viernes, 22 de septiembre de 2017

VIVIR CON CONSCIENCIA


Así como las grandes orientaciones de vivir bajo el ego son el miedo, la desconfianza, la queja y la búsqueda de la satisfacción en el exterior (entre otras), las de vivir con el mando consciente son la libertad, la confianza, la aceptación y el encuentro interior con lo que eres.

Libertad (ausencia de miedos)

La libertad no es lo que nos dicen los textos políticos; tampoco es lo que cree la gente bajo el influjo de los “programas informáticos” (de los sistemas de creencias elaborados bajo los auspicios del ego). La libertad es la ausencia de miedo. Esta es su única definición. Una persona libre es una persona que no tiene miedos. Cuando hay miedos no hay libertad.

Cuando se vive bajo el influjo del ego, el miedo está presente: miedo a la muerte, a la vida… Sin embargo, el Conductor que eres no tiene miedo a nada. ¿A qué va a tenerle miedo, si es divino, infinito y eterno? Tu existencia no tiene principio ni tiene fin; se despliega multidimensionalmente fuera del tiempo y el espacio, aunque encarnes en planos como este en que hay tiempo y espacio. Esto que realmente eres no puede tener ningún miedo. No puede tener miedo a la muerte, puesto que para ti es un imposible; y no puede tener miedo a la vida: la consciencia, tu sistema operativo en virtud de tu naturaleza, no divide ni fragmenta la vida; la asume en su integridad, en su totalidad, en su unidad.

Así pues, desde el Conductor que eres agarras por los cuernos el toro de la vida; te unificas con ella y te dispones a vivirla plenamente, gozosamente, dando igual que pegue o bese (como decía J. M. Serrat), que llueva o haga sol.

La libertad, la ausencia de miedos, abre la puerta a la confianza.

Confianza en la vida

Cuando vives desde el Conductor tienes plena confianza en la vida: en lo que acontece en tu vida y en la vida de los demás, y en todo lo que acontece en el mundo, en el universo, en la Creación. Porque sabes que todo tiene un sentido profundo, que todo encaja, que nada sobra ni falta, que todo tiene un porqué y un para qué en clave del desarrollo consciencial y evolutivo.

La mente no va a captar nunca este sentido profundo. Esto solo se puede captar desde el corazón, desde lo que realmente eres. Porque la mente no sirve para comprender, ver ni vivir la vida; no está hecha para eso. La mente no puede vislumbrar el sentido profundo de todo lo que acontece en la propia vida y en la de los demás, pero el corazón sí. El corazón no tiene que hacer un acto de fe o aferrarse a un dogma que le permita creer esto, sino que lo sabe. El corazón cuenta con una sabiduría innata, un discernimiento interior, que le permite percibir el sentido profundo de todo. Así pues, si vives desde el corazón sientes confianza, la cual imbuye toda tu vida.

Aceptación

De la confianza deriva la aceptación: ya no hay queja ante nada ni por nada. Si llueve, llueve; si hace sol, hace sol. Si la vida pega, la vida pega; si la vida besa, la vida besa. La aceptación no es resignación, no es impotencia, no es un “qué se le va a hacer”. Estoy hablando de la Aceptación con mayúscula, la cual es fruto de la Confianza.

Fin de la búsqueda fuera de uno mismo

Y desde la libertad, la confianza y la aceptación se acabó la búsqueda exterior de la satisfacción. Ya no hay nada que buscar en el exterior. Porque comprendes y sabes que ya lo tienes todo. Y te empiezas a dar cuenta de algo muy sutil, que también se le escapa a la mente: que una cosa es la felicidad y otra el bienestar.

El bienestar, el cual has perseguido durante mucho tiempo (en esta vida o en vidas anteriores), tiene que ver con la satisfacción de los deseos del ego en el exterior. Pero esto no es la felicidad. De hecho, la búsqueda exterior del bienestar lleva al sufrimiento, como hemos visto. La felicidad es algo muy distinto: es el estado natural de lo que eres. No está fuera de ti, sino dentro.

En cuanto se produce el recuerdo, el encuentro con lo que realmente eres, la felicidad emana continuamente, como el estado natural de lo que eres. Es, por tanto, una felicidad incausada. No tiene una causa que la motive; es tu forma de ser, de vivir. Ya no hay nada que la saque de su sitio, que la altere. El bienestar sí que tiene causas en el exterior, las cuales, cuando se dan la vuelta, convierten el bienestar en malestar. Pero la felicidad no tiene nada que ver con eso, sino que es consustancial al recuerdo de lo que eres.

¿Qué implicaciones tiene, en el día a día, vivir desde el mando consciente de la vida, imbuidos por los rasgos que acabo de presentar? Para saberlo, basta con que demos la vuelta al calcetín de lo que se decía al hablar de vivir la cotidianidad bajo el influjo del ego.

LA VIDA BAJO EL MANDO DE LA CONSCIENCIA

Invierte tu dinero en experiencias, no en cosas


Para la mayoría de nosotros el dinero es un recurso limitado. Sin embargo, los economistas están de acuerdo en que lo decisivo no es la cantidad que se ingresa cada mes, sino la forma como se administra y, en particular, en qué se gasta.

Es cierto que la mayor parte de los ingresos se va en solventar los gastos básicos. Luego, de uno u otro lado también aparece el dinero para comprar un nuevo celular, o un televisor con la pantalla más grande, o un jean que está en oferta. Las compras siempre nos emocionan un poco. Lo malo es que el entusiasmo pasa rápido.


“No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo”.
-Alejandro Dumas (hijo)-


Hay una rama de la economía que se llama “economía de la felicidad”. Ellos miden, entre otros aspectos, las relaciones que hay entre ingresos, gastos y sentimiento de satisfacción con la vida. Han detectado, con amplias evidencias, que más dinero no equivale a más felicidad. ¿Dónde está entonces la clave del bienestar?

El dinero y los objetos

Muchas personas invierten su dinero extra en objetos. Llegan incluso a hacer importantes sacrificios por obtenerlos: recortan de los gastos básicos o se endeudan con un sistema financiero de usura. Actualmente, sucede mucho con el teléfono móvil. Este ha dejado de ser una herramienta de comunicación para convertirse en un símbolo de estatus.



Hay una encarnizada competencia alrededor de muchos objetos que tienen cierto halo de fetiches. Además del teléfono personal, también están otros aparatos electrónicos. Y la ropa también, por supuesto. El automóvil cabe igualmente dentro de esa lógica. Todos esos objetos tienen un sello de marca muy fuerte. No tienes un auto, sino un BMW. No tienes un celular, sino un iPhone.

En la mayoría de esas compras influye mucho la comparación con los pares. Se elige una determinada marca, o un determinado objeto, para ser igual o mejor que alguien del entorno. Esos objetos definen a veces el sentido de pertenencia a un grupo, pero, paradójicamente, también marcan una tensión. Los objetos, especialmente si son de lujo, buscan imponer distancias.


El dinero y las experiencias

Los economistas de la felicidad están convencidos de que invertir el dinero en experiencias genera mucha más satisfacción que gastarlo en objetos. Lo han estudiado, lo han medido. Y esa es su conclusión.

Thomas Gilovich, profesor de psicología de la Universidad de Cornell, ha estudiado el tema durante varios años. Encontró que las personas se acostumbran con extrema facilidad a los objetos. Poco tiempo después de adquirirlos, comienzan a convertirse en algo rutinario, con escaso atractivo. En otras palabras, se vuelven aburridos. Lo rutinario no ayuda a ser feliz.

En cambio con las experiencias pasa todo lo contrario. Cuando son significativas, adquieren valor y lo incrementan con el tiempo. Las experiencias sí unen a las personas. Dos sujetos pueden tener el mismo iPhone, pero no sentirse, para nada, identificados entre sí. En cambio dos aficionados a la filatelia sí se sienten cercanos.

Si vas con alguien de compras, nunca estableces lazos tan estrechos como si vas con esa misma persona al cine, o a un viaje. En ese caso, ya no aparecen tensiones por la competencia, sino todo lo contrario: complicidad y solidaridad.

Invertir en la vida

jueves, 21 de septiembre de 2017

Qué Es la Oscuridad y Cómo Convertirla en una Luz Pura, Brillante y Hermosa


Hoy hablaremos de un concepto que tiene un gran peso en la experiencia humana: la oscuridad.

La vida en la Tierra parece muy oscura, ¿verdad? Parece que este sea un lugar medio abandonado en un rincón del universo donde casi no llega la luz, y donde todo es lento, pesado y difícil…

Parece incluso que “la oscuridad” tenga vida propia, y que se haya adueñado del control de lo que pasa en este planeta.

En parte, esta apreciación es acertada: hay algo en la Tierra que podría llamarse “oscuridad”, y determina con mucha fuerza lo que acaba pasando aquí.

Pero no es lo que parece a primera vista, y por esto es muy importante definirla y entenderla bien.

La oscuridad, en realidad, está llena de luz.



¿Qué Es la Oscuridad en Realidad?

Muchas veces definimos la oscuridad como “la ausencia de luz”. Esta es una de las definiciones más habituales. Creemos que la oscuridad es algo que no contiene luz.

Pero esta definición no es correcta.

La luz es la sustancia primordial que forma el universo. Todo lo que existe está hecho de luz.

Esto significa que no hay ni un solo punto en todo el universo que no tenga luz. No existe la “ausencia de luz”. Así que, si usáramos esta definición, tendríamos que llegar a la conclusión de que la oscuridad no existe.

Pero sí existe, ¿verdad? La vemos y la experimentamos cada día en nuestras vidas…

Una definición mucho más apropiada de oscuridad es “la presencia de una luz que no vemos.”

La oscuridad es luz, al igual que el resto del universo.

Pero es un tipo de luz que, de momento, no vemos.



La Naturaleza Profunda de la Oscuridad

Quizás de entrada puede parecer extraño que haya una luz que no se ve, pero en realidad es un fenómeno muy normal y conocido.

Como posiblemente ya sabrás, la luz es una onda electromagnética que puede tener diferentes frecuencias, y no todas las frecuencias son visibles para el ojo humano. De hecho, solo un pequeño rango de frecuencias lo es: desde los 380 THz a los 790 THz aproximadamente (la frecuencia de vibración de las ondas se mide en Hercios (Hz), y un THz son 1.000.000.000.000 Hz).

A las ondas que están por debajo de los 380 THz se las llama “infrarrojas”, y a las que están por encima de los 790 THz, “ultravioletas”; y todas son invisibles para nosotros.

Pero todas las ondas electromagnéticas son luz. No hay ninguna diferencia entre ellas más allá de la frecuencia a la que vibran. La diferencia está en nuestros ojos, que pueden ver unas sí y otras no.

Teniendo esto en cuenta, imagina por un momento que hubiera una habitación que estuviera iluminada únicamente por una lámpara de luz ultravioleta. ¿Cómo la veríamos si nos acercáramos a ella?

La veríamos completamente oscura.

¿Y cómo nos sentiríamos si pensáramos en entrar?

Seguramente sentiríamos miedo; o por lo menos, inquietud. Y seguramente no entraríamos: este es un lugar oscuro, y probablemente peligroso. Será mejor que me vaya.

En cambio, un ser que pudiera ver la luz ultravioleta, vería una habituación completamente iluminada. Qué lugar más luminoso y agradable, pensaría. Voy a entrar un rato.

Esto es exactamente lo que pasa en todas las situaciones de nuestra vida que parecen “oscuras”.

En realidad están perfectamente iluminadas, pero las ilumina una luz que aún no vemos.



Cómo Convertir la Oscuridad en Luz

El Significado Espiritual de los Terremotos


Hoy quería hablar del significado espiritual de los terremotos.

Es un tema mucho más profundo de lo que puede parecer a primera vista. Está relacionado con la historia de la humanidad y con nuestro camino en la vida.

Aunque quizás pueda sorprender la idea, la estructura física del planeta está conectada con nuestra conciencia: cambios en nuestra conciencia provocan cambios en la estructura de la Tierra.

Y esto son los terremotos: cambios en nuestra conciencia.

Y es importante entenderlo bien para comprender nuestra existencia.


¿Qué Es la Materia?

El primer paso para comprender el significado profundo de los terremotos es ver que hay una relación muy intensa entre nuestra conciencia y la estructura física de la Tierra.

Esto es algo que normalmente no tenemos en cuenta: normalmente tenemos la sensación de que el mundo físico y la conciencia son dos cosas totalmente separadas. Y lo cierto es que realmente lo parece: a primera vista parece que nuestra conciencia no afecta a la materia de ninguna manera.

Pero no es así: nuestra conciencia y la parte física de la vida están completamente unidas. Todo lo que pasa en nuestra conciencia afecta a la materia.

Y el motivo es muy simple: la materia es conciencia.

Cuando vemos un objeto, normalmente tenemos la sensación de que está fuera de nosotros. Pero es solo una apariencia. En realidad, el objeto está en nuestra conciencia.

Por esto a nivel científico aún no sabemos de qué está hecha la materia exactamente. Llevamos siglos buscando y no hemos encontrado la respuesta definitiva: a medida que vamos entrando en la materia, lo único que vemos es un enorme espacio vacío, y unas partículas cada vez más diminutas y escurridizas que no se dejan atrapar.

Mi opinión es que no las atraparemos nunca. Porque la materia no tiene existencia propia.

La materia es simplemente un subconjunto de nuestra conciencia.



La Conexión entre Nuestra Conciencia y la Tierra


La materia es una parte de nuestra conciencia, y por lo tanto, todo lo que pasa en nuestra conciencia, especialmente nuestros pensamientos y emociones, interactúa con la materia.

Lo primero que responde a nuestros pensamientos y emociones es nuestro cuerpo. En función de lo que pensamos y sentimos, nuestro cuerpo reacciona. De hecho, las enfermedades son una respuesta de nuestro cuerpo a los pensamientos y emociones que hemos ido acumulando durante tiempo.

Aparte de nuestro cuerpo, nuestro entorno también reacciona a nuestra conciencia. Esta reacción no es clara ni evidente (debe ser así para que la Tierra pueda cumplir la función para la que fue creada) pero, si nos fijamos, podemos ver que existe.

Las casas, por ejemplo, se deterioran más rápido cuando nadie vive en ellas. Las plantas crecen más cuando hablamos con ellas y las tratamos con amor. A veces nos sentamos al lado de una persona y nos sentimos bien (o mal) sin conocerla y sin hablar con ella. Y a nivel científico, hay experimentos donde las partículas subatómicas que forman la materia se comportan de manera distinta en función de lo que los científicos que hacen el experimento esperan de ellas.

La materia que nos rodea reacciona a nuestra conciencia, porque la materia es conciencia.



El Origen Espiritual de los Terremotos


Así pues, lo que pensamos y sentimos afecta a la materia de la Tierra: afecta a nuestro cuerpo y también a nuestro entorno.

Teniendo esto en cuenta, imagínate qué sucede cuando muchas personas piensan lo mismo: el impacto sobre la estructura de la Tierra puede ser muy grande.

Y esto es lo que pasa en los terremotos. Lo que sucede generalmente en estos casos es que la sociedad está dividida: una parte quiere vivir en el amor y avanzar, y otra se resiste a hacerlo. Unos tiran hacia un lado y otros hacia el otro, y esto al final afecta a la estructura misma del planeta.

Es como si hubiera un “escalón” en la conciencia global de la humanidad. Por un lado hay un grupo de personas con la conciencia elevada, y por otro lado hay otro grupo con la conciencia baja. Y, en algunos casos, este desnivel puede provocar una sacudida en la Tierra. (En un momento hablaremos con más detalle de en qué casos concretos se produce y en qué casos no).




Los Efectos de los Terremotos en la Humanidad


Los terremotos (y, de hecho, la gran mayoría de acontecimientos “impactantes” que suceden en la Tierra) se producen cuando hay dos grupos de personas con niveles de conciencia muy distintos.

El objetivo profundo del acontecimiento es que los niveles se igualen para recuperar el equilibrio. En este universo, todo lo que está desequilibrado tiende siempre a volver al equilibrio de una manera u otra.

Ahora bien, para que los dos niveles se equilibren hay dos opciones: que el grupo alto baje su nivel, o que el grupo bajo suba el suyo. Es decir, que el grupo alto se deje llevar por el miedo y baje su frecuencia de vibración, o que el grupo bajo conecte con su amor y aumente la suya.

Desde el punto de vista del universo, lo deseable es que el grupo bajo aumente su vibración; no a la inversa. El universo quiere que el amor aumente en la Tierra.

Pero la Tierra es un planeta de libre elección, y para respetar nuestra libre elección, el universo no puede forzarnos a amar; debe dejar que nosotros lo elijamos. (No entraremos hoy en este tema, pero esto forma parte de la función de la Tierra en el universo. Es una función muy hermosa y todos estuvimos de acuerdo con ella cuando decidimos venir aquí).

Así pues, por mucho que el universo desee que elijamos el amor y no el miedo, deja que seamos nosotros los que tomemos la decisión.

Y si te fijas, estas dos opciones, el miedo y el amor, son las dos opciones que aparecen siempre que hay un terremoto.

Cuando hay un terremoto, en primer lugar aparece el miedo. Los que viven el terremoto en primera persona, en general, sienten un miedo muy intenso. Y los que ven el suceso en las noticias, muchas veces tienen miedo de que algún día les pueda pasar a ellos.

Pero aparte del miedo, también está siempre presente la compasión. Cuando sufrimos y vemos sufrir a los demás, sale nuestro lado más tierno y humano. Nos ayudamos, dejamos de lado nuestros prejuicios y nos centramos en las cosas realmente importantes de la vida.

Y es nuestra decisión centrarnos en una opción o la otra.

Esta es la decisión que nos ha acompañado a lo largo de nuestra historia: el amor o el miedo, la luz o la oscuridad. Es el gran reto que siempre ha tenido la humanidad.

Y los terremotos, las guerras y todos los grandes sucesos impactantes son una manifestación externa de este reto.

Por encima de todo, son una invitación a amar y a conectar con nuestra compasión, pero es nuestra decisión hacerlo o no.


Qué Elegiremos, ¿el Miedo o el Amor?

miércoles, 20 de septiembre de 2017

"AMOR" México


Por favor, ayudemos a aquellos que se encuentran afectados
por el terremoto en México y también por huracanes en centro América y el Caribe. 

Al igual en Países como Colombia y Venezuela que están en transición, así también por lo que tu creas que lo necesite.

Conciencia Global en Desarrollo, no es una simple
frase. 

El mundo se encuentra en un momento muy delicado, la tierra y la
humanidad están cambiando de Estado vibratorio. 
Es necesario desarrollar la conciencia rápidamente para que esta se adapte a la nueva realidad que esta llegando.

Para que los cambios en el mundo se desarrollen en una
progresión geométrica. Y en un determinado punto serán tan rápidas y aceleradas que para que exista una adaptación a estas nuevas vibraciones será necesario reestructurar la conciencia.


Decreto 

"Invoco el poder de la Divina Presencia del creador en mi, 
eliminando toda la resistencia de mi inconsciente colectivo, neutralizando mis miedos,
armonizando completamente mi presente,
Enviando Amor. 

Eliminando las memorias emocionales, 
a través de la luz pura del "Yo Soy", 
Se solucionen todos los problemas. 

Dios en acción ahora, es la fuerza del AMOR.
Con ÉL todo es posible. 

Manifiesto con Certeza que todo es por el bien de la humanidad. Que Así Sea, con la luz del Creador."

ESTO ES LO QUE DETERMINA CÓMO Y DÓNDE REENCARNARÁS


SEGÚN EL BUDISMO Y EL HINDUISMO, ESTA ES LA FORMA DE ASEGURARSE DE QUE NUESTRA SIGUIENTE VIDA SERÁ AFORTUNADA

Si tomamos en cuenta a los budistas y a los hindúes y consideramos que más o menos el 25% de los cristianos cree en la reencarnación (aunque no es parte de su dogma), y que muchas otras personas de otras religiones hacen lo mismo, podemos pensar que un poco menos de la mitad del mundo cree en la reencarnación. Así que para muchas personas es algo sumamente importante saber qué pueden hacer para asegurarse una siguiente vida auspiciosa.

A continuación veremos qué nos dice el hinduismo y el budismo sobre los factores que determinan nuestras siguientes reencarnaciones e incluso la posibilidad de trascender la rueda de la muerte y el renacimiento, cuando se logra agotar el combustible que lo mantiene (el término nirvana tiene esta connotación: una vela que se apaga).

Todo lo que hacemos (karma) crea hábitos y los hábitos, a su vez, moldean nuestras nuevas acciones --esto es un contínuum que se mantiene incluso después de la muerte ya que los hábitos no necesariamente dependen de una sustancia material o burda; según estas filosofías, pueden existir de manera más sutil. Todos existimos dentro de una serie de patrones habituales (según el budismo, no somos más que hábitos que se cristalizan).

Los hábitos mantienen su existencia o subsisten a través de lo que se conoce como samskaras (en sánscrito). Samskara es un término complejo que es utilizado con algunas diferentes acepciones en el budismo y en las diferentes escuelas del hinduismo, pero en todos los casos juega un papel relacionado a la reencarnación y a la subsistencia de los hábitos que conforman nuestra personalidad.

La palabra samskara literalmente significa "hacer junto", "creado junto" o "acción conjunta" (uno de sus componentes tiene la misma raíz que la palabra karma, acción). Generalmente se traduce como "formaciones", "disposiciones" o "tendencias" (mentales). Puede también compararse con las "impresiones" de las que habla David Hume, que son el constituyente de nuestro yo, el cual es mayormente ilusorio, en el sentido de que no tiene continuidad e independencia fuera de estas impresiones, emerge con cada impresión.

Una buena traducción de samskaras es la de Herbert Günther, "constructores de realidad"; los samskaras son como los ladrillos con los que construimos y mantenemos nuestra realidad con una cierta solidez (aunque esta solidez sea ilusoria).



Patanjali, en los Yoga-sutras, habla de que las disposiciones mentales tienen un componente tanto psíquico como energético o pránico, el cual se imprime en ellas, con una de las tres gunas o cualidades de las que habla la filosofía del sankhya. De esta forma, los samskaras van imprimiéndose y constituyendo "los vehículos subconscientes del karma y son considerados factores causales para toda una serie de fenómenos psicológicos", dice Stephen Phillips en su libro Yoga, Karma and Rebirth. En su constituyente básico, los samskaras están compuestos de percepciones y las impresiones que éstas dejan (son la cocreación entre la percepción y el acto volitivo o deseo que coemerge con la percepción).

Patanjali, por ejemplo, sugiere a través de técnicas meditativas que se puede utilizar la calma-claridad mental (samadhi) para hacer que los samskaras se autodestruyan, de esta manera eliminando tendencias de nuestra mente inconsciente. En la filosofía del yoga, así como en otras de las escuelas del hinduismo, es el deseo (el apego a un fruto en un acto) lo que encadena a un alma a la existencia cíclica.

Bhikkhu Bhodi, monje de la tradición budista theravada, explica que en los sutras, en las palabras del Buda, el significado de los samskaras es el de "voliciones kármicamente activas", las cuales son condiciones por la ignorancia y son parte de la cadena de originación que produce la existencia cíclica, el samsara. En otras palabras, los samskaras (que a veces pueden usarse como sinónimos de karmas) son responsables de generar la reencarnación de los diferentes seres.

Existen aquí tres tipos de samskaras: corporales, verbales y mentales, los cuales pueden dividirse también en meritorios, demeritorios e imperturbables --estos son así calificados por su cualidad ética y en el caso de los samskaras imperturbables connotan también un entendimiento correcto de la realidad, un desapego al objeto.

En su aspecto más básico, los samskaras, alimentados por la ignorancia y el deseo, son lo que hace que un individuo reencarne, esto es, que se produzca un flujo de conciencia impulsado hacia la esfera del renacimiento, esto es, la identificación con forma y nombre y demás. Los samskaras meritorios pueden ayudar a que esta existencia ocurra en una esfera dichosa, como pueden ser los mundos de los dioses (deva-loka) o la dimensión de las formas sutiles (rupa-dhatu); los samskaras imperturbables logran renacer en la dimensión supersutil o informe (arupadhatu).

Aunque una mente sumamente pacífica, que ha cultivado el samadhi, puede reencarnar en mundos divinos de una paz que puede durar eones, esto no es algo que se busca, ya que se considera que ello ocurre debido al karma positivo, el cual en algún momento será consumido y el individuo deberá regresar a planos inferiores, en una casi interminable rueda. Lo que se busca es dejar de reencarnar o, en el caso de los bodhisattavas y los tulkus del budismo tibetano, hacerlo con completa lucidez, para el beneficio de los seres que sufren, habiendo ya conseguido un estado que trasciende la dualidad nirvana-samsara.

El budismo lo que busca es justamente morar en lo no compuesto, en lo incondicionado y el samskara es, por definición, lo compuesto, lo fabricado. En realidad, para el budismo, tanto nuestro cuerpo como nuestras sensaciones, percepciones y demás son samskaras. Todo el edificio de nuestro "yo" es una construcción de samskaras. El Buda, al despertar, famosamente exclamó que había descubierto al "constructor de la casa" y derribado todos sus fundamentos:

Habiendo buscado al constructor de la casa, 

he errado en el vórtice del samsara por incontables vidas, 

sin poder escapar de la muerte; el sufrimiento se repite siempre, 

en este volver y volver a nacer. 

¡Oh constructor de la casa, has sido descubierto!

Nunca más volverás a construir esta casa para mí. 

Todas las vigas se han quebrado, y se ha desplomado el techo.

Los agregados se han deshecho.

Mi mente ha alcanzado la destrucción de los apegos...

martes, 19 de septiembre de 2017

13 Tips del “Gurú de la Felicidad” Que Enseñan en Harvard


En Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, el curso con más popularidad y éxito enseña cómo aprender a ser más Felices.

La clase de Psicología Positiva dictada por Ben Shahar atrae a 1400 alumnos por semestre y 20% de los graduados de Harvard toman este curso electivo.

Según Ben Shahar, la clase – que se centra en la Felicidad, la Autoestima y la Motivación – les da a los estudiantes herramientas para conseguir el éxito y ¡encarar la vida con más alegría!


Este profesor de 35 años, que algunos consideran “el gurú de la Felicidad” destaca en su clase 13 consejos claves para mejorar la calidad de nuestro estado personal y que contribuyen a la generación de una vida positiva:



Tip 1. Practica actividad física: Expertos aseguran que hacer ejercicio ayuda a mejorar el ánimo. 30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

ejercicio

Tip 2.  Desayuna: Algunas personas se saltan el desayuno por falta de tiempo o para no engordar. Estudios demuestran que Desayunar te da energía, te ayuda a pensar y desempeñar exitosamente todas tus actividades y te ayuda a adelgazar. Desayuna !!

Tip 3. Agradece a la vida todo lo que tienes: Escribe en un papel lo que tienes en tu vida que te da felicidad. ¡Enfócate en las cosas buenas y da gracias!

Tip 4. Sé asertivo:  Pide lo que quieras y di lo que piensas. Ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y quedarte en silencio genera tristeza y desesperanza.

Tip 5. Gasta tu dinero en experiencias: Un estudio descubrió que el 75% de personas se sentían más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases; mientras que sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas materiales . ¡VIAJA!


Tip 6. Enfrenta tus retos: Estudios demuestran que cuanto más postergas algo, más ansiedad y tensión generas.

Tip 7. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados: Llena tu nevera, tu computador, tu escritorio, tu cuarto, TU VIDA de recuerdos bonitos, y fotos bellas.

Tip 8. Siempre saluda y sé amable con otras personas: Más de cien investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

No busques a alguien que te complemente, busca a quien esté contigo mientras te descubres


Solemos encontrar a alguien que de alguna manera u otra nos complemente y desde este principio asumimos que hay algo que nos falta, que tenemos algún tipo de vacío o bien que estamos incompletos.

Pero la verdad es que estamos completísimos, que todos estamos dotados de todo lo que necesitamos y aunque resulta mágico compartir con alguien más, la razón principal para hacerlo no debe ser de relleno o complemento.



Todos pasamos a lo largo de nuestro camino, un crecimiento profundo, paulatino, constante… Y especial es contar con una persona especial que nos honre con su presencia, con su amor, con su ser mientras nosotros nos descubrimos desde el corazón a lo largo de nuestra vida, de la misma manera en la que nosotros estamos dispuestos a estar para esa persona.

No serán necesarias las promesas de eternidad, siempre estaremos en presencia en la vida de alguien hasta que sea necesario, desde el punto de vista de aprendizaje, evolución y amor… No sabemos si alguien estará de manera fugaz en nuestras vidas, pero a través de esa persona aprenderemos de forma intensa cosas que pasarán a formar parte de nuestras vidas o si los para siempre se manifestarán en nuestras vidas… Y lo mejor es que eso no debería importarnos.




Debemos aprender a amar de manera desapegada, sin miedo a la pérdida, dándole al presente la atención que merece, amando, dando lo mejor de nosotros en cada momento, porque la única manera que tenemos de cuidar lo que queremos es justamente dando amor de calidad.

Cuando generamos necesidades, cuando pensamos que sin alguien no podemos continuar o estamos incompletos, nuestro ego comienza a tomar el control y el amor es sustituido por el miedo, por la necesidad de control y se pierde la espontaneidad, la honestidad y en ese camino comenzamos a confundir sentimientos, emociones y necesidades… El amor deja de ser amor.