CAPÍTULO 8.
ES MI INTENCIÓN VIVIR LA VIDA CON UN PROPÓSITO:
Quienes tienen un propósito en la vida poseen las cualidades más elevadas que puede ofrecer la humanidad. Mantener un propósito es lo que consiguen las personas que llegan más lejos en la autorrealización en el viaje de la vida, pero otras muchas apenas tienen ese sentido de propósito e incluso pueden dudar de que exista tal cosa en su vida.
EL PROPÓSITO Y LA INTENCIÓN:
El hecho mismo de tu existencia indica que tienes un propósito. Estás aquí para cumplir el propósito para el que te apuntaste antes de entrar en el mundo de partículas y forma. Muchas cosas que consideras problemas derivan del hecho de estar desconectado de la intención y, por consiguiente, ajeno a tu verdadera identidad espiritual. Debes restablecer esa conexión y descubrirás: en primer lugar que tu propósito no se centra tanto en lo que haces como en lo que sientes, y en segundo lugar, que sentir que quieres llevar a cabo ese propósito activa tu fuerza de la intención para crear cualquier cosa que concuerde con las siete caras de la intención.
Sentir que tienes un propósito. Sentirás que tienes un propósito cuando des tu vida al servicio de los demás. Cuando das a los demás, a tu planeta y a tu Fuente, tienes un propósito, independientemente de la abundancia que recibas a cambio.
No te preguntes ¿cuál es tu propósito ni como encontrarlo, tú solo debes mantenerte en tu propósito expresando las siete caras de la intención, y ya se te desvelarán los detalles.
Tu propósito se te desvelará. Cuando estás lo suficientemente despierto como para cuestionarte tu propósito y preguntar como conectarte a él, lo que te empuja a hacerlo es la fuerza de la intención. Haz un esfuerzo consciente para ponerte en contacto con ella y escúchala. Practica el ser lo que eres en la fuente de tu alma. Ve hasta el nivel de tu alma, donde la intención y el propósito encajan con tal perfección que logras una revelación muy sencilla: saber que es esto.
El silencioso conocimiento interior. En alguna parte, enterrado en el fondo de todos nosotros, existe una llamada al propósito. No es siempre algo racional, algo claramente definido, y en ocasiones incluso puede parecer absurdo, pero el saber está ahí. Hay algo silencioso en nuestro interior que dispone que nos expresemos. Ese algo es el alma que te dice que prestes atención y que te conectes a la fuerza de la intención a través del amor, la bondad y la receptividad. Ese silencioso saber no te dejará en paz. Puedes intentar no hacerle caso, como si no existiera, pero cuando estés a solas, en auténtica comunión contigo mismo, notarás que el vacío espera que lo llenes con tu música. Se trata de que repartas de una forma creativa, amante, utilizando las destrezas y los intereses que forman parte inherente de ti. Puede ser cualquier actividad que puede destinarse a inflar tu ego o a servir a los demás.
LA INSPIRACIÓN Y EL PROPÓSITO:
Cuando te sientas inspirado por un gran propósito todo empezará a irte bien. La inspiración surge de volver al interior del espíritu y de conectarse a las siete caras de la intención. Cuando sientes la inspiración, lo que parecía arriesgado se transforma en un camino que te sientes obligado a seguir. Los riesgos desaparecen porque vas tras tu dicha, la verdad que existe en tu interior, el amor armonizado con tu intención.
Combinando tu profundo saber con la fe que te proporcionará el Espíritu, te darás cuenta de que la fuerza de la intención está en pleno funcionamiento. Lo único que necesitas es confiar en ese saber interior.
HACER DE TU INTENCIÓN TU REALIDAD: