Cerramos esta serie de artículos sobre el amor y el miedo con un breve apunte de una de las funciones más comunes que tienen estas dos energías en nosotros, aparte de todas las que hemos comentado ya, y está relacionado directamente con nuestro estado de salud. Dicho de forma sencilla, el miedo y sus derivados pueden llegar a enfermar al cuerpo, el amor “cuántico” lo sana.
¿Cómo es esto? Básicamente porque las energías y el sustrato que componen las formas mentales y emocionales de miedo son incompatibles con la armonía, el balance y el equilibrio de las cosas, ya que causan disrupción y desarmonía en nuestros cuerpos sutiles, que luego, ya dependiendo de la gravedad, de la intensidad, de la fuerza y del tiempo que energías con sustrato de miedo llevan acumulándose en nosotros, terminan por causar problemas de salud en el cuerpo físico.
No nos solemos dar cuenta de que no hay enfermedad, malestar o disconfort físico que no tenga una raíz energética basada en una desarmonía y una pérdida del balance y del equilibrio de los diferentes componentes que nos forman, por causa de algún tipo de problema con sustrato de miedo (el simple estrés ya lo es), así como no hay mejor forma de volver a armonizar, equilibrar y sanar que insertando su contrapartida energética, el amor cuántico, en esas mismas estructuras hasta que recuperan de nuevo el equilibrio perdido.
Teniendo esto en cuenta, y habiendo explicado que la forma más directa que tenemos de acceder a un repositorio de “amor cuántico” es a través de lo que llamamos nuestra “esencia”, un ejercicio que regularmente nos puede ayudar a mantener, como medida preventiva, la armonía en nosotros, es insertar y dar la orden de que esa energía, esa esencia, se imbuya en todas y cada una de las partículas que forman nuestro cuerpo etérico, emocional, mental, causal, etc.
Esto no hará otra cosa que, cuando estamos en estados de armonía, mantenerla, y cuando estamos revueltos y con los mil bloqueos, problemas y disfunciones que todos llevamos a cuestas, por muy nimios que sean, corregirlos un poco, o al menos armonizar lo que se pueda y no deba ser tratado, y trabajado específicamente, con cualquier otra técnica o método para recuperar la salud.
Así, es necesario ser consciente del potencial de la energía “amor cuántico” y de las consecuencias que tiene el uso de la energía miedo, no porque podamos empezar a eliminar de un plumazo estas
últimas y vivir en estados de éxtasis con las primeras, sino porque al formar parte de nuestra realidad, y al ser dos tipos de combustible que tenemos a nuestra disposición, podemos conseguir múltiples objetivos en múltiples aspectos de nuestra existencia, si empezamos a auto observarnos, y a forzarnos a dejar de lado poco a poco la que no nos conviene tanto, y darle un poco más de espacio a la que más nos ayuda.
http://davidtopi.com/en-la-salud-como-en-la-enfermedad/
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