Es una pregunta recurrente, que me hacen a menudo, y que yo misma también me he formulado. ¿Es lo mismo el doble cuántico, que tu yo superior o tu divinidad?
Según el creador del concepto de doble cuántico, Garnier Malet, el doble cuántico eres tú mismo en forma de onda, es decir, que tenemos la capacidad de viajar en el tiempo y volver al presente para traernos información y así elegir el mejor de los caminos posibles. Esto sucede a lo largo de las 24 horas del día, pero por la noche, cuando dormimos, es más fácil para tu yo en forma de onda, comunicarse contigo mismo, porque al estar la mente relajada y sin juicios de valor, la entrada de información no encuentra barreras.
Al despertar no recordarás nada o quizá sí, lo importante es que la información ha sido entregada y está en tu poder, por lo que actuaras correctamente, ya sea mediante intuiciones, certezas, etc. Garnier Malet habla de un período de 40 días para que se manifieste lo que quieres en tu vida. Este concepto de cuarentena no es nuevo, en la Biblia se habla también de un período de 40 días para transformar algo en otra cosa. Jesucristo estuvo 40 días y 40 noches en el desierto ayunando.
El diluvio universal duró 40 días y 40 noches. A las mujeres, después de dar a luz, nos dan un período de 40 días, conocido como la cuarentena para que todo vuelva al estado anterior al del embarazo. Los aislamientos preventivos a los que se somete durante un período de tiempo, por razones sanitarias, a personas o animales, también se le llama cuarentena.
El yo superior ha sido definido como la parte de nosotros mismos que se queda en los planos astrales cuando la otra parte se encarna en un cuerpo físico. El yo superior tiene conexión con una información completa, no compartimentada como ocurre en el mundo físico. El yo superior es lo parte espiritual de nosotros mismos que se queda en otras dimensiones.
La divinidad interior, es el Dios que vive en ti. Es parte de tu alma, que rige tu cuerpo a través de su estructura emocional. El Dios de tu ser, es la luz que abarca y rodea todo lo que eres y permite que todos los pensamientos entren en tu ser. Cuando hablas desde tu divinidad interior, estás alineando la totalidad de lo que eres y eso te da el poder de manifestar cualquier cosa que quieras.
Cuando deseas desde tu divinidad interior recibir pensamientos ilimitados, ese pensamiento de realización que sientes desde tu alma se manifesta desde tu cuerpo abriéndose una parte de tu cerebro. Cuanto más recibes pensamientos ilimitados, más vibra tu cuerpo y empiezas a tener una luminosidad. Una profunda serenidad se apodera de ti. Una emoción inombrable te penetra. El verdadero lenguaje no tiene palabras; tiene emoción.
Dicho lo cual, tengo la sensación de que hablar de doble cuántico,
es lo mismo que hablar de nuestro yo superior o de nuestra divinidad interior. En cualquier caso, lo importante no son los conceptos, las etiquetas, los nombres que les ponemos a las cosas. Lo importante es se llame como se llame, establecer una conexión con nuestra parte espiritual lo más a menudo que podamos.
Hablar con esa parte nuestra, confiar en su sabiduría, contarle nuestros anhelos y problemas de este mundo físico, para que desde su posición de puente entre la Fuente o Totalidad y nuestro yo físico, nos envíe la mejor de las soluciones, la mejor de las vidas posibles.
Un almabrazo. Ruth Carrillo.
http://reconciliacioncuantica.com/2016/05/17/el-doble-cuantico-yo-superior
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