viernes, 10 de febrero de 2017

TU YO SAGRADO capitulo 13


De la dominación a la tolerancia

Acusar a los demás de los propios infortunios es un signo de falta de
educación.
Acusarse a uno mismo demuestra que la educación ha comenzado.
No acusarse uno mismo ni acusar a los demás demuestra que la educación ha
sido completada
EPICTETO


Soy consciente de que no necesito dominar a nadie con el fin de estar
espiritualmente alerta

Su yo superior quiere que esté en paz. Su ego quiere mantenerle en un estado
de agitación con el fin de conservar su domino sobre su vida. Es probable que
haya escuchado a su ego durante la mayor parte de su existencia.

El resultado de escuchar al ego es que la mayoría de nosotros permitimos que
el ego nos persuada para escoger la dominación en lugar de la tolerancia como
criterio en nuestras relaciones. Pasar de la dominación a la tolerancia requiere
disciplinar el ego y escuchar al yo espiritual.

Estoy escribiendo según mi experiencia personal en este asunto, y se trata de
una de las misiones más difíciles que me ha planteado mi yo espiritual. He
pasado muchos años dominado por mi ego, y sin tener intención de hacerlo he
convertido la dominación y el enjuiciamiento en las piedras angulares de mi
relación con los demás.

Las sugerencias que encontrará en este capítulo provienen todas de mi propia
experiencia al superar las inclinaciones dictadas por el ego. Realizar la
transición de la dominación a la tolerancia reviste una especial dificultad
debido a que el deseo de satisfacer el ego es muy poderoso. El ego se
muestra en extremo persuasivo después de toda una vida de disfrutar de los
beneficios de la dominación. No quiere renunciar a su control.
Su yo superior asumirá el mando fácilmente cuando usted deje de controlar a
otras personas. Comenzará a sentir un amor incondicional, y empezará a
encontrar la paz que ha deseado.

Para encaminarse hacia la tolerancia que fomenta su yo superior y apartarse de
las necesidades de controlar y juzgar impuestas por el ego, necesita examinar
las cualidades que alimentan una forma tolerante de abordar al vida.



REEMPLAZO DE LA DOMINACIÓN POR LA TOLERANCIA

Aquí encontrará las principales características de la tolerancia. Fíjese en que
con la tolerancia entra en sintonía con su yo superior al renunciar a las
constantes exigencias del ego. Dese cuenta de que lo que el ego le ha hechoa
usted, usted se lo ha hecho a otras personas.

El aprendizaje de estos comportamientos para crear una actitud tolerante es
una manera de educar al ego y de educarse a sí mismo. En el proceso, puede
despojarse de las habituales reacciones del ego que le apartan de la verdadera
realización.

Dejar que las cosas sean como son. Para volverse más tolerante y estar menos
controlado por su falso yo, comience a sentirse satisfecho con tal como son
las cosas. Su ego nunca está del todo contento. Si escoge algo, su ego le
convencerá de que considere alguna otra cosa.

Si una persona a la que ama actúa y es muy considerada con todo lo que usted
dice o hace, su ego quiere que esa persona sea más crítica; si esa persona es
más crítica, su ego decide tenerle antipatía. Si come demasiado, usted
comienza a pensar en lo agradable que sería estar más delgado; se pone a
dieta, y todos sus pensamientos girarán en torno la comida. Si se queda en
casa durante un largo período de tiempo, su ego se pone a contarle lo bonito
que sería viajar; póngase en carretera y el ego empezará a hablarle de lo bonito
que sería quedarse en casa. Se encuentra en una relación y comienza a
imaginar que sería más agradable estar libre de ataduras; no disfruta de una
relación y empieza a querer tener una. Sus hijos andan corriendo por la casa y
empieza a pensar en escapar de ella; se ha ido de la casa y no piensa en nada
más que en sus hijos.

Si se identifica con lo descrito, puede estar seguro de que el ego le ha
separado temporalmente de su yo espiritual. Dada su voluntad de convencerle
de que está separado de todo, necesita separarle del centro de su ser.
Entonces puede mantenerle en ese estado de tratar de dominar a otras
personas como manera de intentar lograr el equilibrio y el contento. El
problema radica en que usted no puede alcanzarlos si se halla separado de la
conciencia de su yo superior.

Cuando comienza a escuchar a su yo superior en los momentos
contemplativos y de quietud, empieza a relajarse y aflojar la presión.
Desaparece la falsa creencia de que todas las personas de su vida necesitan
ser dominadas o controladas por usted o de que los demás tienen que estar a
la altura de sus expectativas para ser felices.

Las personas son como soy, y su necesidad de dominarlas o cambiarlas en el
sentido que sea es el dictado de su falso yo. Su ego está, tomo de costumbre,
intentando convencerle de que está separado de los demás. Tampoco quiere
que caiga en la cuenta de cómo hace para dominar su existencia, así que le
convence de que si no domina a los demás ellos le vencerán.

El ego proyecta sus tendencias controladoras sobre los demás para evitar que
lo vea operando dentro de usted. Al mismo tiempo, hace que vea a la gente
tolerante como controlable. El inteligente ego le controla en un sentido y otro.
Le hace comportarse de modo dominante para ocultar cómo le controla a usted
y al mismo tiempo le hace sentir desagrado por las personas tolerantes
controlables. ¿Por qué iba usted a querer decidirse por la tolerancia cuando le
ponen ese modelo delante?

Física cuántica: reconciliando ciencia y espiritualidad


Durante centurias las religiones y la ciencia ortodoxa tomaron el control del conocimiento para dividirlo, en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo de la ciencia. Así fue como toda la dinámica universal se consideró un inmenso mecanismo predecible y en el que el hombre no tenía incidencia. Todo estaba en manos de Dios, arbitrando una puja eterna en su creación: entre el bien y el mal, el caos y el orden. Mucho se habla en estos días sobre la Física Cuántica, pero en definitiva, ¿qué es la Física Cuántica? Si comparamos a la Física Cuántica con un sistema monetario basado en el peso, la unidad mínima de dicho sistema es el centavo.

La llamada Física Clásica se encargaría entonces de estudiar el sistema a partir de la unidad peso (átomo) mientras que la Física Cuántica lo haría a partir del centavo (cuanto). Entonces esto puede llevarnos a definirla como una ciencia subatómica. La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero, reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de co-creación que todos poseemos. El hombre dejó de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.



Todo es luz

El término cuántico proviene de quantum, que es la unidad más pequeña que constituye la luz. Los experimentos llevados a cabo en los más avanzados laboratorios que estudian la física de partículas han demostrado que, en el nivel más pequeño de la materia, el nivel de las partículas elementales, todo es energía. Para comprenderlo mejor digamos que la materia es luz condensada. En los laboratorios se descubrió que las partículas y antipartículas se aniquilan entre sí, dando lugar a la aparición de la energía radiante y de la pura energía.

En el mundo cuántico surgen procesos de creación y destrucción, demostración científica de que energía y materia no son más que dos polos de la misma esencia, de una única sustancia universal. El hombre mismo está formado de esta misma sustancia universal: luz pura y radiante. Cada uno de nosotros es un sistema de energías en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración. Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y absorber información. Así estamos en continua comunicación con una matriz cuántica universal de carácter holográfico.



Curación cuántica

Este descubrimiento está abriendo las puertas a una nueva terapia de curación que no es física, sino de carácter energético. Durante la segunda mitad del siglo XX, Herbert Fröhlich y Fritz Popp estudiaron este patrón energético de los seres vivos. Se descubrió por entonces que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola supermolécula, estableciendo un patrón energético coherente y único. Así se pudo detectar una emisión lumínica por parte de los átomos similar a la de un láser.

La misma fue conocida con el nombre de “radiación mitogenética de láser” y constituye la clave para asegurar que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo; y que su equilibrio, bienestar y salud dependen -como en el caso de una conexión a internet-, de la calidad de recepción y emisión de dicha señal. Para favorecer esta coherencia se puede interaccionar con estos campos sutiles de energía mediante terapias que utilizan luz, escalas cromáticas y frecuencias de sonido que ayudan a reestablecer la comunicación con la matrix.




Las propiedades holográficas

miércoles, 8 de febrero de 2017

POR QUÉ EL ÚLTIMO PENSAMIENTO DEL DÍA ES TAN IMPORTANTE


EL ÚLTIMO PENSAMIENTO PUEDE DETERMINAR LA CALIDAD DE NUESTRO SUEÑO A LA VEZ QUE PUEDE USARSE PARA PRACTICAR YOGA EN LOS SUEÑOS Y COBRAR LUCIDEZ

Hoy en día muchas personas tienen hábitos poco conducentes a un buen dormir y menos aún a la exploración lúcida de los sueños. Se considera que lo importante es simplemente dormir --conciliar el sueño como sea y apagar la mente-- sin pensar en la forma en la que hacemos esto, ni reparar en la riqueza posible del mundo onírico. Muchas personas se quedan dormidas viendo televisión o llevan sus celulares o tabletas a la cama y lo último que ven es una de esas pantallas brillantes. Además de que esto afecta los ciclos de melatonina que permiten dormir bien, de alguna manera también estos hábitos in-forman nuestros sueños, cruzando el umbral como fantasmas mentales y programando el contenido de nuestros sueños.

Como los antiguos navegantes que zarpaban a lo desconocido y se encomendaban a santos o a deidades, al dormir uno puede realizar una pequeña oración y/o meditación como programación y purificación para tomar un buen camino. El maestro budista Chökyi Nyima Rinpoche señala:

Justo antes de quedarse dormido siempre hay un pensamiento final. Podemos intentar que ese último pensamiento sea uno noble y benevolente. Si lo hacemos, la cualidad de ese pensamiento puede permear todo nuestro sueño... podemos decir, desde un punto de vista espiritual, que nuestro sueño se vuelve un sueño virtuoso. Si tu último pensamiento es egoísta o hasta hostil, entonces quedarse dormido con eso en la mente satura todo el proceso de sueño con emociones poco sanas. Esto es una idea muy simple, pero es una importante. Sin mucha dificultad... podemos asegurarnos de que una parte significativa de nuestra vida se vea saturada de bondad.

Y es que resulta absurdo y francamente inconsciente abandonarse sin más, sin esperanza de recuerdo o provecho, a la oscuridad de los sueños, cuando en realidad no es tan difícil llevar con nosotros la lámpara de la conciencia. Andrew Holecek, en su libro Dream Yoga, hace énfasis en la importancia del último pensamiento del día:

Tomando un concepto del yoga del bardo: el último pensamiento que tienes antes de quedarte dormido tiende a reencarnar como el primer pensamiento o sensación en tu próximo estado de conciencia. Si puedes gentilmente sostener un pensamiento, intención o sensación antes de dormirte, ese pensamiento, intención o sensación tiende a surgir en tus sueños.

El sueño es la continuidad de nuestra mente, una zona porosa y permeable a los pensamientos y acciones de la vigilia, si bien más sensible a registros sutiles. Así podemos disolver la frontera dualista entre el sueño y la vigilia y tratar de tejer un contínuum no-dual, que permita construir una estado mental estable orientado a la paz y la sabiduría. Desperdiciar ese tercio de nuestra existencia, donde además podemos indagar la realidad bajo preciosas condiciones especiales, es casi imperdonable desde la perspectiva del espíritu.

Holecek recomienda realizar ciertas prácticas de limpieza y cultivo de virtud previas para prepararnos para el sueño, quizás de la misma manera que nos prepararíamos para un encuentro con un ser querido (el alma que en el misticismo es la amada) o que nos aseguraríamos de calmar nuestra mente antes de una cita importante. "Una buena higiene para dormir en el sentido espiritual tiene que ver con irse a dormir con un estado mental limpio para que puedas tener sueños claros y limpios". Después de hacer ejercicio o ensuciarse en la lluvia o en el lodo, generalmente una persona se bañaría antes de dormir. Esta misma higiene tiene sentido en su aspecto mental o espiritual.

El lector que quiera hacer de su diaria incursión "oneironáutica" podría ensayar esta invocación de Guru Rinpoche: "Cuando te vas a dormir cultiva el Espíritu del Despertar (bodhicitta) pensando, 'Por el bien de todos los seres sintientes a lo largo y ancho del espacio practicaré el samadhi ilusorio, y lograré la perfecta budeidad. Para este propósito entrenaré en mis sueños" (Natural Liberation, trad. de Alan Wallace).

El samadhi ilusorio es la concentración durante el estado onírico y el dominio del cuerpo del sueño. Guru Rinpoche sugiere que el sueño puede usarse para precipitar nuestro propio despertar, el cual tiene el motivo esencial de servir para el despertar de los demás. Los sueños como un terreno sagrado, un "laboratorio" (palabra que sugiere tanto el lugar donde se labora como el lugar donde se ora). Para hacer disponible el sueño como espacio de labor espiritual es necesario reconocer el sueño como sueño, hacerlo consciente o lúcido. Al hacer esto uno entra en una dimensión de posibilidades casi infinitas, como uno de esos espacios paralelos en The Matrix en los cuales Neo realiza un entrenamiento acelerado descubriendo la naturaleza ilusoria de la realidad.

TU YO SAGRADO capitulo 12


De la lucha a la meta
Ir con la corriente de las cosas,
Rendirse de buen grado a la razón,
Someterse y aceptar el final
De un amor o de una estación.
Robert FROST

Sé que ya soy un ser entero y que no necesito perseguir nada con el fin de
estar completo.

El mensaje de este capítulo puede ser resumido en una palabra: ¡alégrese! Su
yo superior no le exige nada. No tiene que demostrar quién es ante Dios. Fue
creado como extensión de una fuerza espiritual más elevada, la esencia misma
del universo. No llegó al aquí y ahora incompleto, en ningún sentido. No tiene
que luchar para demostrar nada. A menos que, por supuesto, decida escuchar
al omnipresente falso yo, el cual estipula que si no está ocupado en perseguir
algo es un fracasado.

Puede resultar difícil alegrarse por fin y entender que la vida es lo que sucede
mientras usted está haciendo otros planes. ¡Eso es! Todos y cada uno de los
instantes de su vida tienen lugar en el momento presente.

Usar los momentos presentes para perseguir los momentos futuros es una
actividad dictada por el ego. Su ego quiere que se sienta incompleto con el fin
de poder controlar su existencia. Cuando por fin tenga la posibilidad de decir
que ha llegado, sabrá lo que se siente cuando se es libre. Se habrá liberado de
su falso yo, el cual podría mantenerle en perpetuo movimiento, persiguiendo
más y más, hasta su último aliento.

Su yo superior no quiere que sea un haragán ni que no tenga un propósito,
sino que se dé cuenta del poder del conocimiento al que ha llegado. Cuando
usted sabe que este momento es su vida entera, no está concentrado en los
momentos pasados ni futuros, y se libera del estrés y la tensión que
acompañan a la vida de la lucha. Al liberarse, se torna más productivo y clamo
de lo que era cuando miraba a sus espaldas o por delante de sí mismo y no
permitía que su mente descansara en el centro de quietud del momento
presente.

Contrariamente a lo que el ego intenta hacerle creer, no se limitará a vegetar, ni
se quedará sin techo ni se convertirá en un irresponsable a la deriva.
Lo que sucederá es que se alegrará y se verá tan absorto en su misión que
estará más activo. Con este poder, descubrirá que es libre para entregarse a
cualquier cosa hacia la que se sienta atraído.

Cuando deje de luchar y comience a saber que tiene una misión divina, y que
no se encuentra solo, alcanzará la meta. Esa experiencia le brindará el júbilo
de hallarse en el reino del espíritu, donde no hay preocupaciones ni
culpabilidades. Estar de todo en el ahora quiere decir que conocerá el cielo en
la tierra porque estará por completo absorto en el instante espiritual.
Al examinar algunos nuevos conceptos desde la perspectiva del alma,
aprenderá sobre las cosas que quiere cambiar con el fin de acercarse más a la
experiencia de llegar a la meta y alejarse de la lucha.



LOS COMPONENTES DEL GIRO HACIA LA META

Para vivir el júbilo de saber que está aquí ahora, en este momento y que hay
todo lo que hace falta que haya, todo lo que alguna vez hubo y todo lo que
conocerás jamás-, debe aprender a confiar en su yo superior y despojarse de
esas arraigadas enseñanzas de todos los egos que han influido en su
existencia. Comenzará a darse cuenta de que en el aquí y ahora no está a
prueba. No tardará en comprender que su misión es servir y entregar el amor
que constituye su esencia básica.

No tiene que hacer más, aunque puede que decida hacer muchísimo. Su
principal objetivo es mantenerse centrado en dar y recibir el amor paternal y
fraternal, el amor de Dios. Si incorpora las siguientes ideas a la práctica de su
misión cotidiana, tendrá éxito en su objetivo.

5 COSAS QUE REALMENTE ALIVIAN LA SOLEDAD Y A LA VEZ LA CONFRONTAN


EN VEZ DE HUIR DE LA SOLEDAD O APLACAR SÓLO SUS SÍNTOMAS, ESTAS CINCO COSAS, CORTESÍA DE DAVID FOSTER WALLACE, REALMENTE PERMITEN ENCONTRAR UN SENTIDO Y TRANSFIGURAR NUESTRO MALESTAR

David Foster Wallace, tal vez el más grande escritor de su generación en Estados Unidos, luchó toda su vida con la soledad, la ansiedad y la depresión. Aunque su lucha lo llevó finalmente al suicidio, dejó lúcidas impresiones sobre estas condiciones mentales que podemos usar para vencer los propios demonios y salir avante. 

Por momentos Wallace llegó a una brutal honestidad, sus entrevistas incluso llegan a ser incómodas para muchos ya que la verdad suele serlo y también porque revelan todo el proceso que atraviesa su mente al sentirse alienado e inadecuado (pese a ser una de las mentes más brillantes de su tiempo Wallace pensaba que no era suficientemente bueno).

En su texto This Is Water, Wallace escribió: "Si adoras el dinero y las cosas [materiales] --si en esto es en donde buscas el significado real de la vida --entonces nunca tendrás suficiente. Nunca sentirás que tienes suficiente. Adora tu propio cuerpo y la belleza y la atracción sexual y siempre te sentirás feo, y cuando la edad y el tiempo se empiecen a mostrar, morirás mil muertes antes de que finalmente te planten. En cierto nivel todos ya sabemos esto --ha sido codificado en mitos, proverbios, clichés, bromas, epigramas, parábolas: el esqueleto de toda gran historia. Pero el truco es mantener la verdad enfrente de nosotros en la conciencia diaria".

Tenemos aquí palabras que, como Wallace señala, ya hemos oído de alguna u otra forma mil veces pero que no debemos olvidar y deben de estar en la vanguardia de nuestra existencia, diariamente informando nuestras actitudes.

Wallace padeció diversos tipos de adicciones a las sustancias psicotrópicas, mayormente fármacos que por una parte eran vitales para que pudiera sobrellevar su depresión, pero siempre supo que estos no lograban realmente acabar con la soledad sólo la ocultaban. "Las drogas, las películas, las fiestas ruidosas --todas estas cosas hacen que huya la soledad al hacerme olvidar que mi nombre es Dave y que vivo en una caja de metro x metro de hueso que ninguna otra persona puede penetrar o conocer". Sin embargo, existen cosas que pueden "contrarrestar... transfigurar y tratar" la soledad de manera más sana y sustentable. Según Wallace, estas cinco formas pueden "confrontar y aliviar" la soledad. No se trata de huir y acallar los síntomas sino de enfrentarlos y sublimarlos.



1 -La ficción (leer cuentos o novelas o escribirlos)

lunes, 6 de febrero de 2017

TU YO SAGRADO capitulo 11


De la apariencia externa a la sustancia interior
La dignidad no consiste en recibir honores sino en merecerlos
ARISTÓTELES

Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay más allá de las apariencias
La plegaria que más a menudo se cita en el mundo occidental incluye as
siguientes palabras: “... hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Para el ego, el tener el cielo en la tierra significa ser la persona más rica y
famosa de este reino. Para su yo espiritual, “el cielo en la tierra” significa que
no existen dichas distinciones.

En la tierra, insiste el ego, usted debe perseguir las apariencias y las
adquisiciones. El principal motivo de su vida aquí, según el ego, tiene que ver
con las apariencias, y su apariencia está por encima de sus más profundos
sentimientos. Su carrera profesional, la calidad y cantidad de sus posesiones y
los oropeles del éxito, son hacia lo que el ego quiere que dirija su energía.
Esto es muchísimo más importante para el ego que la vida interior.
Pero todos somos conscientes de la vacuidad y futilidad de la forma de ser del
ego. Usted está leyendo este libro en parte porque es consciente de que, con
el fin de tener una experiencia de vida más profunda y rica, tiene que saber
cómo apartarse del ego y dirigirse hacia el yo interior, que le ofrece la amorosa
esencia divina.



IR MÁS ALLÁ DEL MUNDO DE LAS APARIENCIAS 

Para entender cómo funciona el ego, usted tiene que darse cuenta de que esta
falsa visión de sí mismo cree que la Tierra es la única morada. Si usted se
reconoce sólo como un terrícola, como quiere el ego, su felicidad y
satisfacción tendrán que ser realidades físicas, cosas.
Pero hay un aspecto de usted que sabe que estas cosas no proporcionan la
satisfacción espiritual que supone la promesa de la búsqueda espiritual. El
planeta Tierra no es su única morada. Lo que éste ofrece es satisfactorio sólo
en parte para el invisible yo que habita en su cuerpo. Esa faceta interna sabe
que esta vida en la Tierra no es el último destino.

Sin embargo, a la mayoría nos ha convencido el tenaz y decidido ego, de que
las apariencias son lo que cuenta en la vida, y que las recompensas se
obtienen por las apariencias. El yo interior sabe que todo esto es muy fugaz
porque las recompensas que usted obtiene de la juventud y la fuerza física, por
ejemplo, disminuirán al deteriorarse esas cualidades físicas.

Su yo físico observa eternamente las transformaciones físicas del cuerpo. Este
reino del yo superior está gobernado por un yo interior que es consciente de
las realidades de la Tierra y de las realidades del cielo. Es inmune a las
exigencias del ego para que concentre toda su energía en el plano terrenal.
He aquí cómo lo describe Nisargadatta Maharaj: “El mundo es la morada de los
deseos y el miedo. No puedes encontrar paz en él. Para hallar paz debes
trascender el mundo”. Y eso es en verdad el cielo en la tierra: una experiencia
de paz interior sin idolatría de las posesiones y apariencias.

La perspicaz respuesta a la plegaria: “...hágase tu voluntad, así en la tierra
como en el cielo” se halla en el conocimiento de que el cielo no es este mundo.
Es el mundo de Dios, el reino donde usted ha destruido todo lo que ha
acumulado y donde encuentra la paz a la que hace referencia Sri Nisargadatta.
Su yo superior está más allá de este mundo de vida y muerte donde las
apariencias son lo más importante. Vea cómo esas apariencias han triunfado
sobre el yo espiritual.

Juzgar a los demás por su apariencia. Un rasgo común de la persona guiada
por el ego es el de juzgar a los demás por las medidas externas de sus
posesiones, apariencia y conducta.

Muévete y el camino aparecerá


Muévete y el camino aparecerá. Puede que no lo haga hoy, ni tampoco mañana, pero en cada paso dado con firmeza la mente se aclara y las oportunidades surgen. Tampoco importan las veces que te hayas perdido, porque en cada sendero equivocado nos encontramos a nosotros mismos, y ese aprendizaje es sin duda el más valioso.

La vida es movimiento, y si no lo asumimos desde un principio de este modo, quedaremos relegados al ostracismo de quien no entiende que tras los cambios llegan las oportunidades o que no basta solo con esperar para que la felicidad llame a nuestra puerta. Todo logro llega tras una lucha. Todo éxito acontece tras la férrea dedicación de quien invierte tiempo, de quien entiende de sacrificios y de esa voluntad donde no cabe la palabra rendición.


“Solo da el primer paso y el resto del camino irá apareciendo a medida que camines”
-Martin Luther King-


Ahora bien, hay algo que en ocasiones falla en esta fórmula. Nos han inculcado desde niños que debemos ser capaces de luchar por nuestro sueños. Nos esforzamos en cultivarnos a través de unos estudios, alimentamos esperanzas y esperamos ser un día esa mano de obra especializada y puntera capaz de crear un mundo mejor donde se tengan en cuenta nuestros esfuerzos, nuestra valía.

Si embargo, esto no siempre se cumple. Tal y como explicó una vez Nicholas Kristof, periodista especializado en derechos humanos, hemos llegado a un punto en nuestra sociedad moderna donde parecen haberse terminado las oportunidades, o más concretamente, “la igualdad de oportunidades”. Puede parecer fatalista, no hay duda, pero muchos estarán de acuerdo en que a veces, no basta con luchar hasta la extenuación para hallar el triunfo.

Estamos ante una fórmula que empieza a fallar y que requiere tal vez, de otro enfoque. Hay que poner en marcha otro tipo de camino. Te invitamos a descubrirlo a continuación.



El camino de la desigualdad y el caos personal

Michael Spence ganó el premio nobel de economía en el 2001. Tal y como nos explica a través de diversos artículos, hemos llegado a un punto donde hay una regla de tres que casi nunca falla: a mayor riqueza o nivel de modernidad de un país, mayores son las desigualdades sociales.


Evolución económica no va de la mano de la evolución humanitaria ni aún menos de los derechos personales, esos que nos dignifican como especie. Es como si hubiéramos vuelto a esa conciencia de clase del medievo, donde unas élites se alzan en la cúspide y más abajo, se halla una clase media en serio peligro de extinción.

“Si enciendes una lámpara para otro, iluminarás tu propio camino”
-Proverbio budista-


No es este el momento de ahondar en cuestiones políticas, pero estamos ante una realidad que tiene un claro impacto sobre nuestra salud psicológica. El caos personal al que puede llevarnos este contexto es inmenso, por ello es vital que mantengamos a flote nuestra brújula interior para aprender a sobrevivir en un entorno cambiante, a instantes implacable y muy poco sensible con las necesidades de las personas.

Es muy posible que durante mucho tiempo hayamos enfocado nuestra estrategia vital de forma errónea. Buscamos nuestro camino en el exterior. Hemos desgastado las suelas de nuestros zapatos y agotado nuestro corazón en busca de oportunidades entre múltiples senderos, arroyos y sinuosas carreteras que no nos han llevado a ninguna parte. Tal vez, sea el momento de dirigir nuestra mirada a otro camino: el de nuestro interior.

Seguidamente, te explicamos en qué consiste esta nueva propuesta.



Movimiento interior y creación

domingo, 5 de febrero de 2017

La fuerza del silencio


La ausencia de sonidos puede ser la puerta de entrada a un mundo lleno de significados.

Llegar a tener un tiempo de silencio te permite escucharte a ti, tu propia voz acallada por tantos ruidos; y si la mente también se calma, será mucho más fácil apreciar y resolver las diferentes situaciones que vivimos.

El silencio nos da la oportunidad de escuchar tu propio cuerpo, tus latidos, tu respiración, tus leves movimientos, internos y externos,…

El ruido invade nuestra vida, en todo momento. Las máquinas están por todas partes construyendo, derribando, circulando; oímos cuando agujerean una pared, cuando nos envían un mensaje, música estruendosa a través de la ventanilla de un coche, el despertador,…

Quizás no existe el silencio absoluto, incluso en nuestro propio silencio escuchamos los de nuestro cuerpo. Pero cuando hablamos de silencio hacemos referencia a escuchar nuestra respiración, a relacionarnos con sonidos que nos aportan un estado de tranquilidad y relajación: el sonido del agua de un río, las olas chocando con la orilla de la playa, el canto de los pájaros, el silbido del viento,…Asociamos el silencio a un estado de bienestar.

Estar en silencio pone a prueba nuestra capacidad de estar solos. No tener que expresar como nos sentimos, solo experimentarlo, interiorizarlo. Y no sabes que pasa, pero es un momento mágico: es la ausencia de ruido, estar contigo, revisar tu interior, aclarar tus ideas,…, desde la tranquilidad, experimentar tus sensaciones. Tú y Tú. No hay necesidad de explicar nada.

En esta sociedad tan ruidosa, una persona silenciosa es rara, loca,…, porque la ausencia de ruido se traduce como creencia de aislamiento.