jueves, 8 de septiembre de 2016

“Rayos luminosos”


“Todavía no sabéis que los rayos de Sol son capaces de alimentar el espíritu en vosotros. 

Sí, pero sólo si aprendéis a recibirlos, si os abrís a ellos con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. 

¿Todavía no llegáis a admitir que la luz sea más que una vibración física, que sea una entidad viva?…

Mientras sigáis cerrados a esta idea, no podréis beneficiaros de todas las riquezas del Sol.

Procurad organizar vuestra existencia para que la luz ocupe en ella cada vez más espacio. 

En primavera y en verano, id a contemplar el Sol cuando sale, pensando que podéis recibir sus rayos como recibís el alimento, el agua y el aire. 

Y dirigíos también a ellos diciendo: 

«Oh rayos luminosos, penetrad en mí, expulsad las nubes que oscurecen mi cielo.» 

Comprender la Conciencia


Para saber acerca de la Conciencia, es necesario comprender y analizar las experiencias que tienes. Todas nuestras percepciones, sentimientos, pensamientos e ideas actuales no son más que experiencias que tenemos. Cuando estamos despiertos, no hay casi ningún momento en que no tengamos algún tipo de experiencia. Tenemos experiencias de forma continua, a veces son estructuradas y deliberadas, mientras que otras veces son al azar, saltando de un pensamiento a otro.

La experiencia sólo puede ocurrir en la mente y en ninguna otra parte.
Si piensas en ello, la experiencia es la única conexión que tenemos con el mundo exterior. No hay otra manera de conocer y comprender el universo. Si no experimentamos una cosa, entonces cabe preguntarse si existe realmente esa cosa. La experiencia es la única manera de validar la existencia del universo. Comprendemos y aprendemos de la experiencia, no hay otra manera de llegar a conocer el mundo exterior.
La Experiencia descifrada:

La siguiente ecuación simple es un perfecto análisis de una Experiencia

Experiencia = Conciencia + Forma

Estamos siempre conscientes de nuestra experiencia. Nunca podemos decir que hemos tenido una experiencia y que no somos conscientes de ella. Simplemente esto no es posible porque la Conciencia es un prerrequisito fundamental y un ingrediente de la experiencia. Tú estás teniendo una experiencia porque eres consciente de ella. Si no hay Conciencia, no puede haber ninguna Experiencia. Somos conscientes de que tenemos un sin fin y continuo flujo de experiencias. Por lo general, no hay dos experiencias que sean iguales, la parte forma de la experiencia es siempre diferente y no deja de cambiar. A veces es visual, a veces es auditiva, ya veces se basa en los recuerdos del pasado. Las Formas no dejan de cambiar, la Experiencia no deja de cambiar, pero ¿también la Conciencia subyacente no deja de cambiar? Nuestra experiencia confirma que la Conciencia siempre sigue siendo la misma. Parecería que la parte Forma se superpone sobre la Conciencia inmutable para completar la Experiencia.

El factor común en la experiencia de cada uno es la Conciencia. Esta Conciencia parece estar presente en la mente de todos. ¿Puede haber tantas Conciencias diferentes? ¿Está la misma Conciencia presente en la mente de todos? ¿Es tu Conciencia diferente de la mía y de todos los demás? Estas preguntas se responderán por sí mismas una vez que tengamos una mejor comprensión de lo que realmente queremos decir con Conciencia.

Analizando la Conciencia:

La Conciencia es la fuerza más poderosa del universo y es la realidad subyacente de este universo. Tiene el poder de conectar con una forma presente en la mente y crear una experiencia de la que tú eres consciente. Pongamos una analogía, piensa en el sol. Cuando no hay luz del sol, no puedes ver nada, pero en presencia de la luz todo se hace visible. De la misma manera, cuando cualquier forma viene en presencia de la luz de la Conciencia, la bombilla de la experiencia se enciende en tu mente y eres consciente de la forma. Si piensas en ello, incluso la luz del sol es una forma en presencia de la luz de la Conciencia.

Si estudias cuidadosamente la Conciencia, concluirás que la Conciencia se compone de un Sujeto y un Objeto con las siguientes funciones:

Tiene que haber un Sujeto, que es consciente de la experiencia. Este sujeto es el conocedor de la Conciencia.
Tiene que haber un Objeto, que debe ser experimentado. Este objeto es la parte conocida de la Conciencia.
Tiene que haber Inteligencia por la cual el sujeto llega a conocer al objeto. Esta es la parte conocer de la Conciencia.
Conocedor, Conocido y Conocer son los 3 poderes de la Conciencia. Debe quedar claro que

Conciencia = Sujeto + Objeto + Inteligencia
Poder de la Conciencia = Poder del Conocedor + Poder de Conocer + Poder de lo Conocido
La Conciencia se compone de Sujeto, Objeto e Inteligencia y tiene tres poderes diferentes – Conocedor, Conocer y Conocido. Se debe entender que el Sujeto y el Objeto y los tres poderes no son algo que está fuera en el mundo, sino que están dentro de la Conciencia y constituyen la Conciencia. Si alguno de ellos no está presente, la conciencia no va a funcionar, y será incompleta.

Si hay un objeto que observar, pero no hay sujeto, no habrá conciencia porque no hay nadie para ver el objeto.
Si hay un sujeto, pero no hay ningún objeto para ver, no habrá conciencia porque el sujeto no tiene objetos para observar.
Si hay un objeto, pero el sujeto no tiene manera de conocer lo que es este objeto, no habrá conciencia. Este conocer debe tener inteligencia.
Allí donde hay conciencia, el Sujeto, el Objeto y la Inteligencia deben estar presentes con todos los tres poderes. Tratemos de entender esto con más detalle.

1. El Poder de Conocer o Inteligencia
El componente conocer o inteligencia de la Conciencia es extremadamente poderoso, de hecho, el lenguaje y las palabras no pueden ser suficientes para describir su increíble poder. He aquí algunos ejemplos que indican su fuerza y poder.

Ejemplo 1: Estoy viendo un árbol. Una forma más vedántica de decir esto sería "Yo soy el veedor que ve un árbol".

Esta es una experiencia sencilla que tenemos en cada momento, pero muestra el extraordinario poder de la Conciencia. Dividamos esta experiencia en los diferentes componentes de la Conciencia:

“Los pactos en los planos superiores”


Continuando con el tema del nacimiento, hay que hacer notar que muchas veces, el recién nacido trae consigo vestigios de lo que ha vivido intensamente en la vida anterior. Conozco un caso, por ejemplo, de alguien que ha tenido en esta vida problemas respiratorios debido a que su muerte anterior se debió a una pulmonía que no pudo ser curada porque la sufrió en un barco, cuando pertenecía a la Armada Francesa, en los principios de la Segunda Guerra Mundial.

Hay firmes evidencias de que los fallecidos durante el ataque nuclear a Japón muestran deformaciones importantes “a nivel de alma”, debido a la descontrolada energía que se activa durante la explosión nuclear, que altera el equilibrio energético aún en otras Dimensiones y que se manifestarán en los nacidos posteriormente, cuyas almas han pasado por ese trance.

Corresponde que señale que ése fue el motivo de la advertencia extraterrestre a los gobiernos mundiales a partir de las pruebas atómicas, sobre todo a Rusia y a EEUU, que obligó a estos seres no humanos a entrar en contacto con habitantes terrestres a fin de detener la carrera nuclear, por el peligro que implica para toda la humanidad.

Es conocido (y se encuentra documentado en Internet) el hecho de la desactivación permanente de las cabezas nucleares de los misiles intercontinentales que reposan en los silos atómicos, que son realizadas por naves ET y que las autoridades militares no pueden explicarse cómo sucede.

Tampoco en el centro experimental de Ginebra (Suiza) pueden explicarse cómo se escapa la Antimateria (hace muchos años que se ha desarrollado científicamente) de los envases magnéticos necesarios para contenerla y, que a pesar de que se ha logrado hacerlos perfectos, SIEMPRE tienen una fuga, como si se tratara (y se trata) de un sabotaje. Si el hombre dispusiera libremente de la Antimateria, podría destruir al mundo entero en un instante.

De esta forma, civilizaciones superiores a la nuestra impiden que el hombre dé fin al planeta e interfiera en otras dimensiones y universos paralelos.

También concuerda el hecho que les fue severamente advertido sobre las consecuencias de una Tercera Guerra (Nuclear) y por ello, los mercaderes de la muerte han decidido hacer su negocio sangriento manteniendo “guerras parciales y localizadas”, circunscriptas a ciertas regiones o países determinados, elegidos de antemano: Irak, Afganistán, Siria, etc.

Continuando con el tema de los pactos previos al nacimiento, en mi caso personal, siempre sentí un profundo interés por conocer cómo se había desarrollado la Segunda Gran Guerra, desde muy pequeño, y más grande comprendí que había visto el comienzo de “la película”, pero me había quedado sin presenciar el final (fallecí en el principio de dicha guerra) y por eso quería enterarme de cómo sucedió.

Me llena de emoción el “recordar” la visión de mi madre y mi hermano menor en el muelle despidiendo el barco y luego mis Guías Espirituales me explicaron el porqué de mi gran aficción al nombre Philippe, que yo asociaba a Philip, Phielip o algo así. Philippe era el nombre de mi único hermano, despidiéndome en el muelle, por última vez.

Mi madre de ese entonces era viuda, posiblemente mi padre había fallecido en la Primera Guerra, y la falta de recursos familiares había hecho que yo me enrolara en la Marina.

Todos estos hechos dolorosos, dejan marcas en el ser que deben ser sanadas y reconfortadas antes de la entrada a las Dimensiones superiores, y esto justifica cierto tiempo entre encarnación y encarnación.

Hace 200 años atrás, por ejemplo, el período promedio entre una encarnación y la siguiente era un ciclo de 180 años, siendo actualmente de apenas 10 años o algo más, aproximadamente, debido a la aceleración proposital de la experiencia que estamos actualmente atravesando.

Esto también explica que nuestros niños actuales sean tan despiertos y tengan ya formado su carácter desde bebés; claro, son seres que “han muerto” hace poco tiempo y si observamos sus actitudes, su forma de expresarse decidida y audaz, nos sorprendemos… porque no tenemos idea de que en realidad, estamos tratando con abuelos, no con niños.

Por eso, ellos se niegan a veces a obedecer ciertas normas que ya han aprendido en una vida cercana anterior y que saben que son erradas para su futura formación; quieren a toda costa ser independientes e incluso, desde bebés intentan tomar el mando del grupo familiar. No son niños, son “viejos”, de allí su carácter.

Durante la realización del Anteproyecto, algunos de estos personajes que “encontrará casualmente” en su próxima vida, están en el mismo plano que su propia alma; pero otros están encarnados en la Tierra y entonces, el convenio se hará con el Yo Superior de la persona encarnada.

Todas aquellas personas que de una u otra forma serán importantes en nuestra vida terrena, han concertado el encuentro en tiempo y forma para este plano tierra, con nuestra alma antes de nacer. No hay casualidades, hay pactos que debemos cumplir.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

“Poner la vida en el centro”


“No hay nada que reprocharle al científico que describe un mineral, un vegetal, un animal o un ser humano. 

Lo que dice es verdad, pero sólo es una verdad parcial. 

Para que sea completa, debe situar el objeto de su estudio en el seno de la vida universal a la que pertenece; separado de esta vida, la piedra, la planta, el animal, el hombre, están privados de lo esencial.

Porque los seres y las cosas no existen separadamente, sino como partes de un todo que están conectadas entre sí. 

Debemos, pues, aprender a situarlos en el edificio cósmico para ver cómo vibran en armonía y participan en la vida del todo.

Si, por comodidad, nos vemos obligados a estudiarlos separadamente, debemos también tratar de comprender cómo circula de uno a otro este «algo» que no poseen cuando están separados: la vida.

Separad los elementos y la vida se interrumpe;

El Propósito de la vida (Eckhart Tolle)


Nuestro propósito es estar plenamente en el "ahora" para estar alineados con nosotros mismos en este momento.

Podemos llegar a ello desde la conciencia, siendo una entidad que trasciende nuestros pensamientos.


Sólo hay Unidad

Jeff Foster

Tenemos el secreto del despertar espiritual justo delante de nosotros mismos pero somos incapaces de verlo porque estamos buscándolo. Siempre está sucediendo pero, como estamos tan perdidos en el juego de la búsqueda ―en esa búsqueda de algoademás de lo que está sucediendo en este momento―, se nos escapa, puede que incluso durante toda la vida.

Hoy vamos a hablar de la posibilidad de que nuncahayas estado desligado de la vida, de Esto, de lo que estás buscando. La Unidad es lo único que ha existido y existe, siempre y desde siempre. Esa Unidad está ahora mismo presente: ¡está presente estés donde estés, no sólo en esta sala! Paraver Esto no es necesario esperar: no es algo que vayas a ver al final de un largo camino espiritual. Tampoco es algo que vayas a “conseguir”. Es todo lo que existe: cómo no va a serlo si la Unidad es lo único que existe; de lo contrario, no sería Unidad.

Este mensaje no consiste en desprenderse de nada. Tampoco consiste en enseñar prácticas espirituales, ni siquiera consiste en abandonar la búsqueda. Abandonar la búsqueda al final se convierte en una meta más. Si fuera tan fácil, hace tiempo que lo habríamos hecho. Si buscar o sufrir dependiese de nosotros, optaríamos por no buscar, por no sufrir. Me refiero a que tú no eres quien hace las cosas. Tú no eres el que está buscando, tú no eres el que está sufriendo. En este instante y desde siempre (éste es e secreto que constituye la esencia de todas las religiones y de todas las enseñanzas espirituales), la vida se está viviendo a sí misma. Hágase tu voluntad y no la mía: en este instante y desde siempre, la Unidad hace todo, y tú no eres más que un personaje de una película divina. Puedes llamarlo Unidad, Dios, Espíritu o Energía… Si no quieres, no lo etiquetes pero la Unidad es lo que permite que todo exista: al mismo tiempo, no está desligada de lo que existe como no está desligada de ti.

Podemos comprobarlo ahora mismo: la respiración se produce por sí sola sin que hagas nada al respecto. Los ruidos que hay en la sala se van sucediendo, pero no eres tú quien los oye sino la mente, que aparece y declara: “¡Yo soy quien hace eso! ¡Yo soy quien escucha! ¡Yo soy quien ve! ¡Yo, yo, yo!”. El espejismo del “yo” se encuentra siempre presente en lo más profundo de la vida pero, al analizarlo detenidamente, se ve que no existe. Si has hecho meditación alguna vez, te sonará lo que estoy diciendo. Al observarlo con más detenimiento, uno se encuentra con pensamientos que surgen en el momento presente; uno se encuentra con sonidos, olores y sentimientos que surgen en el momento presente, pero no hay ningún sujeto ahí dentro que sea responsable de todo eso que, simplemente, está sucediendo. Todo es un juego espontáneo sin nadie en el puesto de control: todo sucede sin ningún esfuerzo. Es energía que danza: un maravilloso y evanescente espectáculo de luz y sonido que no surge para alguien sino que sucede para nadie.


La Unidad adopta mil formas distintas: ahora mismo, está adoptando la forma de un grupo de personas sentadas en una sala, que escuchan a otra persona que está hablando. Ése es el sueño, ése es el cuento: hay un grupo de personas sentadas en una sala, que escuchan a alguien que les habla. Lo que ocurre es que todo lo que sucede es Unidad y, cuando esto se ve con absoluta claridad, se desvanece la búsqueda de cualquier otra cosa por el simple motivo de que ya no hace falta: porque se ve que lo que existe es todo lo que hay. Sencillamente, no hay posibilidad alguna de que haya otra cosa y, entonces, se ve que la búsqueda es la que ha convertido eso en un problema. La búsqueda de lo extraordinario mantiene que esto es demasiado corriente. Sin embargo, cuando esa necesidad de búsqueda se desvanece, se ve que todo esto es, de por sí, totalmente extraordinario. Al mismo tiempo, es tan increíblemente corriente que la mente se queda perpleja y piensa: “¡Es imposible que sea esto, es demasiado vulgar!”. Esto destruye todas las ideas que la mente se ha forjado sobre el despertar.

La vida no nos exige nada: ése es su gran regalo. Tan sólo se presenta ahora con esta forma y, después, con esta otra y con ésta… ¡Y no hay manera de saber qué sucederá a continuación! Siempre estamos en el núcleo de la vida, de lo desconocido, de lo nonato, de lo imperecedero.

Este mensaje puede suponer todo un reto para esa mente que quiere aferrarse a sus creencias, para esa mente que quiere hacer cosas, porque este mensaje no le va a dar nada que hacer a la mente. Con ello tampoco estamos diciendo que debamos interrumpir nada de lo que estemos haciendo. Lo que sucede es que no tenemos alternativas. De hecho, el secreto consiste en que la actividad ya se está produciendo: se hace por sí sola. Todo esto es un juego de la Unidad que tú no controlas. Por eso, ya puedes estar aquí sentado o paseando por el parque, meditando o practicando auto-indagación, en cualquier caso, no eres tú quien hace todo eso. Ahora mismo, y desde siempre, es la Unidad la que juega a todo esto y tú no eres más que un pensamiento que brota en el presente. Ahora mismo, y desde siempre, todo esto se hace por sí solo. Lo que debe hacerse se hace por sí solo: “No mi voluntad sino la Tuya”. La Unidad está plena de por sí y lo que hagas o dejes de hacer no va a añadirle o a sustraerle nada a esa plenitud.

Ahora mismo está el latido del corazón, algunos pensamientos que surgen, los sonidos que surgen. No somos más que recién nacidos, ni más ni menos. Es lo que siempre hemos sido.

Es permanente. Lo más bonito de Esto es que no se puede poseer… pero tampoco se puede perder. Todo lo que se consigue se puede perder: sin embargo, como Esto no se puede poseer, no se puede perder. No se puede captar. Lo maravilloso de todo esto es que este amor incondicional permite incluso que continúe ese esfuerzo por captar esto, mientras dure y hasta que deje de durar. Ese esfuerzo por captar y por buscar esto se despliega por sí solo hasta que la mente acaba por agotarse y se sume en el descanso. Entonces, se ve con absoluta claridad: es Esto, aunque no puede comprenderse intelectualmente, sólo se puede ver con claridad y evidencia.

martes, 6 de septiembre de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (La presencia Yo Soy)


ULTIMÓ VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE


Usa a menudo: « YO SOY la Presencia que nada puede perturbar». Mantente siempre con una actitud calmada y alegre, pase lo que pase.

Para alguien a quien desees ayudar, di: Mira, compañero, a través de la Presencia « YO SOY», te doy el poder de controlar eso.




SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

“En uno mismo”


“Muchas veces en su existencia, los humanos tiene que sufrir pruebas que les obligan a preguntarse sobre las únicas cuestiones verdaderamente importantes: las que conciernen al sentido de su vida. 

Y si se les dice que encontrarán las respuestas en la religión, la mayoría continúan sintiéndose perdidos, en el vacío, porque sus respuestas efectivamente no les ayudan en absoluto. 

Pero ocurre a veces que, sumergidos en el sufrimiento, algunos seres se interiorizan tan profundamente en sí mismos que encuentran finalmente las respuestas en ellos mismos. 

No es la religión lo que les ayuda, no es la fe lo que les ayuda, sino que encuentran la fe a causa de la experiencia que están viviendo.

La verdad es que Dios ha puesto en el hombre todas las respuestas a las preguntas que se plantea, todos los recursos que necesita para afrontar las pruebas de la vida. 

Después de haber buscado, profundizado, puede acabar encontrándolos y los encuentra incluso mucho mejor que en ciertas explicaciones de la religión.”

Omraam Mikhaël Aïvanhov.