Aunque la religión y la espiritualidad son ambas importantes, es la espiritualidad positiva el objetivo máximo de la educación y la religión. Entonces nos ocupa ahora la facilidad con que para nosotros mismos podemos falsear la espiritualidad.
El objetivo ha de ser la espiritualidad interna, útil, práctica y personal; no la espiritualidad exterior, imitada, ficticia y social. La espiritualidad verdadera se diferencia también de las máscaras de la personalidad en el comportamiento religioso.
La siguiente es una lista de características de una falsa espiritualidad, en nuestra opinión aun incompleta. Les recordamos hacer de esto un uso personal, no para aplicarlo a otros, sino a nosotros mismos.
La falsa espiritualidad:
1. Se utiliza exclusivamente como refugio ante las desgracias y dolores de la vida. Se usa como un escape mientras se padece la pobreza, la enfermedad o cualquier tipo de adversidad. Se consigue con esto una compensación que será temporal. Si la pobreza persiste, esta también lo hará; pero no soportará la prueba de la prosperidad.
2. Muestra una falsa humildad. La persona exhibe un recogimiento espiritual que solo es público. Existen rasgos tan amables y actos devocionales externos de uso exhibicionistas tan aprendidos, que la persona casi no reconoce si son naturales o si son una máscara para agradar a otros.
3. La persona se cree más favorecida que los demás. Se consideran que para ellos hay una dicha espiritual superior a los demás. Esto gira alrededor del “yo”, no de Dios. Dice: “Por dicha tenemos la verdad”. Desvalorizando sin notarlo la experiencia espiritual de otros, y la capacidad de Dios de tratar con todo ser humano justamente.
4. El sentido de pertenencia a un grupo no es una espiritualidad verdadera, sino un apoyo psicológico. La afiliación a un partido político, empresa, o institución religiosa, le brinda una seguridad emocional que fácilmente es confundida con la espiritualidad genuina. A menudo estas personas son activas en un cargo que les hace adoptar la mentalidad de funcionario. A estas personas se les pregunta por su espiritualidad y responden por su afiliación religiosa.
5. Se tiende a esquivar los problemas de la vida. “Hacer las del avestruz”. Creer que Dios evitará tener que tomar responsabilidad por los actos. La verdad es que Dios no hará por usted lo que usted, lo que le ha dado a hacer a usted. La ley de las consecuencias es una ley de Dios para bien nuestro. Pensar que quien no se esfuerce y trabaje inteligentemente, logra salir de deudas o prosperar mágicamente es una falsa espiritualidad. Es un mecanismo de defensa emocional como la negación.
6. La falsa espiritualidad puede esconderse tras una máscara moral. Todo gira alrededor de la culpa. Se limita la vida espiritual en su mayoría a estar en regla o no estarlo. La verdadera espiritualidad disfruta a Dios como la fuente de todo bien: le encuentra en el arte, las ciencias, el humor y aun en los negocios. El uso de la culpa en la espiritualidad es tan limitante de la veredera espiritualidad que cae en la manipulación y genera comportamientos hipócritas.
7. Otra característica de la falsa espiritualidad es que juzga los motivos e intenciones de otros. Por supuesto que esto se niega al ser confrontado, pero al descalificar a quien no participa de sus creencias o prácticas religiosas, lo que hace es afirmar que su espiritualidad se basa en creencias, conocimientos y prácticas calificadas como superiores. Toda persona puede tener una grandísima espiritualidad positiva, independientemente de la religión que conozca.
Autoexaminarse
Le recordamos intentar usar esto para autoexaminarnos y no a otros:
¿Mi vida espiritual me hace sentir superior a los demás?
¿Mi vida espiritual me acerca a los demás o me separa de ellos?
¿Mi vida espiritual me hace sentir que Dios me ama más a mí que a otros?
¿Mi vida espiritual me quita mi responsabilidad por las consecuencias en la vida?
¿Aunque sea miembro de una organización religiosa diferencia esto de la verdadera espiritualidad y puede disentir de algunas cosas con la comunidad sin sufrir daño social?
¿Mi vida espiritual depende de si ando próspero o no?
Cuando usted es consciente de un área en la que su desarrollo personal se ha estancado o se puede quedar rezagado, es la oportunidad de crecer. La palabra clave es ser consciente de esa área e incomodarse a uno mismo hasta salir de una zona de comodidad social o psicológica en busca de una mejor y más honesta relación con el Creador y con nuestra verdadera personalidad.
fuente:http://masenlavida.com/verdadera-espiritualidad/
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