La Llama Violeta es el regalo más grandioso del Universo para sanar el cuerpo, la mente y el alma. Es la llave que abre la verdadera magia de la vida. Y es la llave de la puerta de entrada a su Ser Superior y atrae la felicidad, la salud y la plenitud.
Aunque hay siete energías o rayos principales, la séptima, la energía violeta, es la que más vamos a utilizar, ya que en los últimos tiempos se hace necesario el uso de todas las herramientas que se nos han dado para llevar a cabo un trabajo de transmutación profunda en la raza humana, y las principales cualidades del rayo violeta son la Transmutación, el Perdón, la Misericordia, el Orden, la Liberación, y la Paz, cualidad esta que comparte con todos los demás rayos.
El VIOLETA contiene la vibrante energía masculina del rojo y la apacible y tranquila energía femenina del azul, por ende, tiene el poder de equilibrarlos en un Ser humano y posee las cualidades de ambos colores. Del rojo extrae la pujanza y la audacia, y del azul las vibraciones elevadas para percibir concepciones lejanas. Los Maestros han querido que la humanidad sepa que la combinación interna del Rayo Rosa y del Rayo Azul produce ese Rayo Violeta que tiene el poder de disolver y consumir todos los errores cometidos en esta vida y en existencias pasadas, así como los errores ocasionados por toda la humanidad.
Es el color de la madurez, del equilibrio, de la mentalidad pensante, de la lógica, y la razón. Funciona como un canal hacia el mundo espiritual, representa la transformación al más alto nivel espiritual y mental. El violeta nos ayuda a combatir los miedos y además tiene un efecto de limpieza frente a trastornos emocionales, por eso saber utilizar su energía puede traernos beneficios que repercuten en la salud física.
Nos conecta también con los impulsos musicales y artísticos, el misterio y la sensibilidad a la belleza y a los grandes ideales, inspirándonos sensibilidad, espiritualidad y compasión.
Transmutar es cambiar, variar la forma, apariencia o naturaleza; la mente es la que dirige, pero el corazón es el que carga con la energía creadora para su materialización. Así que si no estamos conectados desde el corazón con cada una de las palabras, lo que haremos será simplemente una repetición sin sentido que no creará orden alguno para generar cambios.
En un momento en que los grandes cambios en la Tierra se hacen evidentes, también se hacen necesarios cambios en la mente humana, en nuestra capacidad para afrontar problemas cotidianos, que utilizamos limitadamente… Queremos que otros nos solucionen el problema, que se nos dé información sobre lo que nos está pasando, pero luego nos cuesta mucho ponernos en movimiento nosotros mismos, y empezar a cambiar aquello con lo que no nos sentimos a gusto, nuestro karma, o las consecuencias de pensamientos y acciones pasados que nos rebotan sin cesar, pues los pensamientos, son energía, son conciencia, y quieren ser transmutados, ya que forman parte de nosotros y nuestra verdadera naturaleza es funcionar como una Unidad, de Pensamiento, Sentimiento y Acción.
Los problemas con nuestra salud, nuestra mente o nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás, a menudo surgen porque nuestra energía espiritual está bloqueada.
Así que, para obtener una sanación completa y una transformación de la conciencia será necesario un trabajo de procesar y perdonar, invocando la llama violeta, ideal para curar los problemas físicos y emocionales, mejorar las relaciones y ayudar al crecimiento espiritual; esto nos lo sugiere Saint Germain, quien es y ha sido por muchos años el guardián de la llama violeta. El sólo hecho de decir “La Llama Violeta”, “Maestro Saint Germain” o “Divina Presencia Yo Soy” en conciencia del Ser, todo el ambiente en todos los planos se tiñe de color violeta.
El uso de La Llama Violeta Transmutadora se conoce desde hace miles de años en los niveles ocultos, pero el Amado maestro Saint Germain y el Maestro El Morya, por un permiso especial otorgado por la Jerarquía Espiritual trajeron de los niveles esotéricos el conocimiento y uso de la Llama Violeta desde el 16 de agosto de 1930 en Mount Shasta por intermedio del Señor Ballard, quien bajo el seudónimo de Godfre Ray King, plasmó estas experiencias en los libros Misterios develados y La mágica presencia, y más adelante Pláticas del YO SOY, Instrucción de un Maestro Ascendido y El Amado Saint Germain habla.
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