jueves, 14 de septiembre de 2017

La Comprensión es Todo


Una comprensión final

"Una invisible y sutil esencia es el espíritu de todo el universo. Eso es la realidad. Eso es la verdad. Tú eres Eso."
Chandogya Upanishad



El conocimiento expresado de forma tan directa en esta célebre frase (mahavakya) de los Upanishad: Tú eres Eso, se ha ido transmitiendo en diversas culturas, desde tiempos muy remotos, siempre señalando, de modos diferentes, que verdaderamente somos Eso, la unicidad, la sola esencia, el uno sin segundo. Yo, tú, aquello, todo es Eso...Y Eso que se señala no es un concepto más. En nosotros se hace patente como una realidad en esta sensación de presencia consciente que somos, que todo lo abarca, en la que todo surge. Es un constante ser pero al mismo tiempo es un constante conocer. Es inefable, insondable, pura consciencia sin esfuerzo ni elección. La investigación en ese yo que creemos ser, la comprensión de que ese "yo soy" está en el mundo pero es la llave que abre la puerta fuera de él, la puerta de la unicidad y de lo eterno, constituye el corazón de este mensaje.

Aún adivinándose en la esencia de todas las principales tradiciones religiosas y aún habiendo sido intuido por muchos grandes pensadores, este no ha sido nunca un conocimiento mayoritario. Aún estando abierto a todos, no a todos interesa... Realmente podría decirse que es un conocimiento de muy poca utilidad, teniendo en cuenta las cosas que habitualmente solemos andar buscando... No da para mucho. Es simplemente un conocimiento final. Pero cuando se comprende, uno se da cuenta de que todas las otras búsquedas eran también una búsqueda de Eso.

Hay un sinfín de prácticas y mensajes que parecen tener ecos de este conocimiento. Se centran en ayudarnos a vivir más saludablemente, en purificarnos, en relajarnos, en hacernos meditar o vivir con más atención etc., nada de esto tiene realmente que ver con la comprensión de la que estoy hablando. Hay incluso quienes aparentemente comparten este mismo mensaje, pero entremezclado con tantos conceptos extraños e inútiles y tanta acumulación de tópicos, que uno no puede sino dudar de la real comprensión del que lo transmite... Nos auguran un futuro más espiritual para la humanidad o nos instan a esforzarnos en permanecer en la presencia, en el ahora o un montón de majaderías similares... Todo esto también se aleja irremediablemente del prístino conocimiento que estamos señalando y entra por completo en el terreno de las terapias, yogas y otros caminos de realización personal. Todos estos sistemas continúan siendo como sueños en los que se sueña con una perfección y un despertar. En el mensaje del que hablo no hay tantos adornos ni matices.

 Más allá de él no hay nada más y en él no podemos hacer ni no hacer nada... Sin embargo, si estamos imantados hacia él, es sencillo. Siempre termina encontrándonos y desplegándose en nosotros. Cuando esto sucede, ya no nos abandona jamás y aún continuando después el mundo igual, nada vuelve a ser lo mismo. Todo ya es adecuado. Es una comprensión final, misteriosamente insondable y maravillosa.



Tú eres eso

Desde el punto de referencia de la consciencia relativa, yo y el mundo estamos separados. Consciencia y existencia son diferentes. Algo puede existir independientemente de que tengamos consciencia de ello. De esta manera, despertamos cada mañana a un mundo en el que nos sucederán un montón de cosas y haremos otras tantas... Esta es la vida y su apariencia habitual. Sin embargo, desde el punto de vista de la pura consciencia, el cuerpo y el mundo (a través de él) surgen en ti cada mañana. Esta es la realidad y no a la inversa. Podríamos decir que todo acontece y se despliega a lo largo del día en ese espacio despierto que somos. Todo le debe su realidad a esa Realidad. Como las imágenes en el espejo... ¿Son reales? ¿Son ilusiones? ¿Podrían existir sin el espejo?...

A este estar despierto, a esta básica sensación de ser y conocer, a esta presencia consciente yo la estoy llamando pura consciencia, pero es simplemente un concepto, un nombre más. En realidad es algo completamente indefinible.

Conceptos como Dios o divinidad están ya tan sobrecargados con significados y tienen para nosotros tantas y tan diversas connotaciones, que es muy difícil utilizarlos con claridad en este tema y, aunque son fundamentales, me parece mejor limitarlos al terreno de la devoción personal. Hay un momento en que las dos vías tradicionales que nos enseñan Eso: el conocimiento y la devoción, se armonizan, y ya estas dos inclinaciones aparentemente contradictorias no nos causan problemas. En ese momento, conceptos en principio duales como Dios etc. adquieren un significado nuevo e incluso pueden ayudarnos también a señalar lo no-dual.

Como todo lo que digamos estará siempre en el terreno conceptual y dual, una libre expresión de este conocimiento, será necesariamente contradictoria en algunos aspectos... El fundamentalismo en no-dualidad, lo único que manifiesta es un regreso a la mente y a la rigidez de los conceptos. Todo puede valer para señalar hacia nuestra verdadera naturaleza... Esta pura consciencia de la que hablamos, ha sido representada por muchos nombres y metáforas, según las preferencias de la época. Aun siendo muy sutil, está siempre a mano para ser degustada por los que la conocen y valoran. No es algo abstracto y neutro... ¿No puedes ver en este mismo momento, que la presencia consciente que eres, es una totalidad, por sí misma luminosa y viva?...

Sin embargo, como no es una cosa y sólo es una nada para el pensamiento, mejor no decir más sobre ella. Las consecuencias para nosotros de este Eso de los Upanishads o de esta "vacuidad cognoscente" del budismo, se podrían resumir en una sola frase: Este universo se resuelve a sí mismo. No hay, ni nunca hubo, una entidad, persona, ego o como se quiera llamar que sea real e independiente. Todo lo que creemos ser puede ir objetivándose hasta que sólo queda necesariamente el sujeto absoluto que es la pura consciencia.

Eso actúa y vive en nosotros, a través de nosotros y como nosotros. No hay nada más. Eso es todo. Desde nuestro punto de referencia limitado y condicionado todo parece incierto y caótico... Pero, ese mismo punto de referencia ¿No es una apariencia más en Eso? ¿Podremos fiarnos de sus conclusiones? Este cuerpo y mente son un conjunto más de pautas y ritmos determinados igual que una flor o un remolino en un arroyo... Cuando pensamos en nosotros y nos vemos como un yo en el mundo, no nos damos cuenta de que realmente sólo de vez en cuando a lo largo del día nos vemos así. El resto del tiempo todo ha sido verdaderamente como un río de experiencias y de vida impersonal que se ha ido desplegando y resolviendo por sí mismo... Ves constantemente antes del "yo veo", oyes constantemente antes del "yo oigo", haces constantemente antes del "yo hago"...

Este pensamiento que etiqueta algunas sensaciones o pensamientos o acciones, este punto de referencia que se va construyendo sobre la experiencia impersonal, es hasta un cierto límite necesario en el vivir, pero es también la puerta abierta al engaño. En cualquier caso, toda la belleza, la gracia, el amor y el poder de este gran universo, de esta vida, tiene un solo origen y un ser... Es un inefable océano de pura consciencia, aunque los requisitos de nuestro pensamiento nos induzcan a personalizar, más bien, todas esas cualidades.

Muchos dirán que este puro ser o conocer del que estoy hablando, está sólo en nuestra cabeza y que tendrá un final con este cuerpo y esta mente... Pero incluso esta misma afirmación ¿podría concebirse y formularse sin la consciencia? ¿Dónde aparecen tanto el cuerpo como los pensamientos?... ¿Qué los ilumina?... Es inconcebible algo fuera de Eso. Incluso la inconsciencia absoluta nos es inconcebible porque sólo es un concepto dentro de esta consciente y constante realidad. Que desaparecemos en una nada tras la muerte y todo lo que ese planteamiento implica: realidad del yo, del mundo, del tiempo etc. es una teoría exotérica o una explicación tan fantástica como la del cielo y el infierno o la de la reencarnación, pero careciendo del consuelo moral de estas últimas.

Este modelo determinado se romperá y se reabsorberá nuevamente en su origen, pero donde este modelo se está manifestando, lo que le hace vivir y conocer ¿tiene algo que ver con el tiempo? Los Upanishads muy bellamente señalan que el hombre sumido en el sueño profundo (o en éxtasis o samadhi) está "perdido en Sí-Mismo". La reflexión y la intuición sobre qué somos durante lo que son llamados tradicionalmente los tres estados de consciencia (vigilia, sueño y sueño profundo o sin sueños) pueden también ayudarnos mucho en esta comprensión de la vida y la muerte.

Cuando esta más alta realidad es reconocida como siendo la base inmutable de los tres estados de consciencia, podemos sondear que no puede haber real nacimiento ni muerte, ni principio ni fin en lo que somos. Por propia experiencia, si tratamos de recordar el principio de este "yo soy", no podemos acordarnos... Si pensamos en su final, sólo podremos hacerlo desde una suposición y con la ayuda de la imaginación... No hay más realidad que esta constantemente presente pura consciencia sin esfuerzo ni elección. La realidad de la vida (vigilia) es similar a la de un sueño. También los sueños son "reales" durante el soñar aunque ahora nos parezcan breves locuras. Todo son fenómenos y apariencias, pautas y ritmos... yo no estoy excluido de Eso. Soy una apariencia más en Eso...

"...desde Brahma a la brizna de hierba..."



La comprensión es todo

martes, 12 de septiembre de 2017

Lo Conocido, el Conocedor y el Conocer


De lo Conocido al Conocedor

El pensamiento Me considera como a un yo separado, nacido en un mundo, que se mueve en el tiempo y el espacio y que está destinado a desaparecer algún día. Como tal pensamiento Me considera como un objeto, una mezcla de pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones, compartiendo sus límites y destino.

De esta manera el pensamiento pasa por alto Mi naturaleza esencial y Me considera como un cuerpo/mente ―un hombre o una mujer, alto, bajo, pobre, rico, triste, alegre, inteligente, de veinticinco años de edad, etc.― que conoce o experimenta los objetos, a otros y el mundo. Sin embargo, una simple mirada a la experiencia demuestra que yo conozco el cuerpo/mente igual que conozco el mundo. Yo soy el Conocedor de la experiencia; el cuerpo/mente es lo conocido.



Cualidades del Conocedor

Yo conozco los pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones, pero Yo mismo no estoy hecho de pensamiento, sentimiento, sensación o percepción y por lo tanto me considero vacío, silencioso, transparente. Yo estoy presente y consciente y por tanto soy conocido como Conciencia.

Como tal, el pensamiento Me compara con el espacio abierto, vacío en el que surgen todas las apariencias. Al igual que el espacio físico no soy afectado por lo que ocurre o no ocurre dentro de Mí y, por lo tanto, la paz es Mi naturaleza. La paz no es una cualidad de Mí mismo; es Mí mismo, siempre presente en todas las circunstancias.

Al igual que el espacio vacío no tengo nada que hacer con las apariencias. No me importa si la mente está en silencio o no, si el cuerpo es joven, viejo, sano o no, ni lo que está ocurriendo en el mundo. Doy la bienvenida a todas las apariencias incondicional e imparcialmente.

El pensamiento tiene gustos y aversiones, pero a Mí ni me gustan ni disgustan estos gustos y aversiones. El pensamiento se resiste y busca pero yo ni me resisto ni busco el final de la resistencia o la búsqueda. Siendo vacío, ni siquiera conozco la resistencia y soy, por lo tanto, la propia felicidad sin causa.

Al igual que el espacio vacío, no comparto las cualidades ni el destino de los objetos que aparecen dentro de Mí; Yo no me muevo ni cambio cuando ellos se mueven y cambian; Yo no aparezco ni desaparezco cuando ellos aparecen o desaparecen; Yo no he nacido y no muero. El cuerpo y la mente están siempre de viaje pero yo nunca hago el viaje con ellos. Ellos viajan a través de Mí, pero yo nunca viajo en ellos. Yo soy el Conocedor inmutable y siempre presente de todo lo que es conocido.



Del Conocedor al Conocer

Sin embargo, al pensar en Mí como el Conocedor o el espacio testigo en el que surgen todas las apariencias, el pensamiento Me imagina separado de las apariencias. En realidad, soy más parecido a una pantalla, una con e íntimamente impregnada de la imagen que aparece en ella. De hecho, la imagen no aparece en ni está impregnada de la pantalla. No hay ninguna imagen independiente presente que sea "una con" o "impregnada de" la pantalla. Sólo la pantalla está realmente presente. La pantalla es la imagen que aparece. "Imagen" es otro nombre para la pantalla.

Del mismo modo, aunque el cuerpo, la mente y el mundo parecen existir por separado, deben su realidad aparente solamente a Mí. "Cuerpo", "mente" y "mundo" son sólo los nombres y formas que el pensamiento me da a Mí cuando he sido pasado por alto.

El personaje en una película sólo es real desde el punto de vista de uno de los personajes. La imagen sólo es real, como tal, desde el punto de vista ilusorio de la imagen. Desde el punto de vista verdadero y único de la pantalla, sólo la pantalla está verdaderamente presente y es real. No hay ningún personaje real ahí; sólo hay la pantalla.

Del mismo modo, yo soy todo lo que está verdaderamente presente y es conocido en toda experiencia. Todo lo que se conoce del cuerpo, la mente y el mundo es el conocer de ellos y yo soy ese Conocer. Es sólo el pensamiento el que extrae un "conocedor" y un "conocido" de la intimidad sin fisuras del Conocer o Experimentar. Sin embargo, el cuerpo, la mente y el mundo nunca son conocidos o experimentados como tales. Así que no podemos decir que hay el conocer "de ellos", sino que sólo hay el Conocer. Yo no soy el conocer que impregna toda experiencia; yo soy el Conocer que es toda experiencia.

Del mismo modo que, relativamente hablando, no vemos los objetos, y sólo vemos las modulaciones de la luz del sol, así mismo en realidad no conocemos los objetos como tales, sino que conocemos sólo modulaciones del Conocer. Sólo el Conocer es conocido realmente y es el Conocer (el) que conoce el Conocer. Yo solo soy y me conozco a Mí mismo. Esta ausencia de distancia, otredad o separación es amor. El verdadero conocimiento y amor son idénticos.



El Yo Separado Imaginario

La consciencia no se identifica con nada


A veces oigo a la gente afirmar que la consciencia pura se identifica con el ego, con el pensamiento o con el cuerpo. Lo que están diciendo efectivamente es que el Yo puro, es decir, eso que es consciente de todas las experiencias, cree que es un yo separado, un pensador, un elegidor y un hacedor de acciones. Pero el Yo puro, no cree ni piensa nada. Es lo que es consciente de los pensamientos y creencias que están surgiendo ― el "conocedor" de toda experiencia.

Este Yo no es contaminado ni afectado de ninguna manera por las perturbaciones de la mente. Es la esencia que permanece sin cambios, al igual que el agua en una ola no cambia por el movimiento de la ola. Inmutable, el Yo es el conocedor silencioso de todo lo que aparece en nuestra experiencia.

Lo que realmente sucede es que la atención se absorbe en el sistema de pensamiento del ego.

La atención es intrínseca a ser consciente. Podría ser considerada como el foco de la conciencia, que se centra en un aspecto particular de la enorme amplitud de la totalidad de nuestra experiencia. Su trabajo es atender (o prestar atención) a las cosas que pueden ser importantes.

La atención tiene dos modos básicos de operación. Hay un modo relajado donde todo está bien. Estamos a gusto, y la atención se mueve sin esfuerzo, de un posible interés a otro, sin ningún esfuerzo o control voluntarios ― atraída por el sonido de un pájaro, una picazón, una polilla volando. En este modo, nuestra atención no está pre-ocupada con quiénes somos ni con nuestro sentido del yo.

Entonces cuando notamos algo de interés nuestra atención se queda allí por un tiempo. Prestamos atención. Consideramos si esto puede ser importante para nuestro bienestar. ¿Necesito hacer algo? ¿Si es así, el qué? El enfoque de la consciencia está ahora en el tema en cuestión, y los pensamientos que estamos teniendo al respecto.

Si el tema en cuestión se considera importante para nuestro bienestar, entonces la totalidad de nuestra experiencia se divide en dos. Está este cuerpo, el organismo que necesita ser cuidado, y el mundo alrededor que puede ser necesario cambiarlo de alguna manera, o por el contrario impedir que cambie. Creamos un sentido de ser un yo individual que está pensando y actuando en el mundo. Pero este sentido de yo es, en última instancia, un conjunto de pensamientos y creencias. Es otra forma que surge en la experiencia, otra "cosa" de la que somos conscientes.

La consciencia no se ha identificado a sí misma con este sentido de yo. La identificación está en nuestro pensamiento. La consciencia misma sigue siendo, como siempre, el testigo silencioso de todas estas travesuras. Es simplemente consciente de ellas como lo sería de cualquier otro pensamiento o experiencia.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Las 10 lecciones de vida más importantes que nos ha enseñado el Dalai Lama


Pocas personas tienen tan buena energía y tan bonito impacto en el mundo como lo tiene el Dalai Lama, el líder espiritual del mundo budista. Su sonrisa sincera y su mirada amorosa son testimonio no sólo de sus creencias, sino de su sabiduría, su deseo de hacer el bien y sus incontables aprendizajes.

Es imposible hacer una lista de todas las cosas valiosas que nos ha mostrado el Dalai Lama… nos ha enseñado tantas! Descubre las 10 lecciones de vida más importantes que nos ha enseñado y aplícalas todos los días para ser más feliz, vivir mejor y empezar a cambiar el mundo para bien:

1. Comprométete con tu felicidad

Tu felicidad es 100% responsabilidad tuya, no de nadie más. Por eso, para ser más feliz y vivir bien, tú debes comprometerte con tu felicidad y hacerte cargo de ella en vez de ponerla en manos de alguien más.

Ten siempre presente lo que te hace feliz y ten claro lo que te aleja de tu felicidad. Luego, haz más de lo que te alegra la vida y reduce al máximo lo que te quita tu bienestar.
Responsabilízate de tu felicidad: tú eres el único que puede hacerlo!


2. Sé bueno y compasivo con los demás

La filosofía del vida del Dalai Lama se basa en tres pilares: el respeto, el perdón y la bondad con todos los seres. Si todos respetáramos a las personas, las perdonáramos y las tratáramos con bondad todo el tiempo, no habría ni la mitad de los conflictos que hay en el mundo.
Recuerda que todos somos uno: lo que le haces a los demás te lo haces a ti mismo… así que procura hacerles el bien!

Trata a las personas como te gustaría que te trataran a ti. Sé amable y generoso con todos, así no las conozcas. Llena tu vida de bondad y te convertirás en la mejor versión de ti mismo.

3. Busca la paz interior

Llena tu vida de paz y bienestar conectándote con el Universo y contigo mismo. Medita al menos una vez a la semana y haz afirmaciones de bienestar siempre que te sientas bajo de energía, estresado o aburrido.


4. Ponte en los zapatos de los demás

Cuando estés hablando o tratando con alguien, no sólo lo hagas desde tu punto de vista: ponte en los zapatos de los demás para aprender a mirar las cosas desde su perspectiva. Cuando haces esto,
Descubre las 10 lecciones de vida más importantes que nos ha enseñado el Dalai Lama y sigue su ejemplo todos los días para vivir mejor y empezar a cambiar el mundo para bien:

5. Nunca le hagas daño a nadie ni a nada

No le hagas daño a ningún ser vivo: ni a las personas, ni a los animales, ni a las plantas, ni a la Tierra…

No les hagas daño ni con tus pensamientos, ni con tus palabras, ni con tus acciones.


6. Cultiva tus amistades

La amistad es alegría. Haz más amigos y sé un mejor amigo para los amigos que ya tienes: Busca a tus amigos más a menudo; cuando tus amigos te busquen, responde; pasa más tiempo con ellos, frente a frente; ábrete ante ellos y muéstrate como eres; sé amoroso y sincero.


7. No dejes que la tecnología se convierta en tu vida

Las conexiones más importantes que tenemos en la vida no son la conexión a Internet, la conexión del cargador de tu computador o tu celular, la conexión a Facebook o a Instagram.
Las conexiones más importantes que tenemos en la vida son nuestra conexión con nosotros mismos, con el Universo, y con los demás.

Recuerda la importancia de conectarte con otros seres humanos: de hablar cara a cara con alguien mirándolo a los ojos, de darle un beso a tu pareja, un abrazo a un amigo, una sonrisa a un familiar, un saludo cortés a un desconocido.

No vivas la vida con la mirada clavada en tu computador o en tu celular: levanta tu mirada y sorpréndete con la belleza, el amor, y la alegría que te rodean.



8. Negocia en vez de entrar en conflicto o pelear

Vedanta, una filosofía que lleva al conocimiento


Podemos encontrar fácilmente la información básica del Vedanta, se conoce cono una filosofía que viene de las escrituras sagradas llamadas “Los Upanishads”, estos son la parte final de los antiguos textos conocidos como “Los Vedas”.


Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. 
Pablo Neruda


Veda significa conocimiento, y anta significa fin. Por ello se dice que Vedanta es la filosofía que lleva al fin del conocimiento, y también, la filosofía de la última parte de los Vedas.

Pero la reflexión es más profunda, la filosofía del vedanta y el yoga te hace reconocer cuándo hay expectativas adecuadas o cuándo te dejas tiranizar por fantasías. Vedanta trata con realidades objetivas sobre el funcionamiento del mundo para enseñarnos a vivir bien, sin necesidad de experiencias extraordinarias ni prácticas esotéricas o fenomenológicas, sino una visión de la realidad que se traduzca en una actitud adecuada sobre cómo vivir en tu vida cotidiana de la mejor manera.

Vedanta es un estudio que no habla de una felicidad basada en conseguir nuevos logros personales, profesionales o espirituales para verte feliz en el futuro, ni tener que vivir experimentado el éxito de manera constante. Vedanta muestra cómo la felicidad que buscas no se basa en conseguir más cosas, situaciones y personas, o deshacerte de ellas. Tampoco habla de una felicidad fruto de un proceso de perfeccionamiento, transformación y de mejora constante, lo que nos mantiene en una búsqueda infinita, simplemente descubrir que el buscador no está separado de lo buscado. Que lo que anhelas ser ya lo eres. Que lo que amas ser no está separado de ti.


Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una. Voltaire


Lo que crea esa distancia entre buscador y buscado no es otra cosa que el conocimiento incompleto. Vedanta te ayuda a reconocer la libertad que ya hay en ti mediante el análisis de las creencias que tienes sobre ti mismo, de la forma en la que te ves a ti mismo y como percibes tus capacidades.

En Vedanta, la meta del conocimiento no es intelectual, como el conocimiento limitado que adquirimos al leer libros; este conocimiento se refiere al conocimiento de Dios y de nuestra naturaleza divina. Por lo tanto, Vedanta es la búsqueda del autoconocimiento (o descubrimiento de nuestro propio Ser) y, por ende, la búsqueda de Dios.

El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices. Friedrich Nietzsche

domingo, 10 de septiembre de 2017

Yo Soy, el Yo Soy (VISIÓN INTERNA)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS AYUDE.

VISIÓN INTERNA.
La Visión Interna tiene el poder de proyectarse a la distancia que sea. De esta manera, ustedes pueden estar conscientemente presentes en dos lugares al mismo tiempo. 

El cerebro no es más que el vehículo de la Inteligencia Interna, el cual se ha provisto para que ustedes puedan tener esta experiencia. Cuando los seres humanos utilizaron mal el libre albedrío, se dejaron caer dentro de sus cuerpos físicos densos. 
Se puede estar consciente del centro de un lugar y, al mismo tiempo, de la periferia. 







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viernes, 8 de septiembre de 2017

Éste es un llamado para ti...


No busques afuera lo que está dentro de ti.

La magia forma parte de tu ser y de tu esencia.

Dedica unos minutos al día para conocer el maestro que hay en ti.

Eres perfecto tal y como eres. 

Debías afrontar y vivir cada uno de los momentos y situaciones con los que has lidiado, para ser quien hoy eres.

Hoy eres mas valiente, hoy eres mas amoroso, hoy recuerdas más quien eres y estás mas cerca de tu misión divina. Pero aún falta una cosa. Falta que te entregues de corazón a la misión que EL UNIVERSO tiene para ti y que tu mismo antes de venir al mundo aceptaste como tu misión divina.

Éste es un llamado que el cielo hace para ti. 

Recuerda quien eres. Recuerda lo que eres capaz de hacer cuando abres tu corazón y te permites fluir como el agua. Sabes que eres especial.

Si existe un momento para transformar tu vida, es ahora


Supongamos que nos encontramos en el momento justo de nuestra vida, aquel en el cual estamos plenos, conformes y serenos…donde sentimos que hemos alcanzado todo, que hemos llegado a la meta, que nuestra vida no necesita nada más…entonces pensamos que llegamos a una especie de límite. En otro caso, supongamos que estamos completamente insatisfechos, que por más que bregamos con nuestra vida, no encontramos aquello que buscamos, pasan situaciones, personas y cosas y nada nos llena por completo.


La emoción es la principal fuente de los procesos conscientes. No puede haber transformación de la oscuridad en luz ni de la apatía en movimiento sin emoción. Carl Jung


En los dos casos supuestos, la reflexión es sobre nuestra propia vida, no la mía o la del vecino, pareja, amigos…es tu propia vida. Así que en principio, la intención es promover la mirada interna, la auto observación, la internalización de lo que vivimos, pero especialmente, el reconocimiento de lo que sentimos, el registro de nuestras sensaciones, el percibir como nos sentimos con respecto a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestro espíritu.

Si logramos hacer una evaluación sincera, podemos sorprendernos con lo que vamos a obtener, no se trata de rapidez, ni de atino, no se es acertivo o no, sólo basta con saber descubrirse, con fundir el tiempo y el espacio en un instante de dedicación a uno mismo. No se trata de juzgarnos, de tratar de ocultar, de justificar o de explicar, se trata de no negar, de aceptar y observar, solo eso.


Contempla de continuo que todo nace por transformación, y habitúate a pensar que nada ama tanto la naturaleza del Universo como cambiar las cosas existentes y crear nuevos seres semejantes. Marco Aurelio


La transformación de nuestra vida, no pasa por una decisión trascendental, un viaje, una separación, una vida exitosa, la transformación parte, pasa y continúa por conocernos a nosotros mismos, la manera única y real de amarnos y aprender a amar a los demás.

¿Cuál es el mejor momento?…justo ahora, no hay nada que pueda impedirnos aprender de nosotros, para todo lo demás tenemos límites, horarios, condiciones y prioridades, pero para conocernos a nosotros mismos no hay lugar, no hay condición, ritual o cualquier otro requisito, solo la disposición plena a darnos cuenta de quiénes somos, lo que sentimos y lo que realmente deseamos dejar atrás.