Hace unos días, en la página de Facebook, se hizo el siguiente comentario:
“Me parece muy interesante que nos compartas esta nota. Solo tengo una duda, cuando te refieres a los grupos que nos manipulan los mencionas con nombre y apellido, pero cuando te refieres “a los que nos asisten” no sé quiénes son, ¿me podrías indicar dónde puedo averiguar esto?”
Y yo respondía:
Es más difícil de definir, la estructura que conozco y que me han ido explicando a lo largo de estos últimos tiempos, nos habla de una mezcla de diferentes razas de otros sistemas que están involucradas con los cambios que se están dando en el planeta, y que les afectan también a ellos, ya que todo sistema está conectado con todo y cualquier distorsión en el nuestro tiene repercusiones. Así, parece que hay una coalición “pro-humanidad” compuesta de muchos muchos grupos, de algunos tengo algún nombre, de otros no. Además, hay jerarquías y seres que pertenecen a los planos no físicos de nuestro planeta que están también trabajando y asistiendo para lo mismo. Así que un buen pupurrí de ayuda de muchos niveles, clases, jerarquías y procedencias.
Creo que vale la pena explicar todo aquello que se me ha explicado sobre la estructura de la ayuda que tenemos, eso que podríamos llamar la “coalición pro-humanidad”, a groso modo, para que entendamos de dónde viene toda la asistencia que tenemos cuando en los artículos escribo “aquellos que nos asisten”.
Una petición de ayuda
Vamos entonces con el origen, ¿de dónde sale toda la ayuda? Sale de una llamada de Kumar (Gaia, Madre Tierra, diferentes nombres para diferentes culturas), hace mucho tiempo en nuestro tiempo lineal, pues se no “veía” (simbólico) cómo avanzar en su octava sin deshacerse de aquellos que intentaban gestionar y controlar la vida en el planeta.
Kumar, como Logos, ser y consciencia de la Tierra, puede liberarnos de todo cautiverio, puede hacer muchas cosas, pero igual que no usas una bomba nuclear para matar un mosquito, no interviene un Logos planetario para solucionar un tema entre razas o grupos que están evolucionando y tratando por sus medios de comprender y avanzar en sus procesos de crecimiento. A no ser que llegue un momento crítico, como lo hubo en el pasado, donde el propio planeta físico estuvo en peligro, no es el propio Logos el que tiene que dirimir con la situación existente en sus “dominios”, aunque ayuda y frena todo intento de ir mas allá de unos ciertos límites, así que se requiere que otros, en niveles evolutivos iguales o similares a nuestros “opresores”, tomen la iniciativa de hacerlo.
Bien, a partir de esa llamada de ayuda, diferentes grupos que estaban siendo afectados por las distorsiones planetarias, tal y como explicamos anteriormente y debido a nuestra pertenencia a un sistema superior, se ofrecieron para ayudar. Recordad lo que explicamos:
Porque como nos dicen aquellos que nos asisten en este trabajo, hay muchos sistemas implicados en este proceso. Todo nuestro sistema solar pertenece a un conjunto mayor que está regido por la estrella o sol central de la constelación que llamamos Pléyades y que llamamos Alcione. Todo funciona por ciclos, y todo funciona por jerarquías. El sistema al que pertenecemos tiene lazos, conexiones y está ubicado en una de las bandas de la estructura de este otro subconjunto estelar mayor. Como analogía, de nuevo, podéis visualizarlo como un átomo donde uno de los electrones cambia su carga, se desestabiliza, eleva y baja constantemente su energía, afecta a los otros átomos de su órbita y a veces se ralentiza respecto a la velocidad que necesita. Esto causa alteraciones no visibles para nosotros, pero si para todo el resto del conjunto, que han de ajustar y parametrizar constantemente los escudos, campos energéticos, líneas de fuerza, etc., etc. en todo el subconjunto solar mayor al que pertenecemos, por no hablar del resto de esferas planetarias del mismo sistema que también son parcialmente influenciadas.
Aunque aquellos en control de esas esferas planetarias ya toman las precauciones necesarias para que el sistema de vida en la Tierra no afecte mucho a sus propios procesos evolutivos, es inevitable que los vaivenes a los que estamos sometidos no les afecten. Para minimizar, y para equilibrar todos esos puntos, líneas, campos, sistemas y demás, otras fuerzas y grupos acuden, y realizan los ajustes que son necesarios según las directrices de equilibrio que sugieren las leyes cósmicas y universales y que son estos que os expliqué en el artículo anterior.
Otros grupos, por otro lado, llevan ya mucho tiempo aquí desde los inicios de la manipulación del sistema de vida en la Tierra, pero solo como observadores y teniendo agentes de campo, dentro del sistema, para obtener información y conocimiento de lo que sucedía. Hasta hace algunas décadas, no se formó por completo el grupo que tenemos ahora más allá de nuestra atmósfera trabajando por que esta ficha de domino caiga de la forma correcta, para que su empuje y el avance en su camino afecte correctamente a las otras esferas y sistemas con los que está conectado. Así, mientras el objetivo principal es suplir de ayuda a Kumar, esto no se puede hacer sin ayudar a la raza humana a que haga el trabajo que tiene que hacer desde dentro, ya que es la raza humana la que necesita avanzar, como parte de la vida consciente en la Tierra, la que va más retrasada en su evolución respecto a la octava planetaria, para que todas las fichas vuelvan a estar en orden y en sincronía.
Perdida de algunas oportunidades
A medida que los años han ido pasando, y se han ido abriendo y cerrando diferentes ventanas de paso evolutivo, han venido y se han ido diferentes oportunidades de cambio, y se han producido inicios y finales de diferentes octavas que no han podido ser aprovechadas para sacarnos adelante como raza, por lo que se ha tenido que incrementar la ayuda y la intervención más directa, de lo contrario, todo lo explicado sobre el equilibrio natural de los sistemas planetarios conectados entre sí, peligraba.
Esto ha llevado a que diferentes grupos con diferentes capacidades hayan estado yendo y viniendo hacia nosotros, para asistir; bien se trataba de hacer un ajuste en los campos de energía de diferentes partes de la estructura del planeta, bien se trataba de protegernos de la llegada de refuerzos para las razas en control, o bien se trataba de mantener estable alguna parte de la Tierra, etc., etc.
Todo eso, tengamos en cuenta, sin violar, o violando lo menos posible, el libre albedrío de la raza humana, que sigue sin darse cuenta, en su mayoría, de la situación en la que se encuentra, y, por lo tanto, y como una de las reglas principales de toda intervención extraterrestre, no se suele intervenir en grupos y razas que están avanzando en su propio camino evolutivo, y que están en desarrollo, pero, cuando esto pone en peligro y produce desestabilización de otros sistemas, entonces las reglas del juego cambian, y para el bien mayor de toda la comunidad exoplanetaria, la intervención es requerida, aprobada y permitida, siempre dentro de los límites que permitan a la raza humana seguir creciendo como especie, darse cuenta de su situación, revertirla, y salir de la misma por su propio pie, y entonces dar el salto evolutivo que hace tanto esperamos y deseamos.
Un poco más de tiempo para hacer los deberes