerma del todo.
En resumen, lo que vamos a hacer es anotar nuestros sueños, especificar al día siguiente todo lo que ha ocurrido en el sueño, aprender a diferenciar entre la vida real y los sueños, aprender a relajarnos y mantener la lucidez, leer el sueño que queremos revivir justo antes de acostarnos y finalmente interpretarlo en nuestra imaginación haciendo uso de todos los recursos que hemos estado practicando y aprendiendo durante todo este tiempo.
Y recordad, si sois de las personas que están capacitadas para aprender cómo controlar los sueños, con estas sencillas técnicas y con un poco de práctica vais a poder disfrutar de experiencias increíbles, además de que también conseguiréis conoceros mejor a vosotros mismos, pudiendo incluso cambiar algunos aspectos de vuestra vida que a priori no os gustan o queréis perfeccionar.
http://maestroviejo.es/pasos-para-aprender-como-controlar-los-suenos
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