domingo, 4 de diciembre de 2016

“Humanidad y Salto Evolutivo”


Este fin de semana pasado pusimos el punto y final al ciclo de conferencias que hemos denominado “Humanidad y Salto Evolutivo”, que durante todo este año nos ha llevado por diferentes ciudades de España y Chile, tratando de compartir todo el material estudiado, aprendido y comprendido a lo largo de los últimos meses, por todo el equipo de la EMEDT.

Como prometido, hemos grabado una de esas conferencias para poder subirla ahora a YouTube, y que esté disponible para todos aquellos que no habéis podido asistir en vivo a las mismas. 

Esperamos que el contenido de las charlas sirva para entender un poco más, y daros una pequeña pieza de vuestro rompecabezas particular, sobre el proceso de transformación que está viviendo el ser humano, sobre los procesos energéticos que lo rigen, sobre la forma de proceder a iniciar la transformación interior en cada uno de nosotros que lleve a la modificación de la realidad común.

Aquí os los dejamos esperando que sean de vuestro interés.

Primera parte:



Segunda parte:

viernes, 2 de diciembre de 2016

Cómo reconocer la Conciencia


Cuando le menciono a la gente por primera vez que trate de obtener un "sabor" de esta presencia natural que podemos llamar conciencia, a menudo les digo: Sólo deja de pensar por un segundo y ve lo que permanece...

De hecho, ¿por qué no lo haces en este mismo momento? Durante 5 segundos deja de pensar en cualquier cosa obsesivamente, y simplemente relájate. Sólo ve lo que permanece... observa que hay una presencia natural, que está ahí ya sea que surjan pensamientos o no. Un conocimiento natural, se podría decir.

Es entonces cuando te das cuenta de que hay algo que permanece cuando no estás pensando. Como un trasfondo que sólo está presente.

El objetivo de hacer esto no tiene la intención de motivarte para que detengas todo pensamiento o trates de mantener un estado de no-pensamiento de la mente. En cambio, ese momento inicial es sólo para ayudarte a reconocer la conciencia. Es sólo una introducción para hacerte consciente del hecho de que hay una presencia constante, natural, que no se ve afectada por los pensamientos, ideas y experiencias que son experimentadas dentro de esta presencia natural.

No creas tampoco que la conciencia, o tu reconocimiento de la conciencia, depende de estar sin pensamientos. Simplemente no es verdad.

Si en realidad crees que necesitas deshacerte de los pensamientos y las emociones para ser libre, entonces permite que este preciso momento sea el momento perfecto para terminar completamente con esa creencia :).

De hecho, es muy importante en este mundo de prisas y de caos, ser capaz de reconocer la conciencia incluso mientras se está pensando y sintiendo muchas cosas a la vez. Es crucial que todos lleguemos a conocernos a nosotros mismos como esa apertura que puede mantener su apertura enfrente de un gran caos.

La conciencia es siempre consciente, siempre simplemente presente.

Una analogía simple
¿Por qué les digo entonces que primero dejen de pensar? Es porque nos hemos acostumbrado tanto a estar interesados ​​sólo en nuestras formas de pensamiento, que pasamos por alto la verdadera base de toda nuestra experiencia.

Así que cuando dejamos de pensar por un momento, no tenemos nada delante de nuestra vista para distraernos, y así nos damos cuenta de forma natural de esa presencia sutil que subyace a todos los pensamientos. ¡Naturalmente, nos damos cuenta de que somos en realidad esa conciencia que permanece! Sorpresa: ¡no somos nuestros pensamientos!

Es como esto:

Cada Experiencia comienza en la Conciencia


La conciencia es el trasfondo abierto en el que aparecen todas las percepciones que conocemos. La conciencia está siempre aquí, independientemente de cómo nos sintamos o lo que podamos estar pensando.

El hecho de que la Conciencia está siempre aquí en la misma raíz de todas nuestras experiencias, hace que valga la pena conocer más acerca de ella. El hecho de que siempre está presente en cada una de nuestras experiencias, indica que hay una estabilidad dentro de nosotros que podríamos haber estado perdiendo en el caos de la vida cotidiana y en el hábito de la constante narración de historias.

Con el fin de familiarizarnos con esta estabilidad pacífica que está en la raíz de todas nuestras experiencias, podemos comprometernos a reconocer la conciencia que verdaderamente está presente en todo tipo de experiencias y situaciones. Consecuentemente nos confirmamos a nosotros mismos lo que ya siempre es/está aquí.

La atención relajada revela la presencia natural de la conciencia.

¿Cómo Reconocer la Conciencia?

En pocas palabras: Simplemente observa que algo está leyendo este texto ahora. Esto es generalmente un poco más fácil al principio cuando relajamos nuestras historias acerca de todo. Cuando nos relajamos, por lo general podemos notar la presencia de la conciencia con toda naturalidad. Nos damos cuenta de que hay algo todavía presente. De hecho, nos damos cuenta de que la vida sigue viviendo. O se podría decir: que todavía estamos presentes. No necesariamente como una historia, idea o personalidad, sino que una presencia natural está siempre aquí.

A partir de este simple reconocimiento inicial seguimos avanzando. Cada vez más empezamos a reconocer el hecho de que estamos presentes como conciencia. En otros términos: nos acostumbramos a confirmarnos a nosotros mismos que esta presencia está constantemente aquí, sin tener en cuenta la situación de cualquier momento determinado.

Cuanto más lo hacemos, más fácil y obvio se vuelve. Incluso en situaciones en las que no nos sentimos relajados, podemos empezar observando que también estamos presentes como conciencia.

Se descubrirá que esta misma conciencia no se ve afectada por los pensamientos y emociones que rigen nuestra experiencia de vida. La conciencia está siempre aquí como la presencia abierta que es consciente de todo lo que está sucediendo dentro de su propia presencia.

Incluso podemos comenzar observando que aún cuando nos sentimos deprimidos o muy felices, "eso que conoce" que estamos teniendo esta sensación de depresión o felicidad, ¡no es en sí mismo afectado! Las experiencias cambian, pero el conocimiento de ellas, es siempre libre, claro y estable.

La conciencia es la gran estabilidad que subyace en cada momento. Estamos aquí para ayudarnos unos a otros a descubrir esto en su totalidad.

(1) Cada Experiencia comienza ya con la Conciencia Perfecta

Manual para la Ascensión 6/12


CAPÍTULO 6 

TRES GRANDES MITOS: AMOR, VERDAD Y PODER


Una de las limitaciones causadas por negar su parte espiritual, es que pierden los beneficios del punto de vista más amplio, de esa parte. Como resultado, se les encaraman muchas distorsiones respecto a las cosas cotidianas. Así ha sido por miles de años y, como consecuencia, están prontos a mal interpretar algunos aspectos claves, de sus vidas. El vivir en la ignorancia ha sido algo apropiado para el pasado porque si hubieran sabido más, hubieran malogrado el juego, e invalidado esa parte del experimento que ustedes se propusieron lograr en este planeta. Pero ya llegó el momento de destapar la olla y les propongo que resolvamos tres grandes mitos: el amor, la verdad y el poder.



EL MITO DEL AMOR



El gran mito del amor consiste en que ustedes creen poder amar a alguien, a algo o, por lo menos, a ustedes mismos. ¡Nadie puede amar a otro! ¡Ustedes no pueden amarse a sí mismos ni amar a otros! ¿Por qué? Porque el amor no es un "hacer" sino un "permitir ser".

La mismísima energía, a partir de la cual este universo está construido, posee en sí misma una cualidad: una dicha de ser, una aceptación del derecho de todas las cosas para que sean y un deleite en la expresión de todas las cosas, a medida que ellas disfrutan su derecho de ser. Todos los seres provienen de la Fuente y tienen el derecho divino a experimentar y expresar su divinidad; y todos los seres tienen el derecho a disfrutar las expresiones de los demás; porque ellos en realidad no son más que uno sólo, aunque ingeniosamente disfrazados para aparentar estar separados.

El aceptar esta dicha y deleite de expresarse a ustedes mismos y a los demás, es una experiencia maravillosa y constituye lo que yo denomino "amor". Sin embargo, no pueden ustedes hacer dicha ni deleite. Sólo pueden permitirles ser, dejar que los barra, de cabo a rabo, como cualquier otra emoción. Y esta emoción no está condicionada, en realidad, a lo que cualquier otro ser esté haciendo; se basa en conocer y experimentar la divinidad que hay en él. Si alguien que conoces, está de malas pulgas, por ejemplo, aún así, está expresando su divinidad, aun cuando esa expresión no te entusiasme.

Así pues, el amor no es algo que hacer. Es la respuesta, desde adentro de ustedes, a una frecuencia particular de energía que fluye no sólo hacia adentro, sino también a través y alrededor de ustedes, de manera constante. Muchas cosas pueden hacer que ustedes se marchiten ante la energía relativamente sutil del amor. El miedo, por supuesto, les impedirá sentirlo y distorsionará el poco que sientan. El miedo no es el opuesto del amor. Es el guardián que custodia el portón y, sencillamente, no les permitirá sentir las altas frecuencias, en sus campos. El miedo se encuentra enraizado en sus sistemas de creencias o en sus opiniones acerca de la realidad, sin que tenga nada que ver con la realidad en sí misma.

El amor consiste en permitirse sentir esta energía respecto a ustedes mismos, respecto a los demás y respecto al universo en general. Comienza con la aceptación del derecho de ser de ustedes y el derecho de ser de los demás. Esta aceptación crece hasta convertirse en un aprecio por ustedes mismos y por los demás, de sus cualidades, dones y bondad básica. Y continua creciendo hasta volverse un deleite y una fascinación respecto a ustedes mismos y a los demás.

Así pues, ¿cómo dejar que esto les suceda?

jueves, 1 de diciembre de 2016

Si piensas que el silencio no es una respuesta… aún te falta mucho por aprender


Es muy común quejarnos y conocer de quejas, que tienen que ver directamente con el silencio como respuesta, generalmente causa un rechazo hacia los demás el no tener una respuesta clara y de alguna manera el silencio suele confundir de una manera impresionante.

Quizás sea esto lo que más molestia causa en las personas, que al tener silencio como respuesta, no podemos descifrar lo que estamos recibiendo, no comprendemos si realmente estamos recibiendo una respuesta, si debemos reaccionar, en muchas oportunidades desata furias, en otras confusión, en otras desesperación, el caso es que desde muchos ángulos, el silencio como respuesta queda descartado.


Ocurre que si no entendemos que el silencio es una respuesta directa, aún nos falta mucho por aprender en la vida. Guardar silencio es una manera de expresión tan atrayente, que en muchas personas remueve sus pasiones más ocultas y las interpretaciones más  descabelladas, pero es evidente que no sabemos aún que palabras poner en ese silencio que recibimos y curiosamente cuando llenamos ese silencio de palabras, nunca es a nuestro favor, para nuestro bienestar, por el contrario, asumimos de alguna manera que todos los pensamientos negativos que hemos tenido, respecto a esa situación, se hacen realidad y el silencio los evidencia.

Guardar silencio es una manera de responder, aunque tenga muchos matices, puede significar sensatez, calma, represión, mentira, desinterés o total atención, el silencio suele detener actos terribles, puede apaciguar ánimos de manera inmediata, puede reflejar madurez y capacidad de escuchar, no siempre tenemos que tener respuestas representadas en acciones verbales, en gestos, gritos y actos desenfrenados, si podemos reaccionar ante una lágrima, la entendemos, nos llega y nos activa, por qué nos cuesta tanto entender el silencio como respuesta?



El silencio es el único amigo que jamás traiciona. Confucio


De manera directa, podemos pensar que tiene que ver con nuestras interpretaciones, nos agobia el silencio porque ello significa que la respuesta la pondremos nosotros, según nuestros pensamientos e interpretaciones, cada palabra no dicha quedará a nuestra imaginación, esto se debe a la creciente e inagotable necesidad de siempre generar una reacción en los demás, de que sea una comunicación de toma y dame, cuando las mejores charlas parten del silencio, de las miradas, de las sensaciones, de esos espacios donde podemos decir lo que pensamos y dejar que el silencio actúe, sin interpretaciones, especialmente cuando ellas van orientadas hacia el sufrimiento.

Pensamientos de Mahatma Gandhi para reflexionar sobre la vida


Mahatma Gandhi, es uno de los hombres que ha promovido la paz con un alto impacto, a través de sus ideas revolucionarias. Lideró el movimiento de independencia en la India y se convirtió en inspiración de muchos para luchar por la libertad y los derechos humanos alrededor del mundo.


Sus pensamientos han recorrido la mayoría de los pueblos, con mensajes que invitan a la reflexión y la búsqueda de mejores condiciones de vida en todos los aspectos. Su humildad, su intención de defender lo justo, su visión de la vida, su sentido del humor y el amor definen a este hombre con tanta calidad humana. 

A continuación una recolección de su valioso legado:

La felicidad es cuando lo que piensas, dices y haces están en armonía.

Debes ser el cambio que deseas ver en el mundo.


La mejor manera de encontrarte a ti mismo es perderte en el servicio de los demás.

Casi todo lo que haces no tiene ninguna importancia, pero es importante que lo hagas.



Existen muchas causas por las cuales estoy dispuesto a morir, pero ninguna por la cual esté dispuesto a matar.

Si no tuviera sentido del humor, hace tiempo que me hubiera suicidado.

El débil nunca puede olvidar. Olvidar es un atributo del fuerte.

Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.
Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. 
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.


Hay dos tipos de poderes, uno es obtenido por el miedo al castigo, y el otro por actos de amor. El poder basado en amor es más efectivo y permanente que el miedo al castigo.

La fuerza no viene de una capacidad física. Viene de una voluntad indomable.




El conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que las separan.

Nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o ir tras un sueño



En la vida vamos quemando etapas, pasamos por todo y asumimos muchos roles, tomamos buenas y malas decisiones, elegimos caminos que recorremos o tomamos atajos, el caso es que vamos viviendo y asumiendo nuestra propia vida, con triunfos y fracasos, pero nuestra al fin.

En este escenario que protagonizamos, solemos tener sueños, ilusiones, metas, proyectos, planes o cualquier idea sobre lo que nos gustaría hacer, ser o donde llegar, muchas veces las alcanzamos, otras veces esta meta se va transformando y las prioridades cambian, nuestra vida va sufriendo cambios y nuestro cuerpo también, nuestros pensamientos se hacen más maduros, centrados o sensatos quizás, el caso es, que aunque vayamos quemando muchas etapas, nunca tendremos un límite para que renazca un nuevo sueño en nosotros.

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Ingmar Bergman


En su mayoría, las personas temen a la vejez, a los años, a perder la juventud, la potencia y ese dinamismo que caracteriza la etapa de la fuerza, donde somos llamados a implantar muchas metas, sin embargo, no nos damos cuenta que la etapa de la sensatez conlleva consigo, la sabiduría necesaria para emprender y experimentar nuevos sueños, que no hay ataduras, que nos hemos librado de la responsabilidad directa que asumimos en esa etapa de nuestra vida donde solemos asumir muchos compromisos, profesionales, laborales, familiares y de muchas índoles.

Siempre llegaremos a un momento en donde nuestras responsabilidades no nos agobiarán, los hijos crecerán, los nietos ya no serán tan constantes, el trabajo para vivir ya no resultará prioridad, la familia no nos perturba como pudo hacerlo alguna vez y aquellos problemas y pesares que nos angustiaron enormemente, pierden sentido, entonces podremos tomarnos el espacio de crear nuevos sueños, nuevas metas, otros intereses, otros deseos a cumplir…


Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.  Arthur Schopenhauer
 

Aunque puedas considerarte muy mayor para ciertos riesgos en tu vida, todo es cuestión de sensatez, evidentemente habrán cosas en la vida que no estarás dispuesto a sumir, por mucho que lo hayas deseado en algún momento, cosas que hiciste que de seguro ya no pensarás repetir, las energías comienzan a girar en torno a nuevos horizontes, la apreciación de la vida se torna distinta, pero esto no significa deterioro, por el contrario, significa verdadera valoración.

Cuando somos mayores, comenzamos a apreciar aquello que pasaba desapercibido, el valor de una caricia, una palabra sincera, la quietud del silencio y los descansos reparadores, conocer el mundo, experimentar nuevos placeres, dedicarnos tiempo, puede ser una nueva meta en nuestra vida, retomar esa paz y esa indagación propia y ser capaces de orientar y de alentar a los que siguen nuestros pasos.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Entender que lo que nos llevaremos es lo vivido, nos hace vivir lo que nos gustaría llevarnos


Puede que no reflexionemos mucho en relación a las cosas trascendentes de nuestro paso por acá, sin embargo, resulta de mucha utilidad hacernos consciente de que nada de lo que tenemos o creemos tener en nuestra vida nos lo podemos llevar, salvo justo lo que hemos vivido, nuestras vivencias, los recuerdos, los amores atesorados en nuestros corazones, las sonrisas que dimos.

No podremos llevarnos a nuestros seres queridos, no podremos llevarnos nuestro dinero, ni nuestras cosas, ni nuestros diplomas, ni esa colección que tanto nos esforzamos en alimentar. Esto puede entristecernos, nos puede hacer pensar que quizás no valga la pena esforzarse tanto, si a fin de cuentas todo queda acá, quizás con el aliciente de que lo disfrutarán nuestros hijos o nuestra pareja…


Pero si lo enfocamos desde el otro extremo, pensar en esto nos puede dar un gran impulso, nos puede hacer entender que puede que estemos viendo las cosas de manera equivocada, puede que no le estemos dedicando suficiente tiempo a realmente vivir, puede que estemos empeñados en coleccionar cosas y no entendamos que debemos coleccionar experiencias.

Pensemos en lo que nos hace feliz y qué estamos haciendo para acercarnos más a ello. Pensemos en nuestros afectos y en cuánto tiempo les dedicamos… No es tarde para hacer cambios importantes, nunca lo es, más cuando se trata de darle sentido a las cosas. Dejemos los apegos de lado, que no nos permiten disfrutar y nos hacen sentir el miedo de perderlos.



El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad. ― William Blake


Manual para la Ascensión 5/12


CAPÍTULO 5 

LA EXPRESIÓN DIVINA: EL CAMPO DEL ESPÍRITU


En el capítulo anterior hablamos acerca de cómo ustedes llegaron a dónde están. Ahora examinémoslo con un poco más de detenimiento. Todo es energía organizada; el ESPÍRITU no es una excepción. La Fuente es energía organizada y consciente, a una escala inimaginable. En su continuo juego para conocerse a sí misma, se fragmentó. Estas particiones son análogas a pensamientos inmensos (o planos de realidad) que interactúan entre sí. No poseen ni nombres ni formas que ustedes sean capaces de reconocer y, sin embargo, están conscientes de sí mismas, como parte de la Fuente y, también de sí mismas, siendo ellas mismas.

Imagínense muchos baldes de agua suspendidos en el agua; y que toda el agua sea consciente. El agua en un balde sabe que continuamente está intercambiándose con el agua que está afuera; sin embargo, en virtud del hecho de estar contenida, es consciente de sí misma como distinta del agua que está afuera. Por supuesto que los baldes son imaginarios pero son análogos a los campos que apoyan la energía; y el agua es análoga a la energía que los llena. Algunos campos son gigantescos --como por ejemplo, los campos planetarios o solares; y otros son diminutos en comparación, como el campo de un átomo; pero todos ellos contienen, y se nutren de, la energía de la Fuente.

En adición a su interactuar entre los campos, esta energía consciente se fracciona también mediante la característica de la frecuencia. Piensen en el teclado de un piano. Todas las notas individualmente están hechas de la misma cosa básica, vibraciones de cuerdas, pero cada nota, a su vez, implica y contiene todas las armónicas y sub-armónicas (las notas en la misma posición relativa, en las octavas superiores e inferiores). La Fuente se fracciona a sí misma, de maneras que son imposibles de describir, en estados de energía que reconocen su unidad y que a la vez son conscientes de otros estados de energía que conforman el todo. Cada estado de energía crea sub-armónicas de sí mismo, cada uno de las cuales, a su vez, está consciente de las sub-armónicas de los demás estados de energía. Así pues, el Espíritu de todas las frecuencias se conoce a sí mismo como la energía de la Fuente que es pura, juguetona y creadora.

En virtud de ser, el ESPÍRITU expresa la naturaleza de la Fuente a través de los campos que él genera y a través de la energía que irradia dentro de ellos. Tomen, por ejemplo, a Ariel. Algunos de ustedes conocen a esta energía como un arcángel. Ariel es la función responsable de proyectar el campo requerido para el campo físico --el campo conducente para la energía que es necesario para brindarle apoyo a la energía que penetra a través de él, al interior del plano físico. En ciertos puntos del campo, la conductividad se amplifica y el proceso es más eficiente, lo cual da como resultado la materia física o unidades de energía que se congregan y coagulan. En otras partes menos conductivas del campo, sencillamente no lo hacen. Y todo ello se sucede así, mediante un acuerdo consciente. Es así como el espacio fuera una forma de pensamiento colectivo que ustedes todos mantienen; pero, el sostener esta forma de pensamiento del espacio, es apenas una de sus muchas funciones. Y en cualquier momento en el tiempo, la energía que realiza esta función es distinta de la que era hace un instante. Ya ha cambiado mientras ustedes leían este párrafo.

Si te llamas María Sánchez, la energía que se desempeña como la función de María Sánchez (o cualquier otra función, en efecto), constantemente cambia. Ahora puede que la función de María sea la de explorar un aspecto de la maternidad, por ejemplo, el uso del poder en relación con un niño o con un padre enfermo, o una cualquiera del un millón de cosas que el ESPÍRITU desea explorar. También, y sin importar cuál sea la función, el mismo tema podría repetirse a lo largo de muchas encarnaciones desde una perspectiva ligeramente diferente en cada caso. Así pues, la función de María Sánchez amplía la causa de la Fuente, haciendo que la Fuente aprenda más acerca de sí misma. La personalidad de María y su yo-espíritu, conjuntamente, determinan cuán cerca ella va a estar de comprender su verdadera naturaleza como parte de la Fuente y, en consecuencia, de experimentar su indivisibilidad con todo y con todos los que la rodean.

Así pues, vemos el mundo del ESPÍRITU de dos maneras. Primero, el ESPÍRITU es energía pura y organizada, consciente de sí misma y de su unicidad. Bajo esta capacidad, él no hace nada; sencillamente es. Segundo, vemos al ESPÍRITU realizando ciertas funciones, por ejemplo, la de María, la de Juan, la de San Germaín y, por supuesto, la de Serapis. La energía que realiza estas funciones está cambiando constantemente. La porción del Espíritu que realiza la función de Serapis, por ejemplo, está cambiando todo el tiempo pero, aún así, entiende la naturaleza de la tarea y mantiene la apariencia de uniformidad y continuidad.

Perdonar no cambiará tu pasado, pero sí cambiará tu futuro


El perdón es una de las más útiles herramientas con las que contamos como seres humanos y forma parte fundamental de nuestras relaciones, incluyendo la que llevamos con nosotros mismos, siempre en algún momento de nuestra vida nos vemos expuestos a perdonar o a ser perdonados, el no saber utilizarla nos hace vulnerables ante la vida, cargándonos de sufrimiento, de culpa, de resentimiento, de ira y un sinfín de sentimientos y emociones que para nada resultan beneficiosos para nosotros.
Existe una idea errónea de lo que representa el perdón, muchas personas se niegan a perdonar porque piensan que con esto le están dando la razón a la otra persona, que sus motivos de molestia o sufrimiento son pocos o no justificados, que están cediendo poder, que se exponen a vivir nuevamente lo mismo que los agravió en algún momento, que la relación con la otra persona se ve forzada a ser como antes, que es un signo debilidad… cuando lo que es en realidad es un signo de fortaleza.

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Quien sabe perdonar tiene en su poder el mejor juego de la partida y es quien mejor usa sus cartas para beneficio propio, la persona que utiliza eficazmente el perdón, vive más libremente, que es a fin de cuentas lo que todos deberíamos buscar. Liberarnos de ataduras, de sentimientos negativos, de situaciones del pasado que pueden lastimarnos una y otra vez, es lo que nos promete un sincero perdón.
El perdón sana nuestras heridas, sana nuestro corazón, es consolador y liberador. Es la forma más sencilla de quitarle el control a una situación que nos genera dolor y  a su vez una vía directa hacia nuestro bienestar.

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Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta. ― Facundo Cabral
Cuando perdonamos no se trata de lo que piense o sienta la otra persona, si bien podemos perdonar porque no nos satisface ver el dolor que la ausencia de perdón genera en la persona que lo demanda, es mucho más sencillo pensar en nosotros mismos para concederlo, pensar que perdonando estaremos haciendo el mayor bien a nuestra persona, seremos el mayor beneficiario en esa situación y nos será más sencillo seguir adelante sin el peso que llevamos a rastras por no perdonar.

martes, 29 de noviembre de 2016

Manual para la Ascensión 4/12


CAPÍTULO 4 

ORIGEN DE LAS ESPECIES


Antes lo había dicho, y ésta es probablemente la más importante declaración de este libro, que "la verdadera naturaleza de ustedes es el ESPÍRITU". El "usted", acerca del cual ustedes creen que es el "usted", es apenas uno de muchos proyectados a lo largo del tiempo y en varios lugares de éste y de otros planetas, en universos que ustedes no han descubierto aún. Ahora, esto de ninguna manera minimiza a quien ustedes perciben el "usted". Por el contrario, ustedes son un ser inmenso, multidimensional, una expresión magnífica de la Fuente, la cual ustedes, brillante y amorosamente, labraron para que realizara la función de su espíritu. En ninguna parte, en ningún planeta de ningún universo, ha existido una creación como ustedes. Y el sólo hecho de saber que son parte de semejante empresa tan grande debería incrementar inconmensurablemente el significado de sus vidas.

En su calidad de este verdadero y sorprendente ser, ustedes decidieron que, debido a un propósito muy especial, encarnarían en este planeta y en este emocionante momento de su historia. El resultado de ello es, por supuesto, el "usted" del cual son conscientes. Nunca den por garantizado el maravilloso punto singular de consciencia que se encuentra focalizado en el aquí y en el ahora, y que es ese "usted". Con qué tuvieran la más mínima idea acerca del proceso mediante el cual ustedes existen, se quedarían asombrados de su poder. Así pues, traten de verse, a ustedes mismos, como el ESPÍRITU gozando de una experiencia humana, y no al contrario.

Ustedes podrían entonces preguntar: "Si realmente soy este inmenso ser, ¿por qué no lo sé, ni lo siento de manera alguna?". Bueno, dejen de leer siquiera por un momento y traten de sentir a su ser más grande, como una fuerza suprema e imparable que se imbuye a sí misma dentro de la realidad de la tercera dimensión, cual cuña gigantesca de energía, en la cual cada uno de ustedes, es la punta misma. Traten de sentir la fuerza energética masiva que está tras de ustedes, un poco borrosa para sus mentes, pero cristalizada en una perfecta nitidez de cuerpo, emoción y mente, allí exactamente en donde usted se encuentra sentado ahora. Si ustedes no son capaces de sentirlo, entonces imagíneselo y el yo-espíritu de cada uno de ustedes completará tal imaginación con dibujos, sentimientos, o sencillamente con el simple saber que así es (así es como lo hace en todo momento, de todas maneras). Y por favor, no sólo crean esto pues la creencia es la muerte súbita de su búsqueda de la verdad; una vez que ustedes creen, dejan de buscar. Si ustedes son unos escépticos, bien. Manténganse buscando hasta que ustedes finalmente se encuentren con su verdadero ser. Ustedes están allí, esperando por ustedes.

Pero retornemos a la pregunta: "¿Por qué no conozco el yo-espíritu que se supone que soy yo?". Eso necesita que hagamos un poco de historia.

Hace muchísimo tiempo, antes de que existiera la historia tal y como ustedes la perciben ahora, un número de seres no físicos, cada uno de los cuales es una entidad inmensa, por naturaleza propia, decidió colonizar un planeta para realizar una investigación en nombre de la Fuente. Uno de ustedes estuvo de acuerdo en brindarse como el voluntario que representaría la consciencia del planeta. El grupo ayudó a este ser para que sistemáticamente volviera más densa su energía bajando a través de las dimensiones. Mientras tanto, el resto de ustedes estaba concibiendo los diseños de las distintas formas probables de vida que ocuparían el planeta, diseños que quedarían codificados químicamente en lo que ustedes denominan el ADN. Y mediante sucesivos descensos de frecuencia, durante millones de millones de años, la consciencia planetaria irrumpió a través de una barrera de la energía, en la forma sólida que ustedes llaman ahora Planeta Tierra.

A lo largo de inmensos períodos del tiempo lineal de ustedes, estos seres crearon proyecciones de sí mismos, de energía de baja frecuencia, aunque en ese entonces ni se parecían a algo físico. Gradualmente experimentaron con formas, de inclusive, más baja frecuencia de sí mismos, hasta producir aquello, que los que poseen la visión síquica denominarían formas astrales de la quinta y de la cuarta dimensión. De nuevo durante millones de millones de años, ustedes, en su calidad de uno de estos seres, experimentaron aún más con el ADN, haciendo que la energía se volviera aún más densa, dentro de ondas estacionarias de energía, hasta conformar cuerpos de luz cuasivisibles. Por último, en un extraordinario acto de creatividad, ustedes irrumpieron a través de la barrera dimensional y crearon las estructuras físicas de partículas sub-atómicas, los átomos, las moléculas, en envolturas de ondas estacionarias concebidas también por ustedes. Aún podían disolver estas formas a voluntad y proyectar otras nuevas. Así jugaron durante períodos inconmensurables, sin que en ningún momento se identificaran con las proyecciones físicas, que iban en aumento. Ustedes sabían que estos cuerpos etéreos eran simplemente campos de energía que ustedes habían creado y adentro de los cuales ustedes irradiaban energía, simplemente para divertirse. A medida que ustedes querían ir más lejos, estas formas proyectadas se volvieron más visibles (asemejando a cómo hoy usaríamos ese término) pero no existía aún consenso para una forma. Aprecien ustedes la naturaleza juguetona de la Fuente, siempre empujando para ser más creativa y conocerse a sí misma a través de lo que puede hacer.

Para llevar el experimento más allá, decidieron dar un paso muy atrevido: proyectaron sus consciencias adentro de estas formas. Esto les permitió interactuar con ustedes mismos de una manera totalmente nueva, imposible de lograr dentro de las frecuencias más elevadas, en las cuales ustedes se conocían a sí mismos sólo como la unidad. Permitieron que sus consciencias residieran dentro de estas formas físicas que cada vez se volvían más densas, durante lapsos cada vez mayores. La consciencia ahora gozaba de dos ventajas: el de la quinta dimensión y el físico. Ustedes estaban totalmente al tanto, en cada forma, de sus propios seres, en la otra forma, sin que existiera percepción alguna de separatividad entre ellos.

Esta grandiosa fiesta de autoexploración era muy divertida. Se intentaron nuevos campos de energía. Por ejemplo, ustedes establecieron distintos campos para poder explorar separadamente los pensamientos de las emociones. Y, aún más importante, ustedes le dieron a sus proyecciones una cuasi-autonomía, una libertad para ser entidades por sí mismas, por derecho propio. Esta división en dos puntos aventajados, y simultáneos, se convirtió en el punto crucial de la historia (por este entonces, la historia equivalía a la de hace unos pocos cien miles de años). El estado de consciencia en cada una de estas formas autónomas estaba aún al tanto de su naturaleza espiritual y la separatividad no era ni siquiera una forma de pensamiento concebible, tal construcción mental ni siquiera existía. En este momento, su planeta era el bíblico Jardín del Edén. El concepto de muerte no era ni siquiera posible, porque si ustedes se aburrían en una forma física, sencillamente la desmaterializaban, enrollaban sus consciencias de vuelta a la frecuencia de la quinta dimensión y proyectaban una nueva forma. En el camino, cambiaron la proyección de energía por el proceso del nacimiento físico y acordaron una forma básica del cuerpo para la especie, la cual rápidamente estaba densificando su forma física. Sus leyendas están pletóricas de memorias antiguas de algunas de las variedades de formas que precedían a esta estandarización.

Durante miles de años, ustedes, como ESPÍRITU, gradualmente se fueron fascinando con la intensidad de las sensaciones posibles en estas formas físicas; sus campos emocionales y mentales se centraron cada vez más en sus campos más bajos en vez de en el campo del espíritu. La intensidad y la riqueza de la experiencia emocional fue totalmente avasalladora y las sensaciones, que provenían de estar en una forma densa, eran muy seductoras. Ustedes ya conocen la historia de aquí en adelante: el nacimiento del ego. Inicialmente intentaron que el yo-ego exterior actuara como la interfaz recolectora de información desde el plano físico, en nombre de sus yo, orientados por el espíritu, los cuales seguirían tomando las decisiones acerca de lo que era real y de lo que habría de hacerse en cada momento. A medida que el experimento proseguía por miles de años, el ego, orientado hacia afuera, comenzó a tener sus propias ideas acerca de la realidad y a acudir al yo-espíritu, orientado hacia adentro, cada vez menos y menos. El ego externo se volvió más fuerte y su identidad comenzó a cambiar desde los estados interiores hacia los estados exteriores del ser. Como resultado de este cambio, el ego comenzó a "ponerle color" a lo que él percibía y a juzgarlo como bueno o malo, de acuerdo con la sensación física. Así fue como el yo orientado hacia el interior comenzó a ser alimentado con información "pre-digerida".

La sensibilidad, emocional y mental, del ego hacia la energía del campo del espíritu se marchitó a medida que la energía del campo físico se convertía cada vez más en el punto focal. Aquellos dos puntos simultáneos de ventaja pasaron a convertirse en puntos separados de consciencia y el punto de ventaja de la frecuencia más baja, orientado hacia la fisicalidad, perdió de vista al punto espiritual. A lo largo de unos pocos miles de años siguientes, la brecha de percepción se fue ampliando hasta que el punto de ventaja más bajo empezó, bien a dudar de la existencia del punto más elevado, o a proyectarlo como si estuviera por fuera de sí mismo, como si fuera un ser externo. Así, ustedes fraccionaron su percepción acerca de quienes eran y se creó el concepto de los dioses, ya que la humanidad era incapaz de relacionarse con los inmensos y multidimensionales seres que eran parte de ella misma. La única manera de reconciliarse con las voces interiores, es decir, con los impulsos del ESPÍRITU, y el recuerdo de ser mucho más que un simple ser humano limitado, fue la de proyectar sus naturalezas inmensas, poderosas y plenamente amorosas, sobre unos seres que ustedes, como especie, crearon para tales fines. Ustedes seguían recibiendo mensajes y sintiendo amor a partir de sus yo-espirituales internos pero los adscribieron como si vinieran desde sus dioses externos.

Para finalmente hundir la cuña de la separación entre el Espíritu y la personalidad, ustedes concibieron un brillante velo: la vergüenza (la culpa). Construyeron las vibraciones de la vergüenza adentro de las mismas células de sus cuerpos y finalmente lograron un sentido completo de separación. El ESPÍRITU, que ustedes alguna vez supieron que eran, se convirtió en una memoria fantasma, fácilmente borrada por la ruda luz de sus nuevas realidades.

Entonces se percibieron a ustedes mismos como si fueran una personalidad, sin saber siquiera que habían sido cercenados del ESPÍRITU, sencillamente porque se olvidaron de haber sido antes una unidad. Convirtieron en externa esa parte heroica e inmensa de sí mismos, en la deidad que crearon. Y la vergüenza aseguró que ustedes se vieran a sí mismos como inmerecedores a los ojos de esta deidad fabricada. Así pues, a lo largo del tiempo, ustedes se convirtieron en algo separado, aislados en un talego de piel, buscando afuera, hacia un universo que ustedes ya no volvieron a entender, atrapados en el tiempo y en el espacio, con una sola salida: la muerte. Todo lo que tenían como ayuda para resolverlo era un conjunto de respuestas aprendidas, denominadas "personalidad".

Por favor, recuerden que planearon todo esto desde un comienzo. Ustedes, como uno de los grupos de seres que diseñaron este experimento, habían decidido ver cuán lejos podrían llegar en separar sus percepciones de su naturaleza --del ESPÍRITU puro. Se requirió una enorme ingeniosidad para diseñar y crear los velos que habrían de separar las dimensiones, de manera tal que ustedes se encarnarían sin memoria alguna acerca de quienes en realidad eran. Como parte de estos velos, las funciones de su espíritu colectivo tomaron una decisión que habría de afectar a cada encarnación durante los siguientes doscientos mil años y la cual alteró completamente la naturaleza, el propósito y el contenido de la vida humana en este planeta. ¡Ustedes se inventaron el karma!




EL KARMA

¿Somos lo que nuestra mente piensa?


¿Somos lo que nuestra mente piensa?

Tras el éxito del libro “somos lo que comemos” te presentamos la versión psicológica: “somos lo que pensamos”. Sin duda es un título bastante sugerente y que nos invita a aprender más sobre esa relación entre los pensamientos, lo que nos sucede y la definición que tenemos de nosotros mismos. En todo esto, nuestra mente, a través del material cognitivo con el que trabaja, tiene un gran poder.

Nuestros pensamientos pueden cambiar la manera en que nos comportamos, las decisiones que tomamos y los sentimientos que experimentamos. Es decir que nos influyen mucho, más de lo que creemos.


La mente: ¿aliada o enemiga?

Todo depende. ¿De qué? ¡de lo que pensemos! Es frecuente decir “estoy cansado, no puedo aguantar más” e inmediatamente después tener ganas de echarnos a dormir tres días seguidos. No olvides que el cuerpo y el cerebro trabajan para complacerte, y especialmente el primero tiende a hacerlo a corto plazo. Sin embargo, también pueden llegar a ser una especie de genio de la lámpara que obedece sin protestar los deseos de su amo.



A diferencia de lo que creemos, no es la mente la que nos dice lo que tenemos que hacer o cómo debemos sentirnos… ¡Sino todo lo contrario! Somos los responsables de cómo nos sentimos. No podemos echar la culpa al entorno, a los políticos, a la economía o a nuestro jefe… todo reside en nuestro interior. Claro que siempre es mucho más fácil buscar el responsable en el otro o en algo ajeno. De esta manera no tenemos la posibilidad de aprender, cambiar y mejorar.


Todo está en la mente

LA LEY DE ATRACCIÓN con Emilio Carrillo


Diálogos de la ley de atracción con Emilio Carrillo , autor de libros como "El Tránsito" y "Dios" de Editorial Sirio y Francesc Prims, autor del libro "Nuevos Paradigmas" de Editorial Sirio.



LA LEY DE ATRACCIÓN - Parte 1/2 - Diálogos con Emilio Carrillo





LA LEY DE ATRACCIÓN - Parte 2/2 - Emilio Carrillo




domingo, 27 de noviembre de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Acción de gracias, y JESÚS EL CRISTO)


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE.

Amados estudiantes de la Luz:
El pasado día de Acción de Gracias fúe uno de los días más grandes que he tenido en cien años. Ver cómo la Luz, el reconocimiento y la aceptación de la Presencia «YO SOY» está siendo recibida y utilizada por tantos estudiantes, es realmente un tiempo de alegría y de Acción de Gracias.

TE TRAIGO Amor y Saludos de los muchos que integran la Hueste Ascendida, de algunos a los que conoces, y de otros a los que ya conocerás. «YO SOY la Luz, el Camino y la Verdad»




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Manual para la Ascensión 3/12


CAPÍTULO 3 

CAMPOS DE ENERGÍA


Observen cuidadosamente el libro que están leyendo. Hay muchas clases de energía contribuyendo a la construcción de este objeto. En primer lugar, es necesario una envoltura de campo-espacio. Una onda estacionaria define este campo y literalmente hace que este espacio, en el cual existe, sea más conducente a la manifestación de la energía.

En el otro extremo de la escala, la onda estacionaria de cada átomo es un campo de aproximadamente una cien millonésima de centímetro. Millones de estos átomos constituyen las moléculas del papel y de la tinta, de nuevo conformando ondas estacionarias. Algunas quedan arregladas en forma de cadenas de celulosa y de otras substancias químicas orgánicas e inorgánicas. Sus campos, en verdad, se extienden hacia afuera hasta el infinito. Sin embargo, la envoltura en forma de libro es un área de espacio de mayor conductividad, mientras que el espacio afuera del campo del libro es menos conducente a esta energía y es así como, aunque la intensidad de la energía decae verticalmente en el límite del campo, no cesa por completo.

Dentro de la envoltura del campo generada para el libro, la energía es apoyada apenas irrumpe a través de la barrera para conformar las partículas sub-atómicas semi-físicas. Éstas se vuelven más densas para constituir los átomos del papel y de la tinta. Entonces billones de unidades de energía conscientes colaboran para manifestarse materialmente siguiendo lo visualizado por mí, por el canalizador, por el editor y, en últimas, por ti, el lector. Así pues, tú papel es tan vital como el mío para co-crear y mantener este libro. Tus ojos y tu cerebro descodifican los vibrantes patrones de la energía contenida en las distintas envolturas y, en medio de un milagro de organización, te encuentras a ti mismo leyendo este libro. Por supuesto, todo esto sucede bien lejos de tu mente consciente. ¿Cómo podrías concentrarte lo suficiente como para leer éste, o cualquier otro libro, si simultáneamente tuvieras que recordar que debes seguir pensando en su existencia?

Así pues, el libro que tienes en tus manos consiste de energía de una variedad de frecuencias que van desde aquellas que constituyen las partículas sub-atómicas hasta las ondas más grandes que definen el tamaño del papel. Y también contienen otra frecuencia: la mía. La tinta se organiza en símbolos (letras y palabras) que uso para llevarles lo que deseo decirles, y estos símbolos poseen una frecuencia característica que va mucho más allá de la misma tinta. Los procesos a través de los cuales el significado de lo que deseo decirles está codificado en estos símbolos, y los que usas para descodificarlo y extraerlo, son fenomenalmente complejos. Para ti puede ser sencillamente "leer" pero nos tomaría un volumen completo apenas comenzar a describir este proceso, suponiendo que tuviéramos un idioma para poderlo expresar. Por encima de ello, la muy alta frecuencia asociada con mi función usa la oportunidad de que estés sentado leyendo este libro para impartirte mucha más información en el interior de tus campos de la que tú conscientemente absorbes con su simple lectura.



CAMPOS FÍSICOS


Ahora, antes habíamos visto que sus cuerpos están compuestos de energía consciente que sabe que está fabricando las células de sus cuerpos. También hemos visto que esta energía posee un campo que se extiende hasta el infinito pero que su intensidad disminuye por fuera del campo de la onda estacionaria que lo contiene. Así pues, a pesar de que su nivel de energía es muy fuerte dentro de la envoltura de sus cuerpos físicos, sus campos personales se extienden mucho más lejos de la envoltura de sus pieles.

Este campo extendido es tanto un transmisor como un receptor. Con él puede usted presentir un daño potencial cercano antes de que le suceda. Lo que llamamos "instintos" son en realidad sus campos extendidos que detectan otro campo, trátese de un tigre hambriento o de un camión desbocado. De igual manera, ustedes transmiten señales de energía a través de sus campos extendidos para que las reciban los demás. De aquí nació el adagio de que el miedo es contagioso. Algunas personas son transmisores más poderosos y receptores más sensibles que otros, pero lo cierto es que todos ustedes hacen esto, sin excepción. Eso es lo que Ariel llama un "biotranductor".



CAMPOS EMOCIONALES


Vimos anteriormente que el yo-espíritu de ustedes realmente manifiesta tres campos: físico, emocional y mental. El campo emocional de ustedes está compuesto de energía que no penetra a través de la barrera física a manera de partículas sub-atómicas tal y como sí lo hace la energía del campo físico. Obviamente, interacciona con sus campos físicos porque ustedes sienten las emociones en sus cuerpos y esas emociones directamente afectan el estado de sus cuerpos físicos, para bien o para mal. Es, no obstante, un campo completamente separado, con una envoltura más grande --digamos que entre 60 y 180 cm. por encima de la superficie del perímetro del cuerpo; pero puede ser mucho mayor en algunas personas.

El cuerpo emocional de ustedes es un campo a través del cual corren las energías de unas frecuencias particulares. Ustedes mismos generan algunas de éstas, y ustedes captan otras usando sus campos a manera de antena. Así pues, pueden comunicarse una emoción en particular. Es importante que ustedes sepan, primero, cuál es la energía que ustedes mismos generan y cuál es la que ustedes captan; y, segundo, que ustedes tienen control sobre la energía que permiten entrar a su campo emocional.

Supongamos que ustedes de repente se sienten furiosos. ¿De dónde provino esta furia? Por supuesto que algo adentro de ustedes mismos pudo haberla generado, como por ejemplo, tener la expectativa de que otra persona se comportaría de determinada manera y no lo hizo, o que algo nos iba a salir de una determinada manera y no fue así; o que una situación resultase de cierta forma y no fue así. El hecho de que sus planes no les salgan como lo deseaban los lleva a sentirse inválidos y la energía de entusiasmo, que antes existía en ustedes, se ve ahogada en su campo emocional. Y al sentimiento que ustedes tienen, lo llaman enojo o furia.

Pero también la furia puede provenir de la nada, aparentemente. En estos casos ustedes bien podrían estar percibiendo la furia de alguien que simplemente está en sus campos. Esa furia no es de ustedes y ustedes pueden librarse de ella muy fácilmente haciendo girar sus campos emocionales para que se deshagan de ella como si fueran una centrífuga, declarando que ustedes desean liberar esa energía de retorno al universo. Sientan como sale de ustedes.

Descargarse de sus propias furias interiores es casi igualmente fácil. Lo primero que deben hacer, es comprender que se trata de simple energía y que a la energía le fascina moverse. Aborrece quedarse quieta. Comprendan también que esta energía no es de ustedes sino que sencillamente la han tomado prestada por un momento. Hagan girar sus campos y declárense a si mismos: "Esta furia (o miedo, o celos, etc.) no son mías ni yo soy ellas. La libero y retorno al universo".

La energía emocional no es ni buena ni mala; simplemente es. Sin embargo, ustedes pueden preferir no remover algunas frecuencias tales como el amor o la dicha de sus campos. Si una emoción se siente bien, es porque ustedes la están captando desde otra fuente: el Espíritu.



CAMPOS MENTALES

Comprender la Unidad y el Equilibrio, la búsqueda de Armonía en el todo.


Desde siempre las palabras de los iluminados como Budha o Jesús  invitan a buscar la unidad, el amor, y comprender el perfecto equilibrio de todo. Sin embargo, nosotros percibimos nuestro entorno y nos juzgamos dichosos o desdichados en comparación con el otro. Esto lleva inherentemente la idea tanto de un otro diferenciado y casi estanco, separación, así como de una realidad desequilibrada. De esta forma buscamos un equilibrio, justicia, que otorgue al uno y al otro lo que merece. Como veis, todo esto se basa en la separación y el desequilibrio manifestado en el juicio y la acción correctora.

Esta percepción de desequilibrio es cierta, tangible y honda en el ser. ¿De dónde nace? Del ego, nuestro maestro y guía personal en este juego de la separación. El ego se frustra, odia, apega, asusta… Generando en nosotros la aparente sensación de desequilibrio que nos exhorta a sumirnos en una búsqueda para erradicar lo que creemos inadecuado. Comúnmente este desequilibrio es corregido desde el ego ejecutando su don de la ilusión de control, que en otro tiempo pudo incluso tornarse en una forma de control real, pero ya decadente y expuesta en nuestros días como un recurso que vamos dejando atrás por el simple hecho de que ya lo hemos experimentado suficiente tiempo.

La ilusión del control es aquella que lleva a pensar que desde lo material podemos decidir y determinar, controlar a la postre, la realidad. Esto me lleva a eliminar un objeto que me resulta molesto o inadecuado sin darme cuenta de que su energía perdura, se mantiene, y su influencia continúa, entrando este hecho o no en mi rango de conciencia. Ejemplifiquemos para aclarar este punto. Si el gallo me molesta cada mañana con su canto el cortarle la cabeza será ejercer el don de esta ilusión. Aparentemente gozaremos de una hora más de sueño, pero esa energía que en realidad estaba en nosotros y que nos provocaba ese aparente desequilibrio perdurará.

De esta forma quizás me molestarán al mes siguiente los ladridos del perro a la hora de la siesta. ¡Y es que no dormir me pone de mal humor! Puede volver cómo el mismo objeto o con otra forma e incluso presentarse en mil aspectos diferentes cada vez, es indiferente, la energía siempre ha estado ahí, dentro de ti, sólo que al eliminar el objeto o causa aparente creemos por un tiempo habernos liberado de su influencia y cuando vuelve  a manifestarse externamente lo juzgamos desde la materia y no vemos contingencia. Lo consideramos un nuevo objeto, un nuevo estímulo, pero una misma respuesta quizás manifestada no de igual forma. En esta respuesta encontramos la contingencia al darnos cuenta de que siempre han sido nuestros sentidos los que han percibido el estímulo, nuestro corazón el que ha latido el enfado... Nosotros, en definitiva, los que hemos creado esta realidad y el displacer o negatividad que de ella emana. De esta forma, todo lo que entra en tu realidad es por el simple hecho de que está dentro de ti, es tu conciencia volcada al exterior.


Tras el velo de separación lo que no entra en nuestra conciencia simplemente no existe y lo que está fuera, lo externo, es indiferente a mi. Este mecanismo perpetúa la ilusión mientras y que el ego nos empuja a conocer, pues es ello que está en nosotros pero que aún no hemos abarcado con nuestra conciencia. Es una realidad interna de nuestro ser que aún no hemos aceptado, y por tanto, integrado. A más tardemos en hacer esto más explícita, grotesca y amenazante se tornará, sólo a fin de que la reconozcamos y reconozcamos la divinidad que hay en ella.

¿Cómo y por qué se habla pues de unidad y equilibrio? ¿Dónde están? La respuesta es que sólo existe una justicia, y es la que podríamos llamar la justicia divina o equilibrio del todo. Siempre perfecto. Esta siempre es y siempre impera. No se puede saltar, evitar ni desequilibrar. Sólo se diferencia la forma en la que esta se lleva a cabo o manifiesta.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Manual para la Ascensión 2/12


CAPÍTULO 2 

LA NATURALEZA DE LA MATERIA


Hasta ahora he señalado la diferencia entre el plano físico y las dimensiones más elevadas. En realidad, no hay diferencia porque todas las dimensiones están hechas de la misma "cosa", al igual que las siete octavas de un piano son sonido. La única diferencia es de tono o de frecuencia. En un piano, cada octava se reproduce siete veces, de manera tal que las notas individuales son simplemente armónicas más altas de las que están en las octavas más bajas.

Por otro lado, existe una gran distinción --una de estado de alerta. Supongan que tienen un defecto de audición que les permite oír sólo la octava más baja. Las notas bajas les van a sonar muy reales pero cuando las manos del pianista van hacia la derecha, verán el movimiento pero no van a escuchar nada. Ustedes se sentirán confundidos cuando la gente esté hablando de sonidos que ustedes no escucharon. Puede que hasta se pongan furiosos y acusen a los demás de estárselo inventando todo, crean que están locos, se encojan de hombros y digan "No lo entiendo"; o puede que se sientan carentes de algo cuando los demás hablen de la belleza de la Sonata Claro de Luna, por ejemplo. ¿Cómo reaccionarían si alguien les dijera que, con algo de práctica, podrían inclusive oír las notas más elevadas?

La analogía del piano es muy útil. La intención de los cinco sentidos físicos es la de detectar sólo ciertas de las octavas del universo que los rodea. Ellos pueden detectar las octavas más bajas pero no pueden detectar las más elevadas. Ustedes poseen otros sentidos, cuya intención es detectar las octavas más elevadas del universo; pero estos permanecen latentes en la mayor parte de la especie humana. Estos sentidos están trabajando permanentemente e interactúan con la energía de la frecuencia más elevada, pero su cerebro filtra y elimina esas señales. Es algo deliberado pues ustedes no podrían mantener su lúcido enfoque en el plano físico, si estuvieran bombardeados con toda la información adicional disponible en un momento dado. Imagínense estar leyendo esto y simultáneamente estar conociendo todos los posibles resultados de leerlo, tanto para ustedes, como para sus familiares y amigos; y además estar conscientes de los pensamientos y de las emociones de los que los rodean y de cómo ellos resuenan con el resto de sus encarnaciones. Incluso cuando la información no física se entromete en su conciencia y se ven forzados a reconocerlo, se obligan culturalmente a buscarle una explicación distinta.

Lo que ustedes ven como materia física no es más que simple energía perteneciente a una de las octavas más bajas, vibrando dentro de un campo especialmente creado para ese propósito. Hay muchas octavas de energía por encima de ésta, en las cuales existen otros niveles de su ser --funcionando plenamente, vivos y alerta, y realizando todo tipo de piruetas. El hacer contacto, conscientemente, con estos otros niveles del ser de ustedes, es algo muy fácil de lograr (ustedes se la pasan haciéndolo); por ejemplo, cuando creen tener una idea o cuando se ponen felices, sin una aparente razón para ello. Y, por supuesto, los sueños son sencillamente estos otros niveles de su ser en acción, trabajando o jugando. Pero no estoy hablando de los pocos y dispersos símbolos caóticos que se les quedan rondando cuando se despiertan. Estoy, sí, hablando de la creación y manipulación de la realidad, a gran escala, que ustedes realizan, cada noche, en otros niveles de sus seres. Lo que ustedes piensan que es soñar, es como quedarse mirando una casa en desorden y preguntarse qué tan buena estuvo la fiesta. Ustedes se perdieron toda la diversión y se han quedado sólo con el desorden.

Entonces, ¿cómo surge la materia física a partir esta octava de energía más baja? Los seres que crean encarnaciones físicas (y otros para quienes esa es su función) organizan unidades de energía consciente en patrones específicos, dentro de una banda de frecuencia en particular, dispuesta especialmente para tal propósito. Estos patrones constituyen cada cosa, aparentemente sólida, que ustedes conocen.

Ahora, lleguemos hasta el verdadero milagro del plano físico: la manera en que estas unidades de energía consciente surgen en el plano físico, provenientes del siguiente plano más elevado, conformando las unidades electromagnéticas básicas, que ustedes conocen como partículas sub-atómicas, los ladrillos, o bloques básicos de construcción, que ustedes han denominado electrones, protones y neutrones. Sus científicos están a punto de detectar este proceso y algunos, poseedores de imaginaciones muy fértiles, ya lo comprenden intuitivamente.

A su vez, estos bloques de construcción de energía consciente, enseguida colaboran para formar los átomos de un elemento en particular tal como el carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, etc. Un átomo puede aparecer como una construcción muy sencilla --electrones que rotan alrededor de un núcleo central --y en cierto sentido, vaya que lo es. Pero por otro lado, es la cosa más compleja que hay en el plano físico. La geometría y el álgebra involucradas en el diseño de los átomos que conforman el plano físico, mantendría trabajando a la mayoría de sus computadores más gigantescos, durante siglos. La materia no se dio espontáneamente. Fue planeada cuidadosamente y debimos saber cómo se comportaría la materia en todas las circunstancias antes de que decidiéramos seguir adelante con su creación.

No piensen, ni por un instante, que el estado de conciencia que proyecta al electrón es diminuto. El electrón no es una partícula diminuta, sino un "campo de probabilidades", una parte del espacio en el cual existe el estado de conciencia, pero de una manera tan sutil que los científicos no pueden estar seguros y por ello afirman que el electrón "probablemente" existe. Ese estado de conciencia puede colaborar en innumerables campos y en innumerables universos simultáneamente.

Los átomos pueden permanecer libres o encadenarse para conformar moléculas. Las moléculas, a su vez, se unen para constituir aquella forma, determinada conjuntamente, por las unidades de energía en sí mismas y por la entidad organizadora. Los seres asumen la responsabilidad de dirigir la energía en forma de átomos o de moléculas, de acuerdo con patrones, por ejemplo, para un cristal, para una piedra, para una célula de la semilla de una planta, o para un árbol, y así sucesivamente. La lista no tiene límites, por supuesto; pero los patrones se asemejan mucho a los computadores personales: son simultáneamente programas vivos y bases de datos; y pueden almacenar vastas cantidades de información. La estructura del ADN, que existe en el corazón de cada una de las células, es una base de datos que contiene la historia de ustedes y de todas sus encarnaciones, y adicionalmente la de toda la especie.

Por ejemplo, un árbol crece bajo la guía de un ser de energía, llámenlo "espíritu de los árboles", si así lo desean, quien concibe el patrón del árbol y organiza las unidades de energía de acuerdo con ese patrón. Una vez organizada, la energía, "recuerda" su función y continuamente mantiene las partículas subatómicas, arregladas en patrones, cada vez más extensos. Cuando ustedes miran a un árbol, están realmente viendo energía pura organizada, bajo un patrón, por un ser consciente y alerta. El cerebro de ustedes descodifica este patrón de energía visual como "árbol" a través del hábito. Cuando ustedes tocan un árbol, sus manos y el árbol son dos campos de energía que se tocan; pero el sistema nervioso de ustedes junta toda esta información y descodifica el contacto, como estimulación táctil. El cerebro de ustedes, entonces, usa toda la información disponible para fabricar la construcción general que ustedes conocen como un árbol.

Si un carpintero llega y corta el árbol y usa la madera para construir una silla, altera la forma del campo más grande. Las unidades de energía consciente, que constituyen la madera, "recuerdan" su nuevo patrón y fielmente lo mantienen, hasta que algo más suceda, como por ejemplo, que la silla se queme. Entonces, la energía consciente de las moléculas de celulosa se reorganiza a sí misma bajo un nuevo patrón, como átomos libres de carbono, oxígeno y nitrógeno, por ejemplo.

Con el sólo ánimo de darles una idea de tamaño, el espacio dentro y entre estos átomos es inmenso. Si un átomo fuera del tamaño de un campo de fútbol, el núcleo sería del tamaño de la pelota de fútbol, en la mitad de la cancha. La primera fila de electrones estaría aproximadamente ubicada en donde se encuentra la primera fila de asientos y cada fila de electrones estaría separada por unas cincuenta filas de asientos. El siguiente átomo más cercano estaría como a la distancia de la ciudad vecina. Por lo tanto, cuando hablamos de materia "sólida", dista mucho de ser sólida. Y esos electrones que tú crees que son partículas diminutas, no pesan nada en absoluto. Sencillamente son paquetes de energía zumbando alrededor del núcleo a una velocidad enorme. Es su velocidad la que les da su evidente substancia, o una etapa pre-materialista, de manera similar a cómo una bala disparada produce mayor impacto que una bala simplemente arrojada.

Ni siquiera el núcleo es sólido. Él también está hecho de partículas más pequeñas (neutrones y protones), los cuales, al examinarlos de cerca, resultan también estar hechos de partículas aún más pequeñas. En este nivel, nos estamos acercando al punto en el cual la energía pura se manifiesta como aquello que ustedes creen que es materia y a los lapsos infinitesimalmente cortos que esto se demora. También estamos cerca de los límites de los instrumentos físicos. Estos pueden detectar la súbita aparición de un partícula sub-atómica pero no su transformación de hecho, a partir de la energía pura, debido a que la unidad de energía que la creó es energía no física y ésta no puede quedar registrada en instrumentos físicos.

Los físicos han concluido que la única vez que las partículas sub-atómicas son verdaderamente partículas es cuando las pueden observar; y que el resto del tiempo, ellas son ondas de energía. Entonces, los investigadores nunca pueden conocer la condición de un electrón no observado y no hay, por lo tanto, una manera para determinar la estructura básica del plano físico o para explicar cómo funciona.

A un nivel más profundo, estamos hablando de irrupciones de energía consciente hacia adentro del plano físico y luego volando alrededor a velocidades enormes, dando la apariencia de solidez, de manera similar a como las aspas de un ventilador eléctrico en movimiento aparentan ser un disco sólido. Así pues, ¿es el mundo material apenas una ilusión? Sí. Todo él está hecho de hologramas y de ondas estacionarias.

La base de toda organización de energía en materia es la onda estacionaria. Esta idea es vital para entender lo que ustedes son y cómo ustedes se manifiestan. Lo que sigue a continuación puede sonar un poco como física pero en realidad es el corazón mismo de la metafísica.



HOLOGRAMAS

Los pensamientos detruyen, pero también curan

La salud y la enfermedad se ven actualmente como un complejo equilibrio que nace de la interacción entre cuerpo y mente, entre el organismo y los pensamientos. Poco a poco vamos superando las visiones reduccionistas que le restaban importancia a la influencia del mundo subjetivo sobre nuestro cuerpo y, por lo tanto, sobre la enfermedad y la curación.
La medicina convencional paulatinamente va tomando conciencia de las limitaciones de su enfoque.El Siglo XX estuvo marcado por un paradigma en el que predominaba la idea del cuerpo-máquina. Visto a través de esta óptica, el organismo era como un aparato compuesto por distintas piezas y la enfermedad era una disfunción en alguna de esas partes, tanto funcional como estructural.
Sin embargo, gracias a los mismos avances de la medicina, se ha podido comprobar que la dimensión interna tiene una fuerte influencia, ya sea directa o indirecta, en el estado de salud de cualquier persona. Además, esta influencia es aún más marcada sobre el estado de salud percibido. Por eso se dice que los pensamientos -con su influencia- enferman y matan, pero también que curan.

La medicina farmacológica y la medicina de los pensamientos

Bruce Lipton es doctor en Biología Celular y autor de varios libros. Se ha adentrado con profundidad en el tema de la salud, la enfermedad y la influencia de los pensamientos en esos procesos. Sus descubrimientos y razonamientos son verdaderamente interesantes.
Lipton indica que la medicina farmacológica es virtualmente un fracaso. Esto se debe a que las medicinas químicas, todas ellas, ocasionan efectos tanto o más adversos que la enfermedad misma. Asegura que, incluso, muchos de esos medicamentos, con el tiempo, llevan a la muerte.
cerebro
También ha afirmado que el entorno natural de la célula es la sangre y que, a su vez, los cambios en la sangre están determinados por el sistema nervioso. Al mismo tiempo, el sistema nervioso es el entorno natural de los pensamientos y los sentimientos. Por lo tanto, desde el punto de vista de Lipton, son los pensamientos y los sentimientos lo que en últimas enferman y, en consecuencia, los que también tienen la posibilida de ayudar en la curación.

El poder de los pensamientos sobre el cuerpo

No solo es Bruce Lipton, sino que también hay otros muchos investigadores que le otorgan un enorme poder a los pensamientos en el proceso de enfermedad y sanación. Hasta los médicos más adeptos a la farmacología saben que si alguien padece de algún mal, tiene mayores probabilidades de curarse si permanece en un entorno implicado, rodeado de afecto y de confianza.
No se trata de algo esotérico, ni de un efecto traído del más allá. La explicación del poder de los pensamientos es también un asunto de química. Cuando una persona está frente a una presencia agradable, o disfrutando de un estímulo positivo, su cerebro segrega dopamina, oxitocina y una serie de sustancias que le dan salud a las células. Lo propio ocurre cuando el estímulo es negativo, causando miedo, ira o cualquier otra emoción destructiva.
El organismo desarrolla diariamente una tarea titánica: producir cientos de billones de células nuevas para sustituir a las que mueren. También tiene que defenderse de miles de elementos patógenos que amenazan la salud. Si tu cuerpo siente que tiene que luchar cada día contra estímulos altamente negativos del entorno, ocupará toda su energía en ello y dejará de lado esas otras funciones de crecimiento y protección. La consecuencia: enfermas más fácilmente.
paloma

Entre la sugestión y la energía

El Yo-Ego



Me gustaría hablar de un tema que ha sido ampliamente mal interpretado, y que tiene una explicación mucho más sencilla de lo parece: el Yo-Ego.

Qué es el Yo-Ego? Para responder a esta pregunta, primero tenemos que sentar unas premisas básicas. Todo es Espíritu, todo es Dios. El Espíritu-Dios decidió jugar a un juego, el Juego de las Polaridades, o el Juego del Escondite.


En qué consiste este juego? Consiste en que nosotros, Espíritus-Dioses, decidimos ver cuán capaces éramos de escondernos de nosotros mismos, de forma que no fuésemos capaces de recordar lo que en verdad somos. Era sólo un juego divino, qué nos parecía divertidísimo! Cómo hicimos esto? De muchas maneras, pero una muy importante fue crear el Yo-Ego.

Qué es por tanto el Yo-Ego? El Yo-Ego es una acotación del Todo-Espíriu que en realidad somos, y que nunca hemos dejado de ser, de forma que nos identificáramos tanto con esa pequeña parte de nosotros mismos que nos olvidáramos del resto.

Tú no eres Juan o Ana, eres Espíritu-Dios-Consciencia, jugando a ser Juan o Ana.

Es malo el Yo-Ego? El Yo-Ego es una creación de nosotros mismos! No es una limitación real, es sólo una magnífica oportunidad para poder experimentar la separación del Todo, de Nosotros Mismos.

El Espíritu es juego, experimentación. Como seres infinitos que somos, deseamos probarlo todo, experimentar todo lo que somos, para conocernos mejor. El Espíritu disfruta con cada acto, pensamiento o emoción, como un niño jugando a un juego emocionante y hermoso.

Por qué muchas religiones y corrientes filosóficas abogan por la supresión del Yo-Ego?
 Por que el Yo-Ego cumple la función de que nuestra consciencia no sepa que en realidad estamos unidos a Todo, que no existe el Bien o el Mal. Todo es Espíritu, cómo puede por tanto existir algo bueno o malo si Todo Es? Ahora bien, para la experimentación de realidades de mayor consciencia de Unidad con el Todo el Yo-Ego es una barrera. Por qué? Por que el Yo-Ego es sólo eso, un medio para la consciencia de separación en este juego del escondite.

Hay que matar al Yo-Ego? El Yo-Ego es una manifestación del Espíritu, de Ti Mismo, no una limitación o traba! Sin embargo, a medida que avanzas en tu camino, y por tanto deseas empezar a jugar a otro juego, el Yo-Ego empieza a disolverse en el Yo-Espíritu. No muere, por que jamás nada ha muerto en el Universo, tan sólo se transforma en algo distinto.

Pongámoslo de una forma más sencilla, a medida que expandes tu consciencia de Ti Mismo, empezarás a notar que tu asociación con Juan o Ana ya no es tan fuerte, porque empezarás a recordar que tú en realidad eres muchísimo más grande que eso. Verás que Juan o Ana no eran una mentira, pero eran sólo una pequeña parte del Todo que eres Tú.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Manual para la Ascensión 1/12


PRIMERA PARTE




1. ASCENSIÓN: ¿QUÉ ES?



La ascensión es básicamente un cambio de frecuencia y un cambio de foco de la conciencia. 

Este libro considera la energía como la "cosa" que subyace a todas las cosas. Esta energía colabora y se combina de maneras indescriptiblemente complejas para formarte a ti, a todo lo que conoces y a todo lo que no conoces. 

Las dos principales características, o cualidades, de la energía son: su amplitud y la tasa a la cual vibra, o sea, su frecuencia. Tu cuerpo físico, las emociones, los pensamientos y el espíritu, todo, está hecho de esta "cosa", combinándose de una manera tal, que te convierte en un ser único, en todo el universo. Debido a que la energía que eres tiene una frecuencia, tú la puedes cambiar. Eso es todo lo que la ascensión es. 

A medida que elevas la frecuencia más baja de tu cuerpo físico, éste se vuelve menos denso e incorpora gradualmente energía de frecuencias más elevadas. A medida que lo hace, verás cosas y pensarás cosas que no te eran posibles antes. Literalmente te convertirás en un ser de la quinta dimensión, operarás en la quinta dimensión y trabajarás con seres de la quinta dimensión. Las frecuencias más bajas, las del miedo y de la limitación, se derrumbarán y vivirás en un estado que denominarías de éxtasis, en unicidad con tu espíritu y con el espíritu de todos los demás. Eso es la ascensión. 

Necesitamos definir ahora otro término. Veremos que, en realidad, la noción que tienes acerca de lo que es tu espíritu, mi espíritu, el espíritu de él, el espíritu de ella y así sucesivamente, es un concepto lineal, limitante y, sencillamente, equivocado. Una vez que seas capaz de trascender los niveles más bajos de la separación del plano físico, sólo habrá el ESPÍRITU --una energía, siempre cambiante, que es y está en unicidad consigo misma; que has llamado Dios, Todo Lo Que Es, la Fuente, el Gran espíritu, y un sinnúmero de otros nombres. Yo uso la palabra en mayúsculas ESPÍRITU para estos casos en que la separación es innecesaria.

 En otros casos uso la palabra "yo-espíritu" para denominar una porción individualizada del ESPÍRITU, asociada contigo, como una encarnación y con todas tus encarnaciones a lo largo del tiempo, y además asociada con los niveles no físicos y más elevados de tu ser. Pero, recuerda, hemos transigido con esta definición para podernos entender solamente; sólo hay un ESPÍRITU. Voy a usar ambas definiciones indistintamente. 

El ESPÍRITU aparenta individualizarse para poder ejecutar una función específica, tal como la de ser tú. El ESPÍRITU opera a través de un pequeño punto o foco, específico de tu conciencia, el cual se encuentra concentrado en el interior de tu cuerpo físico. Este es el tú que se conoce a sí mismo como el tú, como tu personalidad, y es lo que yo denomino el "yo-ego". Tú, tu ego, es una manifestación de ti, de tu yo-espíritu, pero con una peculiar característica, propia del "yo-ego": desconoce que pertenece al ESPÍRITU, quiero decir, ¡hasta ahora! 

El término "yo-ego" no lo uso para disminuirte de manera alguna, sino para re-enfocar tu atención, desde tu ego que mira hacia afuera, hacia lo que en verdad eres: un punto focal que mira hacia adentro, desde el interior de tu "yo-espíritu". Esto a la vez, es la función de tu ESPÍRITU. En otras palabras, eres el ESPÍRITU en acción. 



INVOCACIÓN A LA LUZ