Los malos hábitos del pensamiento, se transforman a base de adquirir conocimiento. A fuerza de leer a diferentes autores y de poner en práctica sus consejos es como al final se graban en el subconsciente.
Los hábitos requieren de tiempo y dedicación. Romper con los malos hábitos del pensamiento es similar a ir al gimnasio, al principio tienes agujetas, te duele el cuerpo y te da pereza volver al día siguiente, pero si superas esas primeras barreras, la recompensa es salud y un cuerpo fortalecido.
Con la mente y los pensamientos pasa igual. Es cuestión de disciplina, de insistir, de no tirar la toalla, de convencerse en hacer lo mejor para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Y la mejor para la mente es pensar en positivo, conocer el poder tan inmenso de nuestros pensamientos y así dirigir nuestra vida con conciencia.
Aquí os dejo algunas reflexiones de autores consagrados que seguro os ayudarán a fortalecer el conocimiento que se necesita para transformar los pensamientos.
Diana Cooper en su libro “Las 36 leyes espirituales” dice lo siguiente:
“Si llevaras imanes pegados por todas partes, podrías esperar que algunas cosas se te pegaran, otras que se alejaran corriendo de tu lado y otras que no reaccionaran a ti. En cierto modo esto es lo que ocurre en la vida. Inconscientemente transmites tu energía. Algunas de tus cualidades son magnéticas y otras repelentes.
Has atraído hacia ti toda cosa y persona que está en tu vida. Otras cosas y personas habrán salido repelidas. Muchas situaciones no ejercen ninguna influencia magnética hacia ti. Por ejemplo, puede que no atraigas hacia ti una situación de hambre o de falta de techo sobre tu cabeza porque no emites esa vibración que podría atraerlas”.
Genevieve Behrend opina que:
“Cuanto más entusiasmo y fe puedas poner en tu imagen, más rápidamente adoptará una forma visible, y tu entusiasmo crecerá si mantienes en secreto tu deseo. En cuanto se lo cuentas a cualquier alma viviente, en ese momento tu poder se debilita. Tu poder, tu atracción magnética ya no es tan fuerte y, en consecuencia, no puedes llegar tan lejos”.
Como escribe Ernest S. Holmes:
“Atraemos o repelemos las cosas según sea nuestra actitud mental. Bien te identificas con la escasez, bien con la abundancia, con el amor y la amistad o con la indiferencia. No puedes evitar atraer a tu experiencia lo correspondiente a la suma total de tus estados de conciencia. Esta ley de la atracción y la repulsión funciona automáticamente.
Es como la ley del reflejo: el reflejo se corresponde con el objeto que hay frente al espejo. Cuánto cuidado no hay que poner, pues, en proteger nuestros pensamientos, no sólo manteniéndolos a salvo de la duda y del temor -aceptando sólo las cosas buenas-, sino también repeliendo toda idea que niegue su bondad.
http://reconciliacioncuantica.com/2016/05/15/malos-habitos-del-pensamiento
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