miércoles, 25 de enero de 2017

TU YO SAGRADO capitulo 3



Abandono de viejas creencias
Una de las diferencias más impresionantes entre un gato
y una mentira, es que el gato sólo tiene siete vidas.
 Mark Twain

Mi pasado no es más que la estela
que he dejado tras de mí.
Lo que impulsa mi vida es la energía
que genero en el presente.

Ahora ha llegado el momento de comenzar la tarea de reorganizar y abandonar
las creencias y opiniones que no se adapten a su nueva relación con la
realidad. Veamos algunas de esas arraigadas creencias y apartémosla de
nuestra conciencia.

Su pasado está preñado de creencias. Estas creencias se encuentran en el
núcleo de lo que usted percibe como constituyentes de su realidad. Debe
usarlas para explicar por qué su vida ha tomado el rumbo que ha tomado.
Tome la resolución de extirpar aquellas que no se ajusten a la nueva relación
con la realidad que está creando.

A lo largo de este capítulo se le pedirá que descubra y luego cambie creencias
que ya no necesita. Puede que se pregunte por qué iba a aferrarse a sistemas
de creencias innecesarios o indeseados. En el libro Be As You Are (Sea tal
como es) Ramana Maharshi, uno de los sabios indios del siglo XX, dice lo
siguiente en respuesta a por qué los seres humanos continúan repitiendo
costumbres que niegan su ser:

El placer o el dolor no son sólo aspectos de la mente. Nuestra naturaleza
esencial es la felicidad. Pero hemos olvidado el yo e imaginamos que el cuerpo
o la mente son el yo. Es esa identidad equivocada la que da lugar a la
desdicha. ¿Qué debe hacerse? Esta tendencia es muy antigua y ha perdurado
durante reencarnaciones. Por lo tanto, se ha hecho fuerte. Debe desaparecer
para que la naturaleza esencial, la felicidad, se imponga.
Este capítulo podría ayudarle a responder a la pregunta planteada por Ramana
Mahrshi: “¿qué debe hacerse?”.

He aquí diez de las creencias más comunes y difíciles de desechar que se
enseñan en la civilización occidental. Examine cada una de estas creencias
nucleares y observe cómo operan en su vida. Luego considere alguna de las
sugerencias que ofrezco.

En el proceso, volverá a definir su relación con la realidad y tal vez hallará sus
propias respuestas a la pregunta: “¿qué debe hacerse?”.
Recuerde que la totalidad de su vida tiene que ver con la acumulación de
energía. Cuantas más creencias destierre de su espacio interno, más espacio
habrá para la nueva energía. Pregúntese si estas diez creencias las quiere
mantener o desechar. Y tenga presente que si dichas creencias no le sirven,
son mentiras que viven eternamente, como sugiere Mark Twain en el epígrafe
del presente capítulo.



PRIMERA CREENCIA: 
CUANTO MÁS, MEJOR

Cuanto más mejor es una enfermedad del siglo XX que puede ocultar el
sendero de su búsqueda. ¿Se ha convertido esta creencia en parte de su vida
diaria? ¿Dónde está la paz en cuanto-más-mejor?
Esta búsqueda del más lo condena a uno a una vida de constante lucha.
Resulta imposible disfrutar de la vida. ¿Le han educado en esta creencia? Si
ha dedicado una gran cantidad de energía vital al cuanto-más-mejor, puede
resultarle difícil sustraerse a esa inercia. Necesita saber si es una piedra
angular de su vida.

Algunos de los indicadores de que el cuanto-más-mejor informa su vida son
los siguientes: tiene que estar ocupado para sentirse satisfecho; debe ganar
más dinero del que gana; ha de obtener un ascenso para demostrar su valía;
necesita tener más de todo. Para cambiar esto, usted ha de descubrir y
convencerse de que apenas sí necesita cosas para ser libre.. Éste es el primer
paso para abandonar esta espiral.

Cuanto-más-mejor le mantiene a uno anclado en el ámbito de lo físico. Con lo
que el yo espiritual no tiene cabida en nuestra vida diaria. La energía interna
está concentrada en la acumulación, las adquisiciones, las recompensas, los
trofeos, la aprobación y el dinero.

Algunas personas experimentan sentimientos de culpa, vergüenza, y se hacen
reproches porque piensan que son haraganas e incompetentes.
Nos enseñan este juego en una etapa temprana de la vida. Ya en el colegio,
buscamos conseguir notas más altas, diplomas adicionales, reconocimientos.
No hay paz en esta espiral.

La sensación de paz existe cuando uno se aparta del cuanto-más-mejor. Ello
indicará que su yo espiritual está llamándole. “Los buenos y los sabios llevan
vidas tranquilas”, dijo Eurípides.

Que quede claro que no incluyo esta constante búsqueda del más a la cabeza
de la lista porque sea intrínsecamente mala. La razón es porque le niega la paz
y armonía que precisa su búsqueda sagrada. NO tiene por qué convertirse en
un ser inerte para tener paz. Puede abandonar la idea de cuanto-más-mejor y
reemplazarla por una serenidad interna que no necesita más para ser
satisfactoria.

Usted ha recibido creencias de una interminable cadena de personas que han
sido víctimas voluntarias durante generaciones. Cuando se despoje de estas
creencias, abrirá un espacio interno que e permitirá acumular un tipo de
energía diferente, energía que le dirigirá hacia la paz y no a la confusión y a una
operación a corazón abierto.

Sugerencias para librarse del cuanto-más-mejor:
Relájese, relájese, relájese. Nunca lo repetirá lo bastante. Examine con
cuidado cuánta energía vital utiliza en la consecución de lo que ni quiere ni
necesita. Practique una vez por día el decir no al cuanto-más-mejor. Diga un
muy tajante “no, no voy a perseguir eso”.

En lugar de perseguir el cuanto-más-mejor, dedique tiempo a jugar con su hijo
o nieta. Lea el Nuevo Testamento en lugar de afanarse en otro objeto. Váyase
a dar un largo paseo por la orilla del río en lugar de dedicar tiempo a superar a
los demás.

Al liberar la energía que antes aplicaba a conseguir más, usted se libera a sí
mismo para experimental el júbilo de ser. Esto es la libertad, el escoger ser, no
acumular.

Descubrirá, a medida que adopte esta actitud, que muchas cosas que antes
perseguía, incluido el dinero, comenzarán a aparecer en su vida sin que las
persiga. Ésta es una de las grandes ironías de la vida ¡Menos es más!
Concédase momentos de contemplación silenciosa. Trate estos momentos
como algo absolutamente esencial en su rutina diaria. La práctica de la
meditación o la plegaria silenciosa volverán a ponerle en contacto con Dios.
Como lo expresó Mikhael Aivanhov en The Mistery of Life (El misterio de la
vida), “dondequiera que no existan límites, donde existan la infinitud, la
eternidad y la inmortalidad, allí está Dios”.

Los momentos de contemplación le apartan de la idea de que debe tener más.
Llegará a saber que todo lo que necesita para tener una vida plácida,
placentera y llena de amor, ya lo posee, y esta conciencia impregnará toda su
vida cotidiana.

Practique decir “paso”. Cuando comience a sentir la presión de ir a por más,
limítese a decir la palabra “paso”. Es liberador dejar que ceda la presión por
conseguir más. Después de decir esto unas cuantas veces sentirá una libertad
interna. Este espacio interior quedará disponible para su yo espiritual.
Vuelva a la naturaleza. La naturaleza es terapia. Concédase tiempo para ir a
bosques, caminar por las montañas, pasear por los campos o a lo largo de la
playa. El sencillo hecho de estar en contacto con la naturaleza es una forma de
librarse de la enfermedad del querer más.

Pase la noche durmiendo al raso con sus hijos o un ser amado, o a solas. Mire
las estrellas y sienta su lugar en la infinita magnificencia del cielo nocturno. Le
garantizo que adquirirá una nueva perspectiva de la vida. Verá la belleza del
mundo natural y abandonará la creencia de que la acumulación es necesaria
para sentirse completo.

Añada a estas sugerencias las palabras de los Peregrinos de la Paz:”Una vida
simplificada es una vida santificada”. Puede ser ejecutivo de una gran
empresa, cabeza de una numerosa familia, representante de ventas, director de
un gran hospital, tendero de una zona comercial concurrida... y a pesar de eso
llevar una vida santificada. Es la conciencia de un nuevo propósito lo que
necesita tener, una que abandone el “cuanto más, mejor” y la reemplace por “la
paz es mejor”


SEGUNDA CREENCIA: 
LO EXTERNO TIENE LA CULPA DE MIS CONDICIONES DE VIDA.


Si le han educado en la culpa, tendrá la costumbre de echarle mano a esta
excusa siempre que desee explicar por qué algo de su vida no funciona.
Usted puede, por ejemplo culpar de la falta de prosperidad a muchos factores
externos su cultura, la bolsa, los políticos, sus padres, la fortuna, la codicia de
otros. De la enfermedad puede culpar a la herencia, la estación del año, la mala
suerte, el entorno. De sus relaciones fracasadas puede culpar a sus parejas,
su incapacidad para amarle, su crianza, sus padres. De su personalidad puede
culpar a sus padres, sus genes, su infancia, sus hermanos, su nacimiento. Su
apariencia puede ser culpa de la genética, de los fabricantes de alimentos, de
los publicistas, del entorno. Es una lista interminable.

La alternativa a buscar culpables es la propia responsabilidad: hay que
enfrentarse a la vida desde el propio yo. Puede que no le hayan educado para
asumir la responsabilidad de los acontecimientos de su vida. Pero si no está
dispuesto a interrumpir el juego de ir repartiendo las culpas, estará
incapacitado para iniciar su búsqueda espiritual.

Cuando usted culpa a algo externo por las circunstancias que atraviesa, le
entrega el control de su vida a ese fenómeno externo. Depender de lo externo
significa abandonar el yo espiritual. La búsqueda de este yo se lleva a cabo en
un ámbito interior de serena sabiduría. Le invita a comunicarse con la suprema
presencia interior, donde hallará las soluciones.

La llave está siempre dentro. Resulta imposible perder en el exterior de sí
mismo la llave que conduce a su propio ser cuando está en el camino de la
búsqueda sagrada. Cuando deje de culpar a otros y busque a llave dentro de
usted, siempre encontrará lo que necesite.

Cuando dormimos, creamos todos los personajes que necesitamos. En la
vigilia, no culpamos a los personajes y sucesos de los sueños. Así que
también podemos saber que incluso aquello que no entendemos o no
aprobamos están en nuestra vida para enseñarnos algo.
Abandone la tendencia a buscar culpables. Tenga presente que usted es el
creador de su vida y que en su interior hay una presencia. Su capacidad para
confiar en usted mismo anulará su hábito de repartir culpas.

Sugerencias para abandonar la tendencia a culpar
Cuando se sienta inclinado a pensar que otra persona es responsable de sus
circunstancias, tómese un instante para rezar una oración de agradecimiento
por la lección. La lección es adquirir la conciencia de que es usted quien
experimenta el sentimiento.

Cuando estoy a punto de culpar a los fanáticos de las armas de la violencia de
nuestra sociedad, me detengo y aprecio el recordatorio de que soy yo quien
experimenta esa angustia. Entonces busco en mi interior una manera de
acabar con la violencia, en lugar de culpar a los fanáticos de las armas.
Adopte esta actitud cuando se sorprenda jugando al juego de las culpas.
Siéntase agradecido hacia aquellas personas a quienes les ha permitido
hacerle enfadar. Agradezca en su interior el recordatorio de que la sensación
que experimenta está dentro de usted, no fuera.

Ahora puede volver la atención hacia el interior, al camino de su búsqueda
espiritual. Desde esta perspectiva puede enfrentarse con el sentimiento de
enojo, tomar una decisión respecto de las relaciones que mantiene con las
personas, buscar lo que puede aprender en esa situación, y responder desde el
equilibrio y no desde un exterior enojado.

Más importante todavía, desplace su atención de la culpa a la suprema
presenciad e su interior. Ahí encontrará equilibrio, amor, solaz, aprendizaje y
solución: por el sencillo método de poner toda la atención en la emoción
interna, en lugar de culpar al otro.

El amor que active, para usted mismo, dentro de sí, comenzará a radiar al
exterior cuando continúe su búsqueda. Pronto habrá amor donde antes hubo
culpa.

Recuerde que culpara es un vano ejercicio. Pegue este recordatorio del libro
Self-Reliance (Confianza en uno mismo) de Emerson, en algún lugar donde
pueda leerlo cada día: “En casa sueño que en Nápoles, en Roma, puedo
emborracharme de belleza y perder la tristeza. Meto mis cosas en la maleta,
abrazo a mis amigos, me embarco, y al fin despierto en Nápoles, y a mi lado
hay un hecho inconmovible: el yo triste, implacable, idéntico a ese del que huí”.
Culpar a lo que le rodea constituye un vano ejercicio porque dondequiera que
vaya, usted sigue estando presente. Tiene que cultivar la conciencia de que
todas las cosas de su vida han sido hechas por la mano divina mediante la
colaboración de usted con su yo espiritual.

Sea un aprendiz en lugar de un incriminador: Cuando esté meditando,
pregunte: “¿qué tengo que aprender de esta lección?”, en lugar de: “¿por qué
me ha hecho esto?”. Reexamine los hechos problemáticos o traumáticos de su
vida. Son las cosas por las que ha tenido que pasar para llegar a este unto en
su sendero. Mire si puede considerar los sucesos actuales desde la
perspectiva que tendría dentro de unos años.

Verá que la búsqueda de culpables o responsables es un desperdicio de
energía. Todas estas cosas tuvieron algo de beneficios para su desarrollo. Con
esta perspectiva, comenzará a navegar a través de los traumas en lugar de
quedarse varado por ellos.

Cuando se sienta inclinado a recaer en el hábito de culpar a otros, recuerde
que está abandonando a su presencia espiritual. Si ha escogido el camino de
la búsqueda sagrada, ya no deseará hacer caso omiso de esta parte de su
humanidad.

Debe decirse: “No quiero tener razón, lo que quiero es saber la verdad. Quiero
que gobierne mi yo espiritual. Nadie tiene la culpa de cómo me siento. Es mi
sentimiento y lo respeto”. Estas afirmaciones le conducirán a confiar en usted
mismo y al camino de su búsqueda sagrada.

Su alma espiritual se convertirá entonces en la luz que le guiará durante el
resto de su existencia


TERCERA CREENCIA: 
EL IDEALISMO NO PUDE COEXISTIR CON EL REALISMO

“No seas tan soñador, se realista”. “Olvídate de tus visiones interiores, mira lo
que está pasando a su alrededor. Eso es real”.
¿Ha oído frecuentemente declaraciones similares a lo largo de su vida? De ser
así, resulta probable que haya desarrollado una actitud respecto de lo que era
posible y lo imposible. Si los ideales que le atraían fueron etiquetados como
imposibles, es probable que los sacrificara por una manera de ver el mundo
basada en lo que otros determinaron que era “realista”
Descartar esa vieja creencia respecto de la realidad puede ser una importante
tarea en la búsqueda espiritual, ¿Está dispuesto a considerar su visión de la
realidad? Tal vez la declaración de William Blake le inspirará:
Si las puertas de la percepción estuviesen límpidas,
Todo aparecería tal y como es... infinito.

¿Puede imaginar su realidad de esa manera ¿Infinita? Cuando su percepción
se amplía, nada es real y nada es imaginario. Todo cuanto hay es percepción.
Cuando cultive esta conciencia, su realidad ya no estará definida por el mundo
físico.

En el más diminuto nivel cuántico, el tiempo no es una realidad. Las partículas
pueden estar en más de un lugar al mismo tiempo, y aparecen y desaparecen
de cuerdo con la forma en que las observamos y los aparatos de medición que
utilizamos.

Todo esto constituye una realidad nueva. Recuerde siempre que estamos
hechos de la misma energía.

Dada esta perspectiva, es muy importante que se aferre a sus sueños e ideales.
Con tranquilidad pero determinación, ha de saber que cualquier cosa que sea
capaz de concebir puede manifestarse en el mundo material.
Si quiere una experiencia más rica en su vida, abandone la idea de que la
realidad es sólo lo que registran sus sentidos. Su mundo interior y toda la
energía de su conciencia superior crean una realidad diferente de la que le han
enseñado.
En esta realidad, su espíritu, la presencia que hay dentro de usted, domina y es
real. En dicho mundo usted confía en algo muy diferente de la realidad
ordinaria. Escoger el camino de la búsqueda espiritual significa que usted
aprenderá a confiar en esta nueva realidad.

Vuelva a ser el idealista que tenía atisbos del mundo del espíritu. Ese idealista
que usted guarda dentro estará encantado de hacer lo que prescribió Buda:

Confía en el mensaje del maestro, no en su personalidad.
Confía en el significado, no sólo en las palabras.
Confía en el significado real, no en el provisional.
Confía en tu mente sabia, no en tu mente ordinaria, esa que hace juicios.
Sugerencias para librarse del realismo y darle la bienvenida al idealismo.

Confíe en su intuición. En silencio, afirme que a partir de ahora definirá su
propia realidad, y que esa definición se basará en su sabiduría interna.
Su afirmación no requiere que juzgue lo que otros definen como su propia
realidad. Por el contrario, lo considerará como el sendero que están
recorriendo. Esto le ayudará a alimentar su idealismo, porque se concede
permiso y se lo concede a los demás para confiar en la presencia que todos
tenemos dentro.

En el interior no hay límites y al interior es adonde se dirigirá a partir de ahora
en busca de guía.
Haga una lista de las cosas en las que creía antes de que le dijesen que eran
imposibles. Escribir y dibujar sobre esas cosas le ayudará a dotarlas de
energía.

Mi educación me convención de que las coincidencias no tiene nada que ver
con la vida real. No obstante, ahora sé que cuando me concentro en lograr
algo, sobrevienen coincidencias para facilitar esa visión. Un ejemplo reciente
ilustra lo que quiero decir.

Me había marchado a la costa occidental de Florida para trabajar en este libro,
y olvidé llevarme una grabadora portátil. Al deshacer las maletas reparé en ello
y se lo mencioné a mi esposa en la conversación telefónica que mantuvimos
por la noche. Antes de irme a dormir pude ver la grabadora en mi mente, y
pensé en llamar a recepción para ver si podían conseguirme una. Pero no lo
hice y me fui a dormir con al visión de la grabadora.

Por la mañana, estaba preparándome para comenzar a escribir y deseaba tener
la grabadora para escuchar algunas notas que había tomado en una cinta
magnetofónica. Encendí la lámpara que había junto al escritorio y, puf, se
quemó la bombilla. Por un momento me sentí frustrado, pero luego recordé
que estaba preparándome para escribir sobre el designio divino en nuestras
vidas. Llamé a mantenimiento y pedí una bombilla nueva.

Al cabo de pocos minutos llegó un hombre llamado Cliff para cambiar la
bombilla. Cliff reparó en la máquina de escribir y mis libros esparcidos por la
habitación y dijo:

Siempre he querido leer sus últimos libros, en especial Tus zonas mágicas,
pero nunca he encontrado el momento. Y ahora vengo a su habitación y lo
conozco en persona. ¡Qué coincidencia!

Charlamos un poco y le regalé un ejemplar de Tus zonas mágicas, diciéndole
que yo no lo veía como una coincidencia sino como una prueba del poder de
sus pensamientos. Luego pensé en preguntarle si sabía dónde podría
conseguir una grabadora durante unas pocas horas.

Su respuesta fue inmediata:

Tengo una en el coche. Puede usarla mientras esté aquí. Será un placer para
mí. De hecho, esta mañana reparé en que estaba ahí y me pregunte por qué la
tenía en el coche, ya que nunca la uso.

¿Una coincidencia? Tal vez. Una conversación con mi esposa acerca de que
necesitaba una grabadora; una visión de la misma mientras me quedaba
dormido; una bombilla que se quemó; Cliff que quería leer Tus zonas máginas;
el dejar la grabadora en el coche, aunque no sabía por qué. ¿Todos estos
acontecimientos colaborando con el azar?

En mi realidad, estos acontecimientos suceden cuando estoy centrado en un
propósito. Llámame idealista, si quiere. Yo sé que mi realidad no está definida
de modo exclusivo por mis cinco sentidos.

Experimente con su nueva realidad. Retenga una visión de lo que quiere que
suceda o a alguien que quiera que le llame. Cualquier cosa que sea importante
para usted. Medite sobre cómo se manifestará en su vida. Repare en todas las
pequeñas cosas que conducen a que eso se haga realidad. Pasado un tiempo,
se dará cuenta de que su realidad se ha convertido en algo en lo que usted
desempeña el papel de creador.



CUARTA CREENCIA: 
HAY UNA SOLA EXISTENCIA Y ES FÍSICA

De niño, usted era consciente de un segundo aspecto de su ser. Yo lo llamo el
cuerpo etéreo.
A medida que creció, aprendió a descartar este segundo yo y a creer sólo en el
yo físico. El segundo yo, su doble, es un cuerpo de energía que coexiste con
su cuerpo físico. Este cuerpo de energía no es ni visible ni discernible con los
sentidos ordinarios. No obstante, coexiste con su cuerpo físico en todo
momento.

Usted ha perdido contacto con este cuerpo etéreo de energía. Eso no significa
que no se encuentre a su disposición. Su cuerpo físico es ese que ha llegado a
creer que es quien usted es. Sin embargo, ste cuerpo en sí y por sí mismo es
neutral. Su cuerpo no puede procurarle ni paz ni agitación.
Por sí mismo, su cuerpo no tiene propósito alguno. Deriva su propósito del ser
invisible que es usted. Pensar en su cuerpo como su realidad supone una
percepción errónea del ego. Su cuerpo es, con más exactitud, el hogar
escogido por usted para este viaje por la Tierra.
Resulta casi imposible establecer contacto con su yo espiritual cuando sólo se
cree en el yo falso y en el mundo material. De alguna forma, en su interior,
usted es consciente de que todo el mundo material es energía. Esta energía
parece sólida si se la mira bien.

Una mirada al mundo físico desde más cerca revela una danza de partículas.
Una mirada más cercana a esas partículas revela que están implicadas en otra
danza más diminuta de más partículas en el vacío, ad infinitum, hasta que sólo
hay energía y ninguna partícula. Ésta es nuestra realidad.
Pero nos han persuadido de que lo que vemos con las limitaciones de nuestros
ojos es la única realidad que hay. Su cuerpo forma parte de ese sistema de
percepción que le han h echo aceptar.

Su tarea consiste en disolver la barrera que separa estos dos aspectos de su
ser. Cuando hace esto, usted alcanza lo inimaginable.
Helen Kéller, que vivió sin el uso de la casi totalidad de sus cinco sentidos,
hizo una profunda observación respecto del cuerpo etéreo: “Me proporciona
una profunda sensación de consuelo que las osas que se ven sean temporales
y las que no se ven sean eternas”.

Durante la infancia es probable que pudiera sentir las cosas sin verlas, como
describió Helen Keller. Si su familia y sus profesores no le alentaron a ser de
esta manera, uster perdió esas sensaciones.
En El arte de soñar, Carlos Castaneda describe este fenómeno en una
conversación con su maestro. Habla de esas corrientes de energía que están a
disposición de todos nosotros. Cuando pregunta quién las experimenta, le
responden:

Como experimentarlas, lo hacen todos los seres humanos, pero los seres
humanos por lo general están demasiado ocupados con las cosas que
persiguen para prestarle atención alguna a sensaciones como esas.
¿Qué sensación producen estas corrientes?

Como una leve incomodidad, una vaga sensación de tristeza que es seguida de
inmediato por la euforia. Puesto que ni la tristeza ni la euforia tienen una causa
explicable, nunca las consideramos como verdaderas acometidas de lo
desconocido, sino como inexplicables cambios de humor.

En el sendero de la búsqueda espiritual uno descubre que el mundo que
observa con los sentidos no es el único que existe. Se adquiere conciencia de
que tenemos una corriente de energía, siempre, en cada momento de la vida.
Esta energía puede ayudarle a realizar ese saldo al mundo de la conciencia
espiritual.

Deje de prestarle demasiada atención a las cosas superficiales que persigue en
su vida. Aprenda a volverse hacia el interior y conocer niveles superiores de
conciencia. Usted necesita llegar a conocer esa parte de sí mismo y creer en la
energía de la presencia que habita en usted. Podrá usarla para satisfacer sus
propósitos espirituales.

Sugerencias para deshacerse de su creencia en al exclusividad física
Ábrase a la posibilidad de que otras dimensiones de la realidad estén a su
disposición. Afirme ante sí mismo que esto es una posibilidad.
Muy pocas personas creían en la existencia de la vida microscópica antes de la
invención del microscopio. Había enormes cantidades de diminutas criaturas
que vivían en su propia realidad, al margen de la opinión que nadie tuviera de
ellas. Existen en su piel, sus ojos, uñas y pelo.

Todas esas cosas que siente como sólidas están vivas, y con una actividad
invisible. Aplique la misma conciencia esta noción. No puede verlo, pero usted
es un cuerpo energético y un cuerpo físico. A su doble le gustaría que lo
conociera.

Comience a prestarle atención a las corrientes de energía, los sentimientos que
no puede explicar; las sensaciones que experimenta pero que no puede
relaciona con la experiencia exterior. Empiece por reparar en la realidad
interior que llama sentimientos, e intente concentrarse en als corrientes
invisibles.

Con todo lo que hace, con todas las personas que conoce, se produce un
intercambio de energía. Usted puede aprender a almacenar esa energía. Pero
antes tiene que desprenderse de los prejuicios y reparar en la belleza de esas
personas y hechos. Esto se transformará en amor.

Aminore su marcha con momentos de silencio contemplativo. NO haga nada.
En esos momentos aprecie su cuerpo y la totalidad de su universo físico.
Limítese a valorar y reparar en las ondas interiores de placer que comienza a
experimentar.

Es como si alguien le hiciera unas caricias muy leves con una pluma. Una
sensación de placer. De niño le encantaba. Pruébelo con uno de sus hijos o
nietos

Mis hijos a menudo nos piden a mí o a su madre que les hagamos caricias de
esta manera. Sienten placer y disfrutan de las olas de energía que les suben y
bajan por la espalda.

Reviva esas experiencias en la mente. Cree su propia carne de gallina interna.
Pronto establecerá contacto con el cuerpo energético que existe en usted.



QUINTA ACREENCIA: 
SOMOS INDEPENDIENTES Y DISTINTOS DE TODOS LOS DEMÁS

Nuestra educación fomenta la creencia en las experiencias sensoriales. Dichas
experiencias parecen decirnos que somos independientes, únicos, especiales y
estamos desconectados los unos de los otros. Muy pocos de nosotros
aprendemos que existe alguna clase de unidad. La verdad es que todo se halla
conectado.

Durante una gira de conferencias con mi amigo y colega Stuart Wilde por
Australia, tuve la oportunidad de mantener una larga conversación con él
acerca de este asunto de nuestra interconexión. En su libro The Whispering
Winds of Change, Stuart da una explicación fácil de esta conexión nuestra. Lea
sus palabras y desaparecerán sus viejas creencias de que somos seres
aislados.

Todos mantenemos un diálogo en las profundidades de la mente
subconsciente colectiva. Eso no significa que no podamos ser una partícula
independiente de la ola, sólo significa que podemos comunicarnos entre
nosotros. Todo está conectado. Si se le ocurre una idea que ningún hombre
ha considerado jamás, el hecho de que usted haya tenido el pensamiento
permitirá que otros piensen lo mismo de forma instantánea. Estamos
interconectados porque provenimos del mismo lugar. Su cuerpo existe en la
época moderna, pero sus componentes son muy antiguos. Todo ser humano
proviene del miso origen que cada una de las galaxias y cada una de las
estrellas. Todos somos uno. Estamos a horcajadas del tiempo desde su
principio hasta el día presente.

Stuart también describe en profundidad cómo nuestros cuerpos irradian calor
hasta más o menos tres centímetros de nuestro cuerpo, y resplandor
electromagnético hasta alrededor de noventa centímetros. A esto lo llama la
energía etérea y Stuart cree que podemos llegar a vérnosla los unos a los
otros.

El ojo desnudo puede ser entrenado para observar esta energía etérea si se lo
concentra en la visión periférica, que se ha debilitado a lo largo de millares de
años de no usarla. Al hacerlo, podemos ver la energía de otros.
Stuart me mostró cómo hacer esto interviniendo en la energía etérea de
personas que ignoraban que estuviese haciendo esta demostración. He aquí
un ejemplo de su libro (Puedo dar fe de la veracidad de esto; lo vi hacer yo
mismo en Australia):

Hace poco estaba sentado en un hotel de Hawai. Entre el restaurante del hotel
y el mar había un sendero por el que se paseaba la gente de vacaciones que iba
de un extremo a otro de la playa. Sentado allí, al atardecer, con unos amigos
con los que hablábamos del fenómeno etéreo, comencé a clavar la mirada en
los paseantes, lo que yo llamo “conectar”. Les señalaba un paseante a mis
amigos y luego conectaba con ese individuo y hacía que se volviera hacia mí.
Conté unas cuarenta personas durante la demostración. Sólo cuatro no se
volvieron.

En The Whispering Winds of Change, Stuart describe cómo crear esta
conciencia en uno mismo.

La noción de ser una unidad global desafía nuestros sentidos y casi todo lo
que hemos observado. Miramos a los demás y vemos una distancia.
Concluimos que dado que existe este espacio, no hay tal conexiónYo
paso mucho tiempo caminando por la playa. Siempre me maravillan las
aves marinas cuando vuelan sobre la superficie del océano en grandes
bandadas. La bandada gira a la izquierda, luego se desvía bruscamente hacia
la derecha, después se encumbra. Parecen conectadas, como si compartieran
una misma mente. Yo sé que existe una conexión, aunque cada pájaro parece
desconectado de os demás. Alguna energía invisible les permite moverse
juntos como si fueran uno solo.

Esta energía invisible también le conecta a usted con todas las demás
personas. Cuando reconozca esto, se despojará de su sensación de
aislamiento. Una vez que esté internamente convencido de su conexión con
todo, reparará en su capacidad para comunicarse con otras personas merced a
su energía etérea.

Su conocimiento le revelará que sus pensamientos pueden proyectarse a resto
del mundo. Su conocimiento también le revelará su conexión con la conciencia
superior.

Mientras leía el Rigveda, me encontré con un fragmento que aclaraba esto más
que cualquier pasaje que haya leído antes:

La verdad es una. Los sabios le dan varios nombres;
Es un solo sol que se refleja en todos los pozos.
Es la única agua que apaga la sed de todos:
Es el único are que mantiene toda la vida;
Es el único fuego que brilla en todas las casas.
Los colores de las vacas pueden ser diferentes, pero la leche es blanca.
Las flores y las abejas pueden ser diferentes, pero la mil es la misma.
Los cuerpos de fe pueden ser diferentes, pero Dios es uno.
Como la lluvia que cae del cielo se dirige hacia el océano,
Así las plegarias ofrecidas en todas las religiones llegan a Dios, que es
supremo.

Una luz, muchos colores; un agua, muchos sedientos; una esencia, muchas
formas humanas. Pero a pesar de eso estamos todos conectados. El que no
veamos la conexión con los ojos no significa que no exista.
Rechace la creencia de que está separado de todas las demás personas.
Adquirirá un respeto por todos que se transformará en amor.
Sugerencias para librarse de la creencia en su aislamiento de los demás
Recuerde que todo pensamiento desagradable que tenga hacia otra persona es
algo que está pensando de usted mismo. Cada intento de venganza o de herir
a otro es un ataque contra uno mismo. Si puede empezar a pensar de esta
forma, entenderá la afirmación de Jesucristo: “Porque no saben lo que hacen”.
Significa que no saben que se hieren a sí mismos y a todo slos demás cuando
hieren a alguien.

Conecte con su energía etérea usando la técnica de Stuart Wilde. Ejercite su
visión periférica y conecte con otras personas mediante esta energía. Esta
capacidad de conectar con el campo energético de otros puede utilizarse para
demostrarle que hay una conexión que existe a pesar de que no pueda
observarla con los sentidos. Esta percepción le ayudará a tratar con respecto a
todas las personas con als que se encuentre.

Tenga la seguridad de que posee la capacidad para comunicarse
telepáticamente. Le insto a que lea Mutant Message Down Under (Mensaje de
renovación en las antípodas) de Marlo Morgan. Marlo Morgan tenía unos
cincuenta años cuando se encontró a sí misma en un viaje espiritual al desierto
de Australia donde entabló relación con los aborígenes.

Recorrió a pie un millar e kilómetros durante varios meses. Una de sus
muchas agudas observaciones fue que esa gente, que no tenía ni radios ni
sistema telegráfico, no había perdido su capacidad natural para comunicarse a
través de largas distancias. Observó que aquellos aborígenes lograban
comunicarse a través de distancias de hasta treinta kilómetros.
Si confía en la tecnología disponible para todas sus comunicaciones a larga
distancia, ha perdido sus capacidades telepáticas. Pero la capacidad todavía
existe. Destierre la duda y use esta asombrosa capacidad en beneficio de su
búsqueda espiritual.

Siga la pauta más importante jamás transmitida desde el mundo espiritual:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Repita esta frase y llévela a la práctica
todos los días.

A veces olvidamos que nos amamos los unos a los otros. Luchamos sin
necesidad. Recuérdeselo a sí mismo. Honre su conexión con el todo amando
a los demás como a sí mismo.



SEXTA CREENCIA: 
HAY UN “NOSOTROS” FRENTE A UN “ELLOS”

Esta opinión está relacionada con la anterior. Cuando uno sabe que está
conectado con los demás no hay ningún “ellos”. Sin embargo hemos sido
conformados por una civilización “basad en ese principio”. Algunas de las
pautas distintivas de este modo de vida son las siguientes:
“Nosotros” es la familia. Todos los ajenos a la familia son “ellos”.
Identifíquese con el clan y sabrá dónde está su lugar. Cuando esto no
funciona, entonces:

“Nosotros” son algunos de los miembros de la familia. Algunos familiares son
sometidos al ostracismo por parte del grupo. Entonces son un aparte de
“ellos”. O:

“A veces, “nosotros” sólo son sus familiares inmediatos. Usted mismo, su
cónyuge e hijos. Pero cuando los hijos desarrollan valores e ideas diferentes,
entonces:

“Nosotros” son usted y su cónyuge. Todos los demás son “ellos”. Pero ahora
empieza a advertir que su cónyuge es diferente, así que:
“Nosotros” son usted y su nuevo cónyuge y tal vez los nuevos hijos. El
antiguo cónyuge pasa a ser “ellos”. Pero ahora advierte que su nueva familia
es difícil, así que:

“Nosotros” son los compañeros de trabajo. Todos los demás son “ellos”.
Pero pronto comienza a darse cuenta de que hay muchos en su profesión que
quieren su empleo y compiten por él, así que cambia a....
Parece tonto, pero usted sabe la verdad que esconde esta tontería. La manera
que tiene el ego de funcionar es definir quién está con uno y quién no lo está.
Me han dicho muchas veces que podría cobrar unos honorarios más elevados
por mis conferencias, habida cuenta de lo que cobran otros profesionales con
credenciales similares a las mías. Cuando me dicen esto me siento como en
una situación “nosotros frente a ellos”, cosa que para mí es inaceptable. La
cuestión parece ser que “ellos” pagarán más si lo solicito. Pero yo me veo
conectado con el todo y no puedo cobrar más si a mí me parece exorbitante.
Mi propósito es transmitir el mensaje al mundo y ayudar a la gente a confiar en
sí misma y conectar con su yo espiritual.

Cuanta más gente oiga este
mensaje, más se cumplirá mi propósito. En consecuencia, ahora insto a los
patrocinadores de mis charlas a que graben mis presentaciones y se queden
con el dinero que obtengan de vender las grabaciones a sus oyentes.
La gente que me contrata para dar una charla ya no forma parte de la categoría
etiquetada como “ellos”. Somos un “nosotros” que está enseñando confianza
y ayudando a cambiar la conciencia de la Tierra. Los que oyen las grabaciones
quieren oír más. Acuden a las librerías y compran libros, les hablan a otros de
ellos, y transmiten el mensaje. El permitirles a los empresarios grabar mis
presentaciones y vender las cintas ha creado una red de gente que difunde mis
ideas.

Cuando perdemos nuestro sentido del “nosotros frente a ellos” y sabes que
todos somos “nosotros”, mantenemos una relación de ganancia mutua.
Sugerencias para librarse del comportamiento “nosotros frente a ellos”.
Abandone la necesidad de su ego de sentirse aislado de los demás. Comience
a verse como un miembro de la familia humana.
Comparte sus “juguetes” con otros, en especial con vecinos, e incluso
desconocidos, como si formasen parte de su familia. Como dice el proverbio
inglés: “La mano que da, recoge”.

Trate a todas las personas como si fueran parte de su tribu. No repare en las
diferencias. Lleve consigo la determinación de ver a los demás como una parte
tan suya en el nivel espiritual como su hijo o cónyuge.
Resuma en una frase la idea de que el otro es su hermano. El otro es parte de
“nosotros”. En mi vida ya no hay “ellos”.

Fíjese en cuántas veces utiliza el pronombre “yo” en una hora. ¡Elimine
algunos! En lugar de hablar de sí miso y de su grupo, pregunte acerca de otras
personas.

Cuando uno no se concibe a sí mismo como distinto de los demás, se tiene
más energía para llevar la conciencia al exterior. El constante uso del “yo”
indica un fuerte apego a una actitud vital caracterizada por el “nosotros”.
Piense a escala global en vez de local. La gente que tiene un aspecto distinto,
que habla otras lenguas, que tiene diferentes creencias, es parte de “nosotros”.
Estamos todos juntos en el aquí y ahora. A ojos de la divina presencia no hay
favoritos.

Comience a practicar esta conciencia interior. Busque la divinidad y la
conexión. Concéntrese en las similitudes que tenemos en lugar de en las
cosas superficiales que nos hacen parecer diferentes.



SÉPTIMA CREENCIA: 
DEBE HACERSE CASO OMISO DE LOS PEQUEÑOS
TIRANOS

Le han enseñado a creer que en el mundo hay alguna gente negativa de la que
es mejor hacer caso omiso. Yo le sugiero lo contrario.
Cualquiera que entre en su vida, en calidad de lo que sea, es valioso. Los
pequeños tiranos de su vida son criaturas tan divinas como quienes le
proporcionan aliento y apoyo. Emerson expresó de la siguiente forma esta
importante lección: “Todo el curso de las cosas fluye para enseñarnos fe”.
Todo el curso. Esto significa todo lo que encuentre en su camino.
Tal vez la persona más significativa de mi vida, la persona que constituyó el
más grande de los cambios para mí y mi propio desarrollo espiritual, es una
que en todos los sentidos era un pequeño tirano. Ese hombre fue mi padre.
Abandonó a su familia, fue condenado a prisión por delitos menores, y maltrató
a su esposa.

A la edad de cuarenta y nueve años murió a consecuencia de un consumo
excesivo de alcohol. No tengo ningún recuerdo de él. Mi conocimiento de su
persona se basa en lo que oí y, más tarde, en lo que descubrí al investigar su
vida.

No obstante, este hombre, un pequeño tirano y un convicto, fue el principal
personaje que me condujo a mi transformación. Escribí sobre cómo perdoné a
mi padre en el libro La fuerza de Creer (Publicado por Grijalbo, N. de T.) Aparté
de mí el odio y la amargura que había llevado conmigo durante toda la vida. Un
solo ato de perdón y desprendimiento abrió el camino de mi búsqueda
espiritual, y de escribir y hablar de los milagros de los que trato aquí, y vivirlos.
Aprendí qué tenía que aprender de todo. Cuando ahora caigo en ocasiones en
alguno de los comportamientos que sé que destruyeron la vida de él, me
recuerdo a mí mismo que ése no es mi sendero. Que ése no es el tipo de padre
que deseo ser. Que no es el tipo de hombre que deseo ser. Es su ejemplo lo
que me ayuda a regresar a la senda que sé que constituye mi destino espiritual.
Es vedad que los caminos de Dios son inescrutables. Lo que juzgamos como
desafortunado y negativo puede enseñarnos las más grandes lecciones.
El tirano que hay en su vida y que le despierta sentimientos dem iedo y pánico,
podría no ser más que Dios disfrazado que le enseña a confiar en su propio
juicio y aprender del comportamiento del pequeño déspota. El ladrón que le
engaña para robarle el dinero podría suponer una lección divina que le enseña
a desprenderse de las cosa sy no apegarse a ellas. El traficante de drogas
podría estar enseñándole las realidades de la adicción y de la vida sin sentido
para que abandone ese confiar en las sustancias externas para tener
momentos de euforia o éxtasis.

Todas las personas y quiero decir todas, están en su vida para enseñarle
valiosas lecciones. No haga caso omiso de esas lecciones. Capte el mensaje y
bendígales, y continúe su camino. Cuando usted hace caso omiso de ellas, o
se limita a rechazarlas, usted no consigue entender la verdad que Emerson
conocía: “Todo el curso de las cosas fluye para enseñarnos fe”.
Sugerencias para deshacerse del desdén hacia los pequeños tiranos:
Dé las gracias por esos pequeños tiranos. Están ahí por una razón muy
importante. Hacer caso omiso de ellos le garantiza que aparecerán más bajo
otras formas a lo largo de su vida. Las plegarias de agradecimiento son
maravillosas afirmaciones de esta verdad.

La experiencia de ser abandonado por el cónyuge puede enseñarle a ser
independiente. Este tipo de situaciones pueden hacerle reconocer la presencia
espiritual que hay dentro de usted. Tal vez aprenda la diferencia entre estar
solo y sentirse solo, y decida amar a la persona con la que está solo.
Los años de alcoholismo pueden enseñarnos que somos más valiosos y
fuertes que cualquier sustancia. Podríamos aprender a estarles agradecidos a
esos maestros ebrios y considerarlos instructores enviados por Dios.
Todos los maltratos pueden contener una poderosa lección. Podemos
descubrir que somos más que un cuerpo. Nadie puede llegar hasta nuestro yo
interior con sus golpes.

Haga una lista de todas las personas a las que ha apartado de su vida por ser
malvadas o por considerarlas escoria. Escriba todo lo que su presencia le
enseñó. ¿Ha aprendido a no repetir el comportamiento de la víctima?
Reconsidere el valor de esa llamada escoria para su vida. No podría haber
aprendido la lección sin esa persona. La prueba de esto es que obviamente
necesitaba atraer a esa persona a su vida... ya que lo hizo.
Busque la plenitud de Dios en todas las cosas. Advierta que, de alguna forma
insondable, la plenitud está operando a pesar de que no puede verla ni sentirla.
Recuerde que el otro no es su cuerpo.



OCTAVA CREENCIA: 
LAS METAS SON ESENCIALES PARA EL ÉXITO

Son muchísimos los aforismos que guían nuestras vidas. Uno de los más
erróneos es el de que tenemos que saber hacia dónde vamos para poder llegar.
Nada podría estar más lejos de la verdad del éxito. Yo estoy convencido de
que esa es una fórmula para obtener el fracaso (intentar complacer a todos los
demás y pasar por alto nuestros impulsos interno) y no creo que haya una
fórmula para el éxito.

Vivir una existencia espiritual no significa ponerse metas y seguirlas. El
camino de la búsqueda sagrada no va por ahí. La diferencia se percibe en este
pequeño poema de Rumi, un poeta sufí que vivió hace un milenio:
¿Crees que sé lo que estoy haciendo?
¿Qué durante una inspiración o media inspiración me pertenezco?
Tanto como un lápiz sabe lo que estoy escribiendo,

O la pelota puede adivinar hacia dónde irá a continuación.
Como criatura divina usted siempre está acompañado por un guía que le ama.
Con esta conciencia, no se perderá de vista a sí mismo ni se convertirá en un
vagabundo que mendigue por su comida si éste no es el camino de su
búsqueda sagrada. Conocerá su propósito, lo perseguirá con ahínco, y
confiará en el universo para que se haga cargo de los detalles.

Es esta clase de conciencia lo que me ha llevado a trabajar con mayor decisión,
producir de un modo más eficaz y sentirme con un propósito. No ha sido un
conjunto de metas por alcanzar.

Puedo identificarme con Rumi. Nunca he sabido hacia dónde voy. Guardo
silencio, escucho y luego dejo que me guíen.

Tener metas es una manera de abandonar el ahora a favor de un plan para el
futuro inmediato. La ausencia de un montón de metas concretas le ayuda a
cultivar la conciencia de que no está solo en este viaje. Uno comienza a confiar
en la guía divina para que le ayude en el momento presente. Llega a saber que
el universo se hará cargo de los detalles si uno se entrega y se deja ir un poco.
Es probable que esto esté en desacuerdo con todo lo que le han enseñado.
Pero ese es el propósito del presente capítulo: ayudarle a borrar el pasado en
el que ya no cree o que ya no quiere; ayudarle a comenzar en el ahora con su
nueva conciencia.

¿Le han dicho que debe asistir a determinados centros educativos para
obtener un determinado currículo? Yo le digo que carece de importancia a qué
centros educativos asista.

Si tiene el impulso interior para saber algo o sobresalir en un área determinada
nada le disuadirá. Hay libros en las bibliotecas: en las pequeñas facultades
comunitarias, en su ciudad natal. ¡Los encontrará! Si vive al lado de la
Biblioteca Central del Estado y no tiene el impulso interno, su ubicación no
cambiará nada en absoluto.

Cualquier cosa que quiera saber o conseguir en su vida, si está de verdad
preparado y confía en su fuerza espiritual para manifestarlo, los maestros
estarán allí. Recibirá una guía. El dinero no cambiará nada. Si quiere
educación (u otra cosa) hallará la forma de encontrarla.
Sólo usted es responsable de lo que piensa. Es en este nivel donde se ejercita
la capacidad de elección. Le animo a cambiar su forma de pensar respecto de
la importancia de las metas. Por el contrario, fórmese una idea de cómo le
gustaría servir y ayudar, y cómo mejorar la calidad de vida de otros.
Encontrará la manera.

Mucho más importante que las metas en su vida, es su voluntad de permitir
que las cosas sucedan, y su voluntad de saber. La voluntad es la clave. Como
se dice en A Course of Miracles (Curso de milagros): “Los milagros son meros
signos de la voluntad de seguir el plan del Espíritu Santo”.

Cuando era adolescente no tenía ni idea de que iba a convertirme en escritor y
conferenciante. De todas maneras, en la adolescencia escribí muchísimo,
participé en muchos debates y gané cierta experiencia en exponer temas en
público: primero como estudiante en la clase de oratoria para ayudarme a
superar mis miedos, luego como maestro de primaria, después como profesor
y posteriormente como orador de sobremesa en cenas de reuniones benéficas.
Tenía sólo una comprensión interna de que estaba siendo impulsado en esta
dirección y una voluntad de seguir ese impulso. Siempre me ha encantado
escribir, pero no tenía la meta de escribir libros ni artículos. Sólo tuve una
experiencia de desarrollo de querer escribir y ejercitar la disciplina para
conseguirlo.

Las metas parecen ser planes grabados en piedras que uno tiene que seguir.
Le recomiendo que se relaje por lo que respecta a su futuro y se deje
sencillamente impulsar en la dirección que Dios tiene en mente para usted.
Sugerencias para librarse de las metas para el éxito
¡Estar dispuesto! Ésta es la sugerencia más importante que puedo hacer.
Estar dispuesto a lo que haga falta para convertir ese conocimiento e impulso
futuro en su realidad.

Mire un sencillo bulbo de tulipán y verá que parece una sucia masa de materia
biológica marrón. Pero usted sabe que en alguna parte dentro el bulbo, en el
mundo invisible que desafía las mediciones, existe un impulso para el futuro.
Si se lo planta y nutre se convertirá exactamente en lo que está destinado a ser,
y en nada más, porque lleva en sí la simiente de su futuro. No se convertirá en
un tulipán mejor porque se tire de él o se le halague mientras crece. Será lo
que está destinado a ser. La creación revelará sus designios con
independencia de las metas que nos compongamos.

Lo mismo es cierto en su caso. Con su conciencia superior usted puede
escoger sus visiones de futuro. Guarde su imagen y niéguese a permitir que
nadie la manche. Ha de estar dispuesto a hacer lo que sea necesario para
convertir la imagen en su realidad, escuchando a la presencia amante, mirando
hacia su interior. Éste es un camino diferente del de la imposición de metas
externas.

Tenga presente que su misión es la no interferencia. Disfrutará de una vida
más plena y de mayor felicidad si deja de interferir con los planes y las metas.
En lugar de eso, debe estar dispuesto a aceptar el plan de Dios.
La ausencia de interferencias se traduce en desasirse de las preocupaciones y
de la organización de su vida. Cuando uno sabe que todo sucede pro designio
divino, y que usted forma parte de un sistema inteligente, puede seguir sus
dictados internos sin necesidad de un mapa detallado. Éste es el camino de la
búsqueda espiritual.

Relájese respecto de su futuro y déjese ir. En cambio, establezca un
compromiso para disfrutar un poco más de cada día. Cuando más en paz esté
consigo mismo y con su papel aquí, más productivo y eficaz será. Resulta muy
difícil conseguir nada cuando se está en tensión por los posibles resultados.
Cuando uno se relaja y se siente en paz, recibe inspiración y se vuelve
eficiente.

Aparte de sí las metas y viva su existencia con el conocimiento de que usted
participa en su creación.



NOVENA CREENCIA: 
SIEMPRE TIENE QUE HACERLO LO MEJOR QUE PUEDA

A lo largo de nuestras vidas oímos: “No te preocupes por lo bien que lo hagas,
siempre que lo hagas lo mejor que puedas”. Examine esta idea, y puede que
saque una conclusión diferente.

La verdad es que no tiene que hacerlo lo mejor que pueda. De hecho, “lo
mejor que puede” es algo que nunca se suele medir, ni siquiera saber, Esta
idea puede llevarle a extremos enfermizos.
Esta idea es incompatible con la superación. Significa que uno tiene que ir
hasta el máximo cada vez que se hace algo.

Cuando uno se libera del dogma de tener que actuar a un determinado nivel,
también se libra de la necesidad del ego de que le juzguen mejor que otro. Le
irán mejor las cosas si se limita a hacer y disfrutar, y a estar dispuesto a
aprender.

Hacer las cosas lo mejor que uno puede implica enormes tensiones y
presiones, Uno se mide de acuerdo con un modelo que le han impuesto sus
bien intencionados educadores y mentores. No hay paz en hacer las cosas lo
mejor que uno puede sólo hay lucha constante para adquirir el distintivo “del
mejor”.

Tener que juzgarse constantemente según las metas de logro impuestas desde
el exterior es poner la vida bajo control de esos factores externos. Usted no
puede conocerse a sí mismo cuando las demandas del ego son sus constantes
compañeros.

Su yo espiritual sólo quiere que esté en paz, que sienta alegría interna y que
tenga un propósito. Cuado uno se aplica “lo mejor que pueda” le entrega el
control de su vida al ego.

El camino e la búsqueda sagrada es convertirse en una persona sensata, lo
cual es diferente de luchar para hacer las cosas lo mejor que pueda. El antiguo
libro de Tao-te-Ching comenta qué es ser una persona sensata:

Los cinco colores pueden cegar;
Los cinco tonos, ensordecer;
Los cinco sabores, empalagar;
La carrera, la caza, pueden volver locos a los hombres
Y su botín no brindarles ninguna paz.
Por lo tanto, el hombre sensato
Prefiere el ojo interno al externo.

El yo interno no tiene ningún ideal de perfección en el obrar; se limita a
escuchar y saber, y se dedica a sus actividades de forma decidida, sin
preocuparse por cómo salgan las cosas. Cuando uno llega a conocer el
propósito de su vida, se halla en el proceso de llegar a ser espiritual, y esto no
puede medirse con fórmulas mundanas como “lo mejor que pueda” o “lo mejor
de todo”.

Sugerencias para librarse la creencia de que tiene que hacer las cosas lo mejor
que pueda

Deje de imponerse a sí y a sus hijos la creencia de que hay que hacer las cosas
lo mejor posible. Realice tares que parezcan fluir de sus impulsos. Pero
apártese de la necesidad de juzgar sus esfuerzos.
Mientras esté meditando, fórmese una imagen de sí mismo capaz de hacer
cualquier cosa. Permanezca con esa imagen y olvídese de los resultados.
Fíjese en lo tranquilo que se siente cuando no está siendo puesto a prueba,
cuando se permite simplemente ser. Compórtese así en todas sus tareas
diarias.

Descubrirá que su forma de hacer las cosas mejorará, y se sentirá más lleno de
energía. Esto se debe a que está disfrutando del momento en lugar de pensar
en lo bien que está haciéndolo.

Haga el esfuerzo de elogiar a otros sin fijarse en el resultado. Ellos le
agradecerán el interés y el que no les diga que tienen que hacer las cosas lo
mejor que puedan.

Se encotnrará con que hay algunas cosas en las que quiere sobresalir. En
esas actividades será más diligente. Pero en todos los otros aspectos de su
vida, limítese a querer hacer. No tiene por qué dar el mejor paseo a pie o en
bicicleta de toda su vida, ni jugar el mejor partido de fútbol.

He corrido siete maratones y ni una sola vez lo he hecho lo mejor que podía.
De haberlo hecho, habría obtenido tiempos cada vez mejores. Pero esa presión
habría evitado que corriera y yo corro para liberar tensiones y no para
generarlas.

Si me hubiese forzado a hacerlo lo mejor que podía, ahora no podría decir que
he corrido siete maratones. Ese tipo de presión elimina muchísimos de los
placeres de la existencia.



DÉCIMA CREENCIA: 
LOS SUEÑOS NO SON LA REALIDAD A LA MAYORÍA NOS ENSEÑARON A CREER EN DOS REALIDES DIFERENTES.

Una es nuestra realidad divina, la otra nuestra realidad onírica.
En esta fórmula, cuando dormimos, estamos en un mundo irreal.
Consideramos los sueños un ejercicio mental. Todas las cosas que creamos
durante esas hors de sueño se consideran irreales.

La conciencia de vigilia se considera la real, y la conciencia onírica la irreal. Le
sugiero que reconsidere esa creencia.

Imagine que sus sueños son aspectos diferentes de la misma realidad, y que
contienen orientaciones en su búsqueda espiritual. Comience por entender
que éste es básicamente un mundo de energía, y sólo en segundo lugar un
mundo de objetos materiales.

Para conocer su yo espiritual es necesario que perciba la energía. Y eso lo
puede hacer en sueños. Toda su percepción cambia entonces de los objetos
concretos a as formas energéticas. Cuando esto forma parte de su realidad, su
estado onírico se convierte en algo que comparte con otros seres con los
cuales tiene afinidad espiritual.

Llegado el momento, incluso podemos ser conscientes de que estamos
soñando. Esto se denomina sueño lúcido. En el sueño lúcido uno puede
controlar sus sueños y ser capaz de soñar despierto. Mediante el sueño se
perciben otras dimensiones de la realidad negadas por nuestra formación.
No estoy escribiendo sobre la interpretación de los sueños. Estoy hablando de
conocer su vida onírica y ser consciente de que experimenta otras
dimensiones de a realidad mientras duerme, las cuales también estarán
disponibles en los momentos de vigilia.

Sus sueños son creaciones del mismo cuerpo y el mismo cerebro, como el
resto de su mundo de percepciones. Todo le pertenece; cada noche no estrena
un cerebro nuevo y experimenta una nueva realidad.
Todas las cosas que usted es capaz de saber y de las que es capaz de
convencerse en sueños, pueden ser experimentadas en todos los momentos
de su vida diurna. Todas las cosas. Sí, es una afirmación radical, pero le hará
conocer el poder de su cuerpo energético.

Entra en su mundo de sueños con una completa ausencia de duda sobre lo que
puede experimentar. Con esa ausencia de duda no hay ningún límite. Cuando
despierta a lo que llama su conciencia de vigilia, continúa teniendo el mismo
cuerpo, el mismo cerebro y los mismos sentidos, pero ha aparecido la duda.
Yo creo que los sueños no revelan cosas acerca de uno, sino que son uno
mismo. Son reales y pueden resultar muy eficaces en ayudarle a conocer su yo
espiritual.

Sugerencias para librarse de la incredulidad ante los sueños.
Cuando se vaya a dormir, ínstese a ser consciente de que está entrando en un
estado onírico. Tener presente esto constituye el primer paso hacia una mayor
conciencia durante los sueños.

Cuando esté quedándose dormido, tome nota mental de que está a punto de
entrar en el estado de los sueños y que le complace ser conciente de ello.
Haga un esfuerzo, antes de quedarse dormido, para ver conscientemente
elementos del sueño que se avecina. Ordénese tomar nota de un objeto, una
habitación o un lugar concreto mientras esté en el sueño. Penetre en todos los
detalles que pueda respecto del objeto mientras esté soñando.

Si se trata de una lámpara, por ejemplo, acérquela más a usted con el poder de
la mente. Examine el color, la forma y la intensidad de la luz.
Necesita establecer contacto con su cuerpo energético, se cuerpo de energía
que coexiste en todo momento con su cuerpo físico. Mediante el examen del
contenido de sus sueños podrá acceder a esa energía superior. Se demostrará
a sí mismo que la energía mental es un fenómeno que puede manejar, con
práctica y esfuerzo. Llegado el momento, será capaz de acceder a esta energía
en todos los momentos de su vida.

Su cuerpo energético tiene apariencia pero no masa. Familiarícese con esa
manifestación de su energía y tenga presente que puede transportarle a
cualquier parte del universo. Suena extraño, pero está dentro de usted hacer
que esto ocurra. Primero en sus sueños, y luego despierto.

Mire si puede ir de un sueño a otro, y luego regresar al primero. Mientras esté
quedándose dormido, adquiera primero conciencia de su inminente estado;
luego, mientras esté soñando, sea consciente de que está soñando, y cambie a
otro sueño. Tras años de experimentar, he sido capaz de hacerlo sólo de
modo ocasional. Pero pruébelo. Le proporcionará práctica para la última clave
de acceso a la conciencia superior: cultiva la condición de espectador. (Esto
se comenta con detalle en el capítulo quinto)

Haga un intento de observarse mientras sueña. Carlos Castaneda llama a esto
la tercera puerta de los sueños. En El arte de soñar, escribe: “La tercera puerta
de los sueños se alcanza cuando te encuentras en un sueño, contemplando a
alguien que sueña. Y ese alguien resulta ser tu propia persona”.

Éste es un estado de conciencia superior en el cual el yo físico es observado
por el yo energético, y usted es consciente de que sucede. Es consciente a la
vez de que sueña y de que se observa soñando.

Implica un cambio radical respecto de lo que le han contado sobre los sueños;
es un mundo nuevo, un mundo que le permite convertirse en un soñador
dormido y en un soñador despierto; y comenzar a impregnar su vida de vigilia
con la magia de la conciencia soñadora.

Adquiera conciencia de sus sueños y vea si puede tener sueños lúcidos cada
noche. Cuando despierte en medio de la noche, repare en el contexto y los
objetos de sus sueños, y luego vuelva a entrar en ellos.
En este reino de sueños y conciencia de vigilia vas a llegar a conocer la
existencia de la energía superior del universo.

Esto concluye mi lista de diez de las más erróneas creencias que le han
enseñado. Despojarse del pasado es una sencilla cuestión de cambiar su
forma de pensar sin ningún enojo ni culpa respecto de lo que le enseñaron a
creer. Todas las cosas a las que ha sido expuesto eran por designio divino.
Todas las pruebas que le han puesto en la vida eran parte del camino que
emprendió cuando escogió viajar de la nada al aquí y ahora.

Dé las gracias por todos ellos, y agradezca que esté preparado para superar
esas creencias. Este libro está en sus manos gracias a la misma providencia
divina que guía su búsqueda espiritual. Y tenga presente que cualquier
creencia a la que se aferre y que ya no le sirva, es una intrusa en su vida.
Déjela marchar.

Ahora ha llegado el momento de empezar a reconocer las cuatro claves de
acceso a la conciencia superior. Son el tema de los cuatro capítulos
siguientes.



SEGUNDA PARTE

Las cuatro claves de acceso a la conciencia superior
Cuando los cinco sentidos están paralizados, cuando la mente está paralizada,
cuando el intelecto está paralizado... eso es lo que el sabio domina estado
superior

Katha UPANISHAD


WAINE W. DYER 

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