La Abundancia
La energía de la abundancia es un derecho que tenemos todos, nacemos con ella. Si no está activa es porque estamos atrapados en una actitud de miedo, de carencia. A parte, arrastramos esos patrones del transgeneracional que tenemos que sanar.
El Amor lo es todo, es ese gran desconocido que nos protege a un nivel profundo del miedo.
La abundancia no es dinero, pero el dinero sí está dentro de la abundancia. La abundancia es la totalidad del todo. Todo aquello que necesitamos en el instante que lo necesitamos.
Para convertirnos en personas abundantes, debemos convertimos en personas de éxito. Y para ello tenemos que saber realizarnos. Una persona de éxito, no quiere decir famoso.
La realización implica elevar a la condición real o divina cada instante de nuestra vida humana. Debemos ponernos por encima de la matrix, ésa que nos han vendido como esta realidad, y reactivar nuestra esencia. Manifestemos nuestro poder y nuestro brillo, todos los recursos y dones que están en nosotros. Siendo un ejemplo en ti, les sirve a los demás para que ellos también puedan manifestar su poder y brillo. Realizarnos nos saca de ese infierno, el cual nos lleva a las creencias, a nuestro transgeneracional, a nuestro propio pasado y nuestros miedos.
Debemos ser responsables de nosotros mismos.
Yo siembro y me tengo que hacer responsable de esa siembra.
La gente exitosa y abundante no juzga su vida, son conscientes de sus actos, de su incoherencia, de su actitud. Simplemente haciendo ese reencuadre y entrando en la línea del éxito de la realización, entraremos en la energía del dinero.
La gente que entra en la abundancia no piensa en el dinero.
Todo en esta vida tiene un precio. El precio más barato que vamos a pagar, siempre será el del dinero. El ego nos enfoca al dinero y a nada más. La abundancia es un equilibrio en todo.
Todos hemos nacido con un consciente colectivo muy denso y todos tenemos una instalación de programas que nos han contagiado. Todos tenemos la oportunidad de revisar las creencias, el transgeneracional y el proyecto sentido. Tener una responsabilidad y hacernos cargo de lo que hemos venido a vivir. Debemos sanar, transmutar, limpiar lo que nos ha alejado del amor. Tú eres responsable de ti.
Cuando empezamos a realizarnos, dejamos de decirnos “cuándo” y “cómo”, entrando en un compromiso con uno mismo, con nuestra alma y con nuestro cuerpo. Todos queremos vivir en paz. Si no nos comprometemos con nosotros mismos, con nuestra alma, con nuestro cuerpo; el alma irá por un lado, el cuerpo irá por otro y las emociones por otro. De este modo aparecería la enfermedad y no habría equilibrio. Cuando tenemos nuestro compromiso, nos convertimos en una persona de éxito y la abundancia fluye. Todo va en el mismo pack. Es el movimiento contrario a la escasez. Debemos responsabilizarnos de nosotros mismos.
La gente que es abundante es consciente y responsable de sus actitudes, de sus pensamientos. Esos pensamientos, con la energía que ha movido consciente e inconscientemente, hacen que se acaben los culpables porque es nuestra responsabilidad.
Debemos pararnos a escuchar el mensaje que hay aquí y ahora, el juicio que hacemos en nosotros mismos, porque hay circunstancias o cosas que agradecer y bendecir. Preguntarnos para qué nos está sucediendo esto, y no el por qué nos está ocurriendo. Cuando empezamos a responsabilizarnos, dejamos de depender de otros y de nosotros mismos, dejamos de esperar que otro lo haga por nosotros, o haga algo para nosotros. Así dejamos de depender.
La gente vive en la impaciencia. La gente exitosa no se queja. La queja es lo más tóxico que existe. Lo que hace es teñir e impedir que activemos nuestros recursos internos. Cuando ponemos nuestro enfoque, sólo depende de nosotros. La gente exitosa y abundante es agradecida. Es muy importante no sólo dar las gracias, sino ser consciente de que una amistad llega a nuestra vida. Cuando activamos la energía del agradecimiento, somos conscientes de no llevar nada a la queja.
La energía de la abundancia es el amor. ¿Qué hace que una persona sea avara y tenga miedo?, que esté en la escasez. Es el miedo a que mañana no haya. Cuando estamos en el miedo lo que hacemos es bloquear y estar en defensa. El miedo es una energía y está para seguir viva, va buscando enemigos. Lo que estamos haciendo es enfrentarnos a nuestros propios miedos y a la escasez de amor.
Toda la agresividad nace del miedo, porque el miedo es supervivencia. Cuando estamos en el miedo, buscamos a quien criticar, a quien juzgar. ¡Es tan fácil juzgar a “los ricos” cuando estamos en el miedo!. Igualmente el rico también juzga al pobre.
Una persona de éxito se pregunta: ¿Qué he hecho hoy para mí? ¿Qué le doy a la vida? La falta de merecimiento tiene que ver con todo nuestro juego de almas, además de las creencias religiosas, el “no merezco”. Para ser abundante y exitoso debemos sentir el merecimiento en nuestra propia alma. Debemos estar en equilibrio y conectados en el amor. El no mendigar nos ayudará a encontrarnos en nuestro equilibrio y lugar. Si mendigamos atraeremos monedas. Cuando hablemos bien de nosotros mismos y no mendiguemos (acción tóxica), tomaremos elecciones para no hacerlo y esto cambiará. Si mendigamos estamos en el rol de víctima y verdugo, teniendo baja autoestima e inseguridades.
Si queremos crear abundancia en nuestra vida, la forma más fácil es empezar con nuestras palabras. Las palabras crean pensamientos. La repetición de éstas se convierten en creencias y las creencias crean sentimientos. Nosotros podemos activar esos sentimientos para convertirlos en emociones. Nuestras emociones son nuestro humor vibracional. Empieza por saber que tú te mereces sólo cosas buenas, lo mejor.
Si avanzas confiadamente en la dirección de tus sueños y te esfuerzas por vivir la vida que has imaginado, el éxito y la realización personal aparecerán en tu vida.
LA ABUNDANCIA, POR GEMMA PIZARRO
https://solahimsa.org/la-abundancia-por-gemma-pizarro/
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