Se denomina metafísica al estudio de cualquiera de los principios que rigen el Universo, que aún no han sido integradas a las ciencias tradicionales. Así pues, en esta entrada nos centramos en los Principios de la Metafísica centrados en la felicidad.
El significado de la palabra meta es “más allá”, donde metafísica se resume en el concepto de estudio de aquellos fenómenos que se encuentran un poco más allá de la física, es decir, que están por fuera de la percepción de nuestros sentidos.
Los Principios de la Metafísica
Los Principios de la Metafísica fueron escritos por Hermes en el antiguo Egipto, por lo que se le considera el padre de la sabiduría, fundador de la astrología y descubridor de la alquimia.
Se le llamaba Trismegisto, tres veces grande, y fue deificado más adelante por los propios egipcios cuando le dieron como nombre Thot. Los inmensos conocimientos que poseía eran extremadamente secretos y solo fueron revelados a unos pocos escogidos de aquellos tiempos.
Las enseñanzas “herméticas” se propagaron por innumerable cantidad de países y sociedades y se incorporaron a todas las religiones en mayor o menor medida, pero no se han podido identificar con ningún país existente a día de hoy.
Los Principios de la Metafísica
En el principio, los preceptos y enseñanzas se transmitían oralmente. No se empleaba ningún tipo de material escrito hasta la aparición del Kybalión, que recopilaba enseñanzas, axiomas y principios de la metafísica.
Kybalión significa contenedor, pues este estudio se aplica como contenedor de sabiduría. Probablemente, uno de sus principales autores fuera el Conde de Saint Germain, quien según aseguran especialistas y estudiosos de ese tiempo, era una de las reencarnaciones del Maestro Hermes.
Dice el Kybalión: “Los principios son siete, el que comprende esto perfectamente posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par”.
Los Siete Principios de la Metafísica
Principio del mentalismo
Principio de correspondencia
Principio de vibración
Principio de polaridad
Principio de ritmo
Principio de causa y efecto
Principio de generación
1. Principio del mentalismo
El Todo es mente; el Universo es mental.
Para comprender este principio es necesario empezar desde la base. En nuestro Universo, en el que vivimos solo existe un Dios. Pueden existir diferentes creencias y tal vez grandes diferencias religiosas y culturales, pero Dios es uno solo y es el mismo para todos y cada uno de nosotros.
En el Kybalión se emplea el concepto y la palabra Todo, desde el punto de vista de la síntesis de la idea de una Única Presencia.
En todo el universo solo existe una Mente y todo lo que existe está comprendido dentro de esa mente. Nosotros estamos conectados por una sola mente y como consecuencia existe una sola ley, que se manifiesta en los siete principios de la metafísica.
Dios es Infinito, Omnipresente y Eterno. Todo fue creado por Él. Lo creó en su propia Mente. Todo lo que existió, existe y existirá está incluido en esa gran Mente Universal.
2. Principio de correspondencia
Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba.
Comprender los alcances del principio del mentalismo nos permite entender y aceptar que, con nuestros pensamientos, creamos nuestra realidad.
El Principio de correspondencia nos dejará comprender por qué en ocasiones nosotros mismos creamos situaciones negativas que nos perjudican y nos hacen daño. Podremos entender por qué extraños motivos atraemos hacia nosotros a personas que nos engañan y nos mientan descaradamente y que hasta son capaces de robarnos.
Debemos comprender que como es adentro es afuera y como es afuera es adentro.
Las cosas que nos pasan y que suceden a nuestro alrededor son reflejos de lo que pasa en nuestro interior.
Si la persona es desordenada con sus cosas demuestra el desorden de su interior. Y si por el contrario la persona es muy rígida con el orden y la pulcritud, refleja una mente esquemática y dura.
Existe una correspondencia directa entre lo que se habla y la expresión corporal de le acompaña. Cuando una persona miente, por lo general, tiende a expresar la incomodidad que su interior siente y puede darle picazón en la cara. En los niños es muy común ver que cuando mienten se llevan la mano a la boca.
Los adultos no se comportan de manera tan evidente, pero solo porque hacen otros gestos parecidos como arreglarse el cabello o rascarse la nariz.
Así como funcionan los detectores de mentiras, en nosotros se produce una especie de cortocircuito interno, una incomodidad que generalmente culmina con una picazón en el rostro.
También el movimiento ocular acompaña a la secuencia de pensamientos.
Si los ojos miran hacia arriba se fijan en las imágenes. Si es hacia arriba a la derecha, la parte creativa se activa. En cambio, si es hacia arriba pero a la izquierda, se está activando a la memoria.
Es bastante fácil deducir, cuando se le formula una pregunta a una persona y al responder mira hacia la derecha, es que está inventando una respuesta.
Si por el contrario, mira hacia la izquierda, está recordando algo que hizo.
3. Principio de Vibración