El objetivo de este texto es propiciar llaves para crear una dinámica de acercamiento a la Autorrealización.
La individualidad del SER dentro del círculo de pertenencia.
Venimos solos al mundo y nos iremos solos.
Somos por nosotros mismos, la identidad es propia.
Solo podrás activar tu sentido de manada cuando te reconozcas como individuo y sanes como individuo.
Sanar la célula individual.
LA CELULA INDIVIDUAL.
Este concepto nos figura un fractal de lo micro a lo macro, donde se reconoce a lo individual como UNO en sí.
Vinimos a sanar la célula individual.
Reconociendo la individualidad del ser, obrando con autenticidad.
Una vez comenzado este sendero…
El ser individual podrá integrarse al todo que es uno.
UNA UNIDAD.
Una sola misma unidad… como lo es él.
Se es una célula individual siendo uno consigo.
Se es una célula individual dentro de otra célula individual.
El conjunto de individualidades hace al todo UNA misma gran célula.
Autoconocimiento.
Trabaja para alcanzar una desidentificación con lo que nos ofrece el ego artificial, de lo contrario convertirás la sensación de seguridad y pertenencia que te da la cultura en dependencia.
La identificación con la cultura es el equivalente a la identificación con la personalidad, es aquello que da forma externa a lo que somos, un nombre, una apariencia, un carácter. El problema es tomarlo como determinante y que de esta forma haga a quien somos. Cuando en verdad esto conlleva un grado de impermanencia, ligado al estado de la materia y su proceso temporal de: nacimiento, degradación y muerte… Por lo tanto, podemos deducir que lo que hace a la esencia es algo más abarcativo y no tan puntal ni efímero. Hay que posicionarse para mirar el panorama desde afuera.
Nos acercamos al Verdadero sentido de pertenencia.
Sacando un poco la mirada de lo micro, de aquello que nos define en lo personal y cultural, y lo satisfactorio y seguro que puedes sentirte en tu círculo de pertenencia delimitado por tu zona de confort. Debemos alejar la mirada con los ojos de la despersonificación y trascender el estado de abismo, que nos produce el sentirnos entidades únicas, aisladas y solitarias; entendiendo que en verdad sí lo somos, pero hay algo más allá de lo que vemos que nos hace parte de una misma totalidad, que es la creación completa que nos aúna en un mismo todo, esa es nuestra verdadera pertenencia.
Podemos trascender esto, sabiendo que en realidad no es la cultura donde arraigamos nuestras raíces, este sentido pertenece al mundo de los hombres; si puedes deconstruir la cultura… Verás que no es necesario llegar al estado de desasosiego sintiéndote impertinente a una identidad colectiva; ya que nos abarca y contiene el propio UNIVERSO, el mismo que da vida a la integridad de la creación, aunándola bajo las leyes que hacen vibrar al todo en armonía.
Encontrar otro lugar desde donde percibir esta realidad, nos hace entrar en la sintonía de una vibración diferente. Nos situamos rodeados de creencias que construyen la VERDAD, que sostienen todos los acuerdos determinantes del paradigma que se esté atravesando, el cual cabe destacar, será siempre acorde a nuestro entendimiento y en pos de nuestra evolución tanto: Espiritual, Individual, como Especie y Energía.
El Ser Supremo en manifestación.
Cuando la persona logra evidenciar la construcción ficticia/ilusoria a cerca de quien ES, puede alejar este ruido de su mente y lograr ver en lo profundo para encontrarse con su Ser Supremo.
Vibrar en la voluntad del Ser Supremo nos hará conectarnos con nuestra esencia, donde radica el espíritu y donde se encuentra el valor específico que poseemos, para realizar acciones vinculadas a nuestra verdadera misión de ser, dando un sentido profundo a nuestra existencia y transición por esta vida.
Para poner en marcha la acción de dicho plan, entramos en conexión con nuestro Ser Creativo a través de la voluntad de nuestro Ser Supremo.
El Ser Creativo es quien contiene, la autenticidad del yo soy…. Su manifestación propone poner en práctica ese valor que te hace único, brillando en tu ARTE.
Disponer del ego como herramienta.