Continuando con el tema del nacimiento, hay que hacer notar que muchas veces, el recién nacido trae consigo vestigios de lo que ha vivido intensamente en la vida anterior. Conozco un caso, por ejemplo, de alguien que ha tenido en esta vida problemas respiratorios debido a que su muerte anterior se debió a una pulmonía que no pudo ser curada porque la sufrió en un barco, cuando pertenecía a la Armada Francesa, en los principios de la Segunda Guerra Mundial.
Hay firmes evidencias de que los fallecidos durante el ataque nuclear a Japón muestran deformaciones importantes “a nivel de alma”, debido a la descontrolada energía que se activa durante la explosión nuclear, que altera el equilibrio energético aún en otras Dimensiones y que se manifestarán en los nacidos posteriormente, cuyas almas han pasado por ese trance.
Corresponde que señale que ése fue el motivo de la advertencia extraterrestre a los gobiernos mundiales a partir de las pruebas atómicas, sobre todo a Rusia y a EEUU, que obligó a estos seres no humanos a entrar en contacto con habitantes terrestres a fin de detener la carrera nuclear, por el peligro que implica para toda la humanidad.
Es conocido (y se encuentra documentado en Internet) el hecho de la desactivación permanente de las cabezas nucleares de los misiles intercontinentales que reposan en los silos atómicos, que son realizadas por naves ET y que las autoridades militares no pueden explicarse cómo sucede.
Tampoco en el centro experimental de Ginebra (Suiza) pueden explicarse cómo se escapa la Antimateria (hace muchos años que se ha desarrollado científicamente) de los envases magnéticos necesarios para contenerla y, que a pesar de que se ha logrado hacerlos perfectos, SIEMPRE tienen una fuga, como si se tratara (y se trata) de un sabotaje. Si el hombre dispusiera libremente de la Antimateria, podría destruir al mundo entero en un instante.
De esta forma, civilizaciones superiores a la nuestra impiden que el hombre dé fin al planeta e interfiera en otras dimensiones y universos paralelos.
También concuerda el hecho que les fue severamente advertido sobre las consecuencias de una Tercera Guerra (Nuclear) y por ello, los mercaderes de la muerte han decidido hacer su negocio sangriento manteniendo “guerras parciales y localizadas”, circunscriptas a ciertas regiones o países determinados, elegidos de antemano: Irak, Afganistán, Siria, etc.
Continuando con el tema de los pactos previos al nacimiento, en mi caso personal, siempre sentí un profundo interés por conocer cómo se había desarrollado la Segunda Gran Guerra, desde muy pequeño, y más grande comprendí que había visto el comienzo de “la película”, pero me había quedado sin presenciar el final (fallecí en el principio de dicha guerra) y por eso quería enterarme de cómo sucedió.
Me llena de emoción el “recordar” la visión de mi madre y mi hermano menor en el muelle despidiendo el barco y luego mis Guías Espirituales me explicaron el porqué de mi gran aficción al nombre Philippe, que yo asociaba a Philip, Phielip o algo así. Philippe era el nombre de mi único hermano, despidiéndome en el muelle, por última vez.
Mi madre de ese entonces era viuda, posiblemente mi padre había fallecido en la Primera Guerra, y la falta de recursos familiares había hecho que yo me enrolara en la Marina.
Todos estos hechos dolorosos, dejan marcas en el ser que deben ser sanadas y reconfortadas antes de la entrada a las Dimensiones superiores, y esto justifica cierto tiempo entre encarnación y encarnación.
Hace 200 años atrás, por ejemplo, el período promedio entre una encarnación y la siguiente era un ciclo de 180 años, siendo actualmente de apenas 10 años o algo más, aproximadamente, debido a la aceleración proposital de la experiencia que estamos actualmente atravesando.
Esto también explica que nuestros niños actuales sean tan despiertos y tengan ya formado su carácter desde bebés; claro, son seres que “han muerto” hace poco tiempo y si observamos sus actitudes, su forma de expresarse decidida y audaz, nos sorprendemos… porque no tenemos idea de que en realidad, estamos tratando con abuelos, no con niños.
Por eso, ellos se niegan a veces a obedecer ciertas normas que ya han aprendido en una vida cercana anterior y que saben que son erradas para su futura formación; quieren a toda costa ser independientes e incluso, desde bebés intentan tomar el mando del grupo familiar. No son niños, son “viejos”, de allí su carácter.
Durante la realización del Anteproyecto, algunos de estos personajes que “encontrará casualmente” en su próxima vida, están en el mismo plano que su propia alma; pero otros están encarnados en la Tierra y entonces, el convenio se hará con el Yo Superior de la persona encarnada.
Todas aquellas personas que de una u otra forma serán importantes en nuestra vida terrena, han concertado el encuentro en tiempo y forma para este plano tierra, con nuestra alma antes de nacer. No hay casualidades, hay pactos que debemos cumplir.