No entregues tu energía a otros que están acostumbrados a tomar… Se te han dado escudos dorados, llamas de amatista, y capas azules – elige la que mejor se adapte a ti.
¡Saludos! YO SOY Lao Tzu. Soy tu maestro, soy tu antiguo amigo y compañero, siempre. Vengo a ti para enseñarte, de hecho, para recordarte las maneras suaves de ser, el camino del medio, que es realmente el camino del corazón, el camino del amor por uno mismo y por lo tanto el mejor camino para amar y cuidar a los demás.
Queridos hermanos y hermanas, queridos corazones luminosos, están viviendo en un mundo de transformación – la demolición de lo viejo y el caos que conlleva- y se les ha dicho una y otra vez cuán valientes y fuertes son para encarnarse en este mundo en este momento. Tienen nuestra profunda admiración y aprecio, cuentan con nuestra continua cooperación, y nuestras manos están extendidas para ayudarlos en cualquier momento y en cualquier lugar que ustedes nos lo pidan.
Venimos a ustedes, siempre, para elevarlos y darles más pistas, además de consejos y asistencia en cualquier forma que nos permita su alma.
Pero ustedes son maestros en forma, y saben exactamente lo que necesitan hacer, y también lo que no deben hacer en cualquier circunstancia, y la mayoría de las veces cuando dicen “¡No!” con firmeza.
Sabes muy bien lo que tienes que hacer y lo que no.
Por ejemplo, defenderse y confrontar a otros que no son conscientes de que actúan con miedo y desesperación, no es algo en lo que quieran participar. Querer hacer las cosas bien a la antigua no los va a llevar demasiado lejos. Porque siempre que hay guerras, físicas o energéticas, no importa, hay agotamiento y consumo innecesario de vuestra vital y preciosa energía.
Comprenden que el proceso de manifestar la nueva vida y la Nueva Tierra como la imaginan es una cuestión de mantener su resistencia, la energía de todo su cuerpo, en la más alta vibración posible. Sólo entonces podrán atraer a ustedes mismos todo lo que desean.
Mantente en alta vibración y atraerás lo que quieres.
Como ven, todos ustedes han tenido muchas experiencias de haber sido drenados de energía y han sentido que arrastraban los pies y que no lograban mucho a lo largo del día, o incluso durante semanas y meses.
Sienten y saben que estuvieron distraídos, que se demoraron en tomar los pasos y las acciones correctos, y luego se vieron envueltos en situaciones a las que dieron su energía a otros voluntariamente, o sin darse cuenta que lo hacían voluntariamente.
Y las razones de estas situaciones son muchas: desde la falta de plena conciencia, hasta el sentimiento de que esto es de alguna manera un servicio a la Madre y al colectivo.
Han aprendido en sus encuentros y lecciones que no pueden ser de verdadero servicio cuando no están en la plenitud e integridad de ustedes mismos, no pueden ayudar apropiadamente a otros cuando están en modo de supervivencia.
No eres de servicio cuando no estás en tu plenitud e integridad.